La isla encantada
Cerde?a, entre el turismo de oro, el pastoreo y los grandes proyectos de industria moderna y europea
Cerde?a, una de las tierras m¨¢s antiguas de Europa, es considerada por unos como la isla maldita y por otros como la isla de la esperanza. El enclave estrat¨¦gico del Mediterr¨¢neo, situado m¨¢s cerca de ?frica que de Roma, se mueve entre profundas contradicciones en las que se mezclan la esperanza de entrar a t¨ªtulo pleno en el desarrollo de la nueva Europa, las tradiciones arcaicas y el turismo de oro. La isla encantada, como algunos la conocen, quiere contar con las ventajas de disponer de una industria de alta tecnolog¨ªa que respete uno de los territorios menos contaminados de Europa.
Los responsables de la vida pol¨ªtica, social, econ¨®mica y judicial de las mayores ciudades de la isla, como Cagliari, Sassari, Nuoro y Alghero, tienen terror a perder el tren de Europa y quedar, una vez m¨¢s, marginados, aislados, eternamente discriminados y vencidos. Pese a tener un mar, con su explosi¨®n de color y de cristalinidad, que seg¨²n algunos supera al mismo Caribe y ser oasis del turismo exclusivo y m¨¢s caro de Europa, con hu¨¦spedes como el Ag¨¢ Jan y Gianni Agnelli."El sardo es un vencido"La primera frase pronunciada, entre humillado y orgulloso, por Piero Pes, el fot¨®grafo y gu¨ªa de ,un grupo de periodistas extranjeros que visit¨® la isla, fue: "El sardo es un vencido". Piero record¨® que la fabulosa y antiqu¨ªsima isla de los misteriosos 7.000 nuraghe -una construcci¨®n en piedra original, casi de los tiempos de las pir¨¢mides de Egipto, cuya identidad es a¨²n hoy desconocida- fue siempre una presa de conquista. Fenicios, romanos, genoveses, pisanos, catalano-aragoneses, espa?oles, piamonteses y hasta italianos pasaron por all¨ª.
Todavia se pueden visitar en la isla restos de la gran fortaleza construida en tiempos de Felipe II: "Los espa?oles, que ocuparon Cerde?a durante cuatro siglos, nos impidieron a los sardos vivir nuestro Renacimiento. Hasta prohib¨ªan a los j¨®venes ir a estudiar al continente", explic¨® Piero.
El motivo, seg¨²n el rector de la universidad de Cagliari, Dubbio Casulu, fue que los gobernantes espa?oles intentaron por todos los medios impedir las relaciones culturales entre Cerde?a y el ¨¢rea de influencia italiana, tanto por motivos pol¨ªticos y de prestigio como por miedo al contagio con las ideas luteranas y calvinistas.
No hay hoy, sin embargo, ning¨²n tipo de animosidad en Cerde?a con respecto a los espa?oles. Si acaso envidian la situaci¨®n de Espa?a en la Europa actual. Y los responsables de la industria y del comercio, que tienen puestos los ojos en Espa?a y concretamente en Catalu?a, subrayan que "no todo el mal que at¨¢vicamente ha golpeado a esta isla ha sido culpa de los espa?oles". No se puede olvidar, recalcan, que .peores a¨²n fueron los piamonteses, que nos dejaron con el culo al aire".
Cerde?a es la tierra de la escalofriante pel¨ªcula Padre padrone y del nuevo bandidaje especializado en ejecutar los secuestros m¨¢s espectaculares. Antonio Zurru, el nuevo alcalde comunista de Nuoro, asegura que los industriales que poseen all¨ª negocios les piden a los sardos que se los administren ya que ellos no osan vivir all¨ª por miedo a ser secuestrados.
Pero lo mismo que el escritor siciliano Leonardo Sciascia suele decir: "Sicilia no es s¨®lo Mafia", tambi¨¦n Francesco Fresi, director general de la Fundaci¨®n Segni, insiste en recordar que "Cerde?a no es s¨®lo bandidaje".
Porque si es verdad que Cerde?a es la tierra de la moderna y misteriosa delincuencia y de los incendios gigantescos que est¨¢n convirtiendo la parte de la isla cercana a las playas de lujo en un desierto, ante la indiferencia o la impotencia de las fuerzas pol¨ªticas, tambi¨¦n es cierto que es, al mismo tiempo, la tierra que busca una nacionalidad plenamente europea. Los nuevos industriales explican que no quieren que se le catalogue ni como el sur de Italia ni como el norte de ?frica.
Cerde?a, con todas sus miserias y contradicciones, tiene la gran ventaja de carecer de una de las tres grandes mafias italianas. Nadie sabe explicar la raz¨®n. Hay quien dice que es una de las consecuencias de la dominaci¨®n ¨¢rabe, tan fuerte en Sicilia donde hasta la palabra mafia es un vocablo ¨¢rabe. Otros afirman que, parad¨®jicamente, podr¨ªa ser uno de los frutos positivos de la huella espa?ola del individualismo, porque los sardos no saben organizarse en sociedad mafiosa. Incluso, cuentan, que cuando una banda se junta para hacer un secuestro, inmediatamente despu¨¦s se separan y se olvidan.
Es una tierra de contradicciones profundas porque conviven las tradiciones antiqu¨ªsimas; ritos medievales, prejuicios ancestrales, miedos seculares, rectraso cultural y econ¨®mico -en algunos casos de cuarto mundo-, y, al mismo tiempo, en 1988 Cerde?a registr¨® un crecimiento Producto Interior Bruto del 5,2%, un ¨ªndice superior a la media nacional, que fue del 4,3%.
Dificultades de transporte
Le falta, sin embargo, un sistema eficaz de transportes, una terrible laguna que impide incluso a las empresas piloto y de vanguardia poder competir con el continente. Esta es la principal fuente de protesta de empresarios y comerciantes.
La empresa de construcciones mec¨¢nicas de precisi¨®n y de manutenci¨®n industrial de Cagliari consigue, a pesar de sus infinitas dificultades de transporte, estar presente en practicamente todo el mundo con sus m¨¢quinas perforadoras Reska. El problema para estos empresarios es no tener la seguridad de que les llegue a tiempo una pieza de recambio necesaria del contiente. Pueden competir en seriedad, precisi¨®n, profesionalidad e ingenio -y de hecho es una empresa en su g¨¦nero que se encuentra entre las cuatro mayores de Europa-, pero se desesperan por el aislamiento al que estan sometidos.
Lo mismo le ocurre a la ejemplar industria de quesos Pinnai, de Thiesi, que produce tres millones y medio de kilos al a?o, recogiendo cada d¨ªa la leche de 200.000 ovejas. Es una empresa l¨ªder en toda Italia que consigue exportar el 50% de su producci¨®n a Estados Unidos. Pero basta que una huelga en los puertos o en los aeropuertos paralice la isla para que tengan que echar a la basura cientos de miles de kilos de queso fresco.
Existen tres Cerde?as: la de la costa o del turismo de oro, la de la monta?a y la de la llanura, donde hierven proyectos de industria moderna y se mira a Europa.
Un ejemplo de industria moderna es la ciudad de Alghero, la bell¨ªsima ciudad de origen catal¨¢n donde est¨¢ ubicada la Vini Sella e Mosca, la mayor productora de vino con uva propia de Italia, con 650 hect¨¢reas, una producci¨®n de ocho millones de botellas y con un laboratorio at¨®mico de an¨¢lisis y creaci¨®n de nuevos tipos de vino.
S¨®lo all¨ª se produce el vino Torbato, que sale de una cepa dejada por los catalanes en el 1400. En el libro de personajes ilustres de la empresa aparecen las firmas de Jordi Pujol y Pasqual Maragall.
Ovejas de papel
El problema, sin embargo, sigue siendo el centro de Cerde?a y sus monta?as impermeables a la modernizacion. La gente vive todav¨ªa de su tres millones de ovejas de carne y de los otros dos millones de ovejas de papel. Y es que el Estado paga una contribuci¨®n por cada oveja, que lleva su carnet de identidad y su sello a fuego detr¨¢s de la oreja. Pero si tres millones son el n¨²mero real, otros dos millones existen s¨®lo en la burocracia, para obtener la ayuda estatal.
Esto crea un mundo de dif¨ªcil penetraci¨®n. Los pastores se defienden con una especie de vigilantes-aseguradores a quienes pagan ellos mismos y que, en caso de robo de un reba?o a cuyos ladrones no consiguen descubrir, deben resarcir del robo al pastor.
Los empresarios se quejan de la escasa presencia de pol¨ªticos sardos en el Gobierno, donde no hay un solo subsecretario; y de 81 diputados europeos, s¨®lo tres son de Cerde?a.
La isla ha dado ya dos presidentes de la Rep¨²blica, Antonio Segni y el actual, Francesco Cossiga, y un personaje no menos ilustre como el fallecido l¨ªder comunista Enrico Berlinguer, pero los sardos siguen sinti¨¦ndose abandonados en el Gobierno.
Mario Segni, sardo, diputado miembro de la Comisi¨®n de Servicios Secretos del Parlamento, hijo del difunto presidente de la Rep¨²blica, explic¨® que los verdaderos problemas actuales de Cerde?a, una regi¨®n que goza de un estatuto aut¨®nomo especial, no son s¨®lo econ¨®micos, sino tambi¨¦n de "falta de ideas y estrategias capaces de acercar la isla a Italia y a Europa". Y que para ello es necesario un esfuerzo "comunitario", de todos los que aman y creen en el proyecto de la Europa mediterr¨¢nea, para .acortar el mar" y hacer a Cerde?a "m¨¢s cercana y menos aislada del mundo que la rodea".
El desf¨ªo ahora es que los sardos, que tienen la venta a de ser pocos -menos de la mitad de la ciudad de Roma o Madrid-, puedan contar con las ventajas de una industria de alta tecnolog¨ªa, que respete uno de los territorios menos contaminados de Europa.
Miedo al mar
Cerde?a ha sido siempre una tierra de pastores y no de pescadores. Los sardos han descubierto el mar s¨®lo en los ¨²ltimos a?os y a¨²n ahora lo dejan para los turistas. Al mar le tienen un miedo ancestral porque a trav¨¦s de ¨¦l llegaban los invasores. El sardo se refugiaba y viv¨ªa en sus monta?as antiqu¨ªsimas, impenetrables, imponentes y misteriosas.Hasta el mil ochocientos y pico, en sus monta?as, donde m¨¢s resistencia encontraron siempre los invasores, estaba vigente un c¨®digo no escrito pero sagrado que todos respetaban bajo pena de ir a la horca.
Para sus habitantes, aqu¨¦lla era su ley y consideraron siempre a la autoridad que llegaba de fuera de la isla como a un simple e injusto recaudador de tributos. En cada pueblo exist¨ªa un tribunal del pueblo que administraba por su cuenta su justicia.
Y todav¨ªa hoy se advierte en los sardos una especie de orgullo y de respeto por aquellos antepasados que no se doblegaban al invasor injusto que les imped¨ªa vivir su cultura agropastoral. La ¨²nica decoraci¨®n que preside la sala municipal del Ayuntamiento de Nuoro es un cuadro monumental de un pintor sardo a¨²n vivo, de 103 a?os, que representa a uno de esos tribunales de sabios juzgando a un recaudador de tributos del Estado.
El alcalde comunista Antonio Zurru aseg¨²ra que la presencia en la sala de esa ¨²nica pintura, responde a que "es un trozo de nuestra historia. En realidad estaban juzgando a un servidor injusto del Estado que les hab¨ªa estafado. Hoy no existe ya resistencia frente al Estado, aunque las ra¨ªces siguen teniendo su peso".
Al pastoreo y la agricultura se dedican el 13% de los trabajadores, mientras el terciario ocupa el 55% y la industria el 32%.
Sin embargo, la mentalidad sarda sigue dominada por sus antiguas ra¨ªces monta?esas que son las que conservan los tab¨²s m¨¢s dif¨ªciles de extirpar. De ah¨ª nace la idea de que el sardo es siempre un perdedor fuera de su tierra, porque quiere siempre volver, no se injerta en ra¨ªces ajenas. De ah¨ª la dificultad de acabar con ciertas formas de bandidaje, porque entre ellos se defienden contra el Estado, a quien subliminalmente siguen considerando un invasor.
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