Un submarinista en la cascada

Un David Mach vestido de submarinista ha trabajado durante las ¨²ltimas dos semanas en la cascada del Centro Cultural de la Villa, de Madrid, donde ha tenido que responder a preguntas como "por qu¨¦ lava usted esas sillas". Su doble instalaci¨®n, Seco y mojado, va a provocar controversias, al creer el escultor que no ha habido voluntad pol¨ªtica para que se terminara su obra.

"Nunca pienso en Rodin, afirma Mach, quien en su ¨¦poca de estudiante modelaba imitando sus esculturas que al natural le parecieron melodram¨¢ticas". En la d¨¦cada de los ochenta ha creado numerosas instalaciones en mucha ciudades del mundo, con tipo tipo de materiales y productos realizados en serie. "En mi trabajo no se puede separar la parte conceptual y la fi?sica. No tiene nada que ver con el arte por era ni con el surrealismo. Estas esculturas extravagantes corresponden a situaciones de la vida real y parten de ese espacio extra?o que existe entre la producci¨®n y el consumo y la idea de individuo en el proce so de fabricaci¨®n en masa". Al utilizar en sus montajes el papel de las revistas ilustradas, se?ala uno de los elementos de expresi¨®n de la sociedad de consumo. "Las revistas lujosas no venden coches o ropa, lo que venden es un estilo de vida". Considera que cada obra es "un comentario sat¨ªrico sobre la sociedad actual" y no le preocupa su desaparici¨®n, aunque tambi¨¦n pod¨ªan ser permanentes.