F¨¢tima Mernissi: "No tener petroleo es la gran suerte de la mujer marroqu¨ª
La feminista magreb¨ª exalta a Mahoma como un progresista de su tiempo
"Nuestra gran suerte es que Marruecos no tenga petr¨®leo y no pueda permitirse el lujo de no darnos estudios y trabajo", dice con desparpajo F¨¢tima Mernissi. As¨ª explica la soci¨®loga, historiadora y escritora marroqu¨ª el hecho de que la vida de las mujeres del reino jerifiano sea m¨¢s desahogada que en la mayor¨ªa de los otros pa¨ªses ¨¢rabes y musulmanes. Su incansable activismo, el rigor de sus estudios y la originalidad de sus tesis han convertido a F¨¢tima Mernissi en la feminista m¨¢s c¨¦lebre del norte de ?frica.
F¨¢tima Mernissi est¨¢ sentada en la terraza de su destartalada caba?a, en una playa al sur de Rabat, y mira con ojos oscuros y profundos c¨®mo el sol se pone sobre el Atl¨¢ntico. De pie en la arena, un pescador recoge su ca?a. A su vera, una mujer sentada amamanta a un cr¨ªo. "Me doler¨ªa mucho que el progreso material terminara con todo esto", dice. "Hay un mont¨®n de cosas que Marruecos deber¨ªa conservar: el contacto con la naturaleza, la vida familiar, la religi¨®n en sus aspectos m¨¢s creativos de la m¨ªstica y la piedad popular... Esas buenas cosas".Tiene F¨¢tima Mernissi una gracia y una elegancia muy andaluzas. Se recoge el cabello con una vibrante pa?oleta roja, luce grandes pendientes en rojo y negro y viste camiseta blanca y pantal¨®n bombacho. F¨¢tima Mernissi es una mujer meridional satisfecha de ello. Es tambi¨¦n una inteligente luchadora por los derechos de la mujer en la sociedad isl¨¢mica. Su feminismo no es una imitaci¨®n tercermundista del occidental. Por el contrario, hunde sus ra¨ªces en el propio mundo musulm¨¢n.
Pregunta. ?C¨®mo escap¨® a lo que se supone destino tradicional de una mujer ¨¢rabe?
Respuesta. Yo nac¨ª en los a?os cuarenta, en Fez, la capital religiosa de Marruecos. Los a?os cuarenta fueron para este pa¨ªs un per¨ªodo revolucionario, de lucha por la independencia. El nacionalismo ten¨ªa una importante dimensi¨®n de defensa de los derechos humanos: exaltaba la libertad, la del pa¨ªs y la de los individuos, y fue as¨ª como incorpor¨® tambi¨¦n un sentimiento feminista. Los nacionalistas fueron los primeros en abrir la ense?anza secundaria a las muchachas, en contra de la voluntad de las autoridades francesas. Yo estudi¨¦ en una de esas primeras escuelas abiertas a las mujeres y me cri¨¦ en aquel ambiente libertario.
P. ?En qu¨¦ han cambiado las cosas desde aquellos tiempos?
R. Ahora ya no nos encontramos autoridades religiosas que, como en aquella ¨¦poca, defiendan los derechos humanos. En los a?os cuarenta, religiosos e intelectuales luchaban juntos en Marruecos por una nueva civilizaci¨®n. Ahora los religiosos s¨®lo hablan el lenguaje de la reacci¨®n.
P. ?Piensa que eso se debe a que el islam es opuesto, por esencia, a los derechos humanos?
R. No; todo lo contrario. Lo que yo intento explicar en mis libros es que los derechos humanos no son extra?os al mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n. Este mundo no es ese agujero de gentes arcaicas que aceptan el despotismo enterr¨¢ndose en la arena, un universo de asesinos y acobardados.
P. Su libro El har¨¦n pol¨ªtico fue prohibido por las autoridades religiosas. ?Cu¨¢l es su tesis?
R. Lo que yo digo en ese libro a las autoridades religiosas es lo, siguiente: cuando dec¨ªs que el islam est¨¢ contra la mujer, contra mi dignidad, ?de qu¨¦ islam hablais? ?Habl¨¢is del islam de Mahoma o del que le sigui¨®? Lo que pruebo es que tenemos datos para afirmar que Mahoma no detestaba a las mujeres, no las humillaba. Si los reaccionarios en el mundo musulm¨¢n quieren agredir a la mujer, que lo hagan directamente, que no busquen excusas en el profeta.
P. ?De d¨®nde saca usted su visi¨®n de Mahoma?
R. Comenc¨¦ a apreciarle haciendo mis propias investigaciones. Descubr¨ª que era un hombre excepcional, que detestaba la violencia y amaba la igualdad. La Arabia de su ¨¦poca era injusta y brutal. Se secuestraba, se vend¨ªa y se heredaba a las mujeres. ?l prohibi¨® todo eso y puso l¨ªmites a la poligamia salvaje de aquellos beduinos. Hizo que las mujeres participaran en la oraci¨®n y la guerra, los dos actos m¨¢s importantes entonces.
Libro prohibido
P. Si Mahoma era progresista respecto a las mujeres para su pa¨ªs y su ¨¦poca, ?por qu¨¦ el islam no evolucion¨® por ese camino?R. No lo s¨¦. Creo que los musulmanes no merecen a su profeta. Lamento decirlo.
P. Su libro Ckerezade no era marroqu¨ª ha tenido un enorme ¨¦xito en el mercado magreb¨ª. ?Qu¨¦ pretend¨ªa con ese texto?
R. Escrib¨ª Cherezade como un libro para las masas. En Cherezade yo muestro mi sorpresa al ver que las autoridades religiosas me niegan la lectura de un libro porque dicen que no estoy preparada, cuando son esas mismas autoridades religiosas y el rey Mohamed V quienes en los a?os cuarenta abrieron en Marruecos las escuelas a las mujeres e institucionalizaron su derecho a la educaci¨®n. En lugar de decir a las mujeres que tienen que velarse y no deben leer, lo que har¨ªa falta es que las autoridades religiosas se preocuparan de la cuesti¨®n esencial: que en v¨ªsperas del a?o 2000, el 97% de nuestras campesinas son analfabetas, y el futuro de Marruecos pasa por industrializar el mundo rural.
P. ?Por qu¨¦ ese t¨ªtulo, Cherezade no era marroqu¨ª?
R. Cherezade, el personaje de Las mil y una noches, salv¨® su vida porque hab¨ªa tenido acceso a la biblioteca y sab¨ªa muchas historias. Pero ahora ya no hay cherezades; una mujer con los conocimientos que ten¨ªa Cherezade s¨®lo puede pertenecer a la clase superior, y en el Marruecos actual esas mujeres ya no est¨¢n en los palacios, est¨¢n trabajando. El t¨ªtulo quiere decir que Cherezade, en el Marruecos actual, estar¨ªa ense?ando en la facultad de Derecho o de Letras; tendr¨ªa un salario y desear¨ªa ganar m¨¢s. ?sa es la broma. Hemos tenido la suerte de no tener petr¨®leo. Los pa¨ªses que tienen petr¨®leo no necesitan el trabajo femenino.
Lo que hemos ganado es muy importante. Ni m¨¢s ni menos que el acceso a la educaci¨®n y al salario. La desigualdad del saber es la m¨¢s terrible e implacable. ?Sabe usted que en Marruecos un tercio de los profesores, un tercio de los m¨¦dicos y un tercio de los abogados son mujeres?
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