Audiencia

En las librer¨ªas m¨¢s impersonales suele verse un apilamiento de libros con el r¨®tulo de "M¨¢s vendido" o "Best seller". Entiendo que las ventas llaman a las ventas; se trata de un artificio comercial leg¨ªtimo, aunque no contribuya a un diversificado esplendor de la cultura. Un librero inquieto no perder¨ªa mucho poniendo al lado otra mesa o exhibidor de "Libros inexplicablemente poco vendidos" o "Libros injustamente olvidados".Junto al deseo de leer lo que leen todos est¨¢ tambi¨¦n el de leer lo que pocos leen.

Aunque esta reflexi¨®n es aut¨®noma, viene a cuento de una muestra de zafiedad comercial dada recientemente por Televisi¨®n Espa?ola. Al terminar un informativo fuimos agredidos con la noticia triunfal de que la audiencia de su programa especial sobre las elec ciones del pasado 29 de octubre hab¨ªa sido superior en cualquier comunidad al doble de la de su ca nal auton¨®mico.

La noticia se nos dio prolija y repetitivamente, cuando debi¨® quedar en la casa, reservada al ¨ªntimo regocijo de sus responsables. Y ello por muchas razones. Ante todo porque el programa, pese al correcto trabajo de Remol¨ª, Adrover y Garc¨ªa Ramos, fue bastante malo. Se tuvo en particular la sensaci¨®n de que TVE, en lugar de destacar periodistas en las sedes de los distintos partidos, hab¨ªa enviado all¨ª a sus m¨¢s t¨ªmidos becarios o hab¨ªa pactado con alg¨²n camarero ansioso de un sobresueldo. En segundo lugar, porque parece l¨®gico que para unas elecciones estatales mucha gente optase por el canal estatal. En tercer lugar, por que la funci¨®n de una televisi¨®n p¨²blica es dar buen servicio y no presumir de audiencia, y menos frente a otras televisiones igual mente p¨²blicas.

S¨ª, esa noche nos equivocamos muchos de canal, pero no nos con suela nada saberlo y es de muy mal gusto hab¨¦rnoslo recordado.