El Madrid no investiga la procedencia de las entradas de reventa en sus grandes partidos

El Real Madrid no ha denunciado el esc¨¢ndalo que supone la reventa para sus grandes partidos, y que alcanz¨® su m¨¢ximo grado el mi¨¦rcoles, con un precio medio de 20.000 pesetas cada localidad de asiento. Mantiene un silencio oficial sobre el asunto e ignora que 479 entradas correspondientes al partido contra el Mil¨¢n permanecen en la Direcci¨®n General de Polic¨ªa, de las que 98 fueron ocupadas a un solo individuo. El Madrid no ha emprendido ninguna acci¨®n para investigar c¨®mo fueron a su poder, pese a que conoce la distribuci¨®n que realiz¨® de las localidades.

La polic¨ªa realiz¨® 52 intervenciones en los d¨ªas previos al partido Madrid-Mil¨¢n y retir¨® un total de 479 localidades, que alcanzar¨ªan un valor pr¨®ximo a los diez millones de pesetas en el mercado negro. A los reventas se les propuso para sanci¨®n -unas 25.000 pesetas si no es reincidente-, que es lo que contempla el Reglamento General de Polic¨ªa de Espect¨¢culos P¨²blicos y Actividades Recreativas al prohibir la reventa de entradas.Un portavoz oficial de la Direcci¨®n General de Polic¨ªa estima que los reventas acaparan las entradas colocando gente ante las taquillas, pero se da la circunstancia de que gran parte de las localidades de reventa no proced¨ªan de las dos taquillas que se abrieron al p¨²blico el pasado lunes, entre las seis de la tarde y las nueve de la noche porque el club s¨®lo puso en las ventanillas asientos del segundo anfiteatro. El mismo porta voz tambi¨¦n asegura que el Madrid no ha pedido la relaci¨®n de entradas requisadas para cono cer su origen.

Los abonados

Fuentes del club madridista atribuyen la existencia en la reventa de localidades que no eran de libre adquisici¨®n a que muchos abonados retiraron su asiento con recargo para que la pudiera ocupar alguien que no fuera socio. "Hemos visto c¨®mo en la misma taquilla el socio vend¨ªa su entrada de abonado al reventa", aseguran, pero nunca denunciaron el hecho a la polic¨ªa. "Tendr¨ªamos que cambiar los estatutos para impedir que un abonado cediera su entrada, porque el carn¨¦ de socio es personal e intransferible, pero no el abono, que puede regalarlo a quien quiera".

La llegada de estas entradas a la reventa no explica la existencia de miles de localidades que se vendieron en la calle a un precio medio de 20.000 pesetas las de asiento y 4.000 las de pie, y mucho menos la posibilidad de adquirir f¨¢cilmente en lareventa media docena de entradas numeradas juntas. Porqu.e s¨®lo se vendieron dos entradas por persona y, oficialmente, no eran de tribuna ni del primer anfiteatro, que formaban la mayor parte de la oferta que hac¨ªa la reventa.

El Madrid no ha dado a conocer la distribuci¨®n de entradas, pero s¨®lo puso a la venta al p¨²blico un millar. Portavoces no oficiales del club aseguraron que hab¨ªan quedado 6.000 asientos libres, una vez que los abonados retiraron sus asientos. Un club de f¨²tbol est¨¢ obligado por ley a poner en taquilla la mitad de las localidades no adjudicadas o vendidas previamente a los socios, pero est¨¢ facultado para dar a la reventa oficial -que cobra el 20% sobre el precio oficial- el 25% del af¨®ro que no est¨¦ abonado. Precisamente reventas callejeros han reconocido que, adem¨¢s (le acaparar las taquillas, se suelen surtir de esa reventa oficial e involucran a gente pr¨®xima al club en el negocio.

La polic¨ªa no investiga el asunto porque, al no ser delito tiene otras prioridades. Pese a ello dedic¨® agentes de paisano a combatir la reventa del partido del mi¨¦rcoles. Advirti¨®, como ya es habitual, reincidencia entre los que vend¨ªan entradas, cuyo n¨²mero oscilaba por lo general, entre 20 y 30. Istas llegaron a alcanzar un precio m¨¢ximo de 40.000 pesetas horas antes del encuentro, dada la dificultad de encontrar un solo asiento de tribuna. La polic¨ªa tambi¨¦n admiti¨® que las 479 localidades intervenidas s¨®lo eran una m¨ªnima parte de las que hab¨ªa en reventa. Entre las medidas m¨¢s duras que ha tomado para combatirla est¨¢ la expulsi¨®n de Espa?a de un mexicano que, a trav¨¦s de una agencia, contrataba j¨®venes para hacer cola. Estos mismos j¨®venes se hicieron con un total de unas 80 entradas para el Madrid-Mil¨¢n.