M¨¢s de medio mill¨®n de alemanes piden libertad en las calles de Berl¨ªn Este

El m¨¢s conocido de los disidentes, el poeta y cantante Wolf Biermann, de 53 a?os, que llama p¨²blicamente "cerdos fascistas" a los dirigentes de la RDA, intent¨® hacer honor a la invitaci¨®n que le hab¨ªan hecho los miembros del grupo opositor Nuevo Foro de sumarse a la manifestaci¨®n, pero no lo consigui¨®. Ni siquiera obtuvo una explicaci¨®n de los guardias fronterizos.El orador m¨¢s aplaudido de la jornada fue el sorprendente Manfred Guerlach, l¨ªder del Partido Liberal (LDPD), uno de los cuatro que forman el llamado bloque domesticado por el Partido Socialista Unificado (SED, comunista). Gerlach repiti¨® en p¨²blico lo que ya hab¨ªa propuesto en Die Morgen, el peri¨®dico de su partido. Ante el delirio de la audiencia, exigi¨® la dimisi¨®n en pleno del Gobierno, pidi¨® el fin del monopolio del SED y la convocatoria de elecciones libres.

Todo lo contrario sucedi¨® cuando les toc¨® el turno a los dos ¨²nicos oradores que representaban al poder. El discurso del jefe del SED en Berl¨ªn Oriental, G¨¹nter Schabowski, uno de los principales conspiradores en la ca¨ªda de Honecker, y el miembro del Politbur¨® que m¨¢s se ha destacado por su populismo en los ¨²ltimos d¨ªas, no pudo ni siquiera hacerse escuchar debido a los abucheos multitudinarios que levant¨® su aparicion en el estrado.

La intervenci¨®n de Schabowski, que fue televisada en directo por la cadena de la RDA, tuvo que ser descifrada a posteriori y entonces se supo que hab¨ªa pronunciado cr¨ªticas contra los miles de alemanes orientales que en aquel mismo momento estaban escapando del pa¨ªs.

No fue s¨®lo eso lo que despert¨® las iras del p¨²blico, sino su pretensi¨®n de que deb¨ªa mantenerse el liderazgo del SED. Algo similar le sucedi¨® a Markus Misha Wolf, el famoso superesp¨ªa que llev¨® de cabeza a los servicios de informaci¨®n occidentales en la pasada d¨¦cada y que, entreotras cosas, consigui¨® la ca¨ªda de Willy Brandt a ra¨ªz del notorio caso Guillaume. Wolf, un comunista honrado y convencido, abierto partidario de las reformas, asegur¨® que "cientos de miles de comunistas han trabajado duramente a lo largo de mucho tiempo para cambiar las cosas". Pero la masa tampoco quiso escucharlo y los pitidos, risas y abucheos le obligaron a acortar su discurso.

Tras lo sucedido ayer, y si el nuevo l¨ªder Egon Krenz es realmente el modelo de oportunista pragm¨¢tico que har¨ªa cualquier cosa para permanecer en el poder, la pr¨®xima reuni¨®n del comit¨¦ central puede convertirse en una escabechina. Krenz ya inici¨® una purga que tuvo su momento m¨¢s espectacular el viernes pasado con el anuncio de la dimisi¨®n de cinco de los 17 miembros que forman el bur¨® pol¨ªtico del SED: el ide¨®logo Kurt Hager, de 77 a?os; el secretario del comit¨¦ central, Hermann Haxen, de 73; el vicepresidente primero Alfred Neumann, de 79; el encargado de disciplina en el partido, Eric Mueekenberger, de 79, y el ministro del Interior, Erich Mielke, de 81.

Las demandas de los oradores, entre los que se encontraba un elenco de intelectuales de prestigio, se centraban ya directamente en la p¨¦rdida del poder absoluto del SED. Ulrich Muege, un actor y conocido opositor, fue muy claro en este sentido: "El llamado liderazgo del SED debe estar anclado por la ley. Cualquier grupo que se atreva a reclamar un liderazgo sobre la sociedad debe hab¨¦rselo ganado antes".

Los manifestantes eran m¨¢s espec¨ªficos y sarc¨¢sticos en sus peticiones: "Egon, aqu¨ª llegamos", cantaban cuando se acercaban a la Alexanderplatz. Las pancartas no dejaban lugar a dudas: "Elecciones libres", "Egon ganar¨¢ las elecciones del 92 con un l20%", dec¨ªa otra refiri¨¦ndose al fraude electoral del pasado mes de mayo. Y otra: "Queremos vino nuevo en odres nuevos".