Pol¨¦mica adaptaci¨®n

Habl¨¢bamos hoy hace una semana de Don Siegel (el autor de notables pel¨ªculas como La invasi¨®n de los ladrones de cuerpos, Brigada homicida, Harry el sucio o La gran estafa) y de su filme Tel¨¦fono. Dec¨ªamos que no se trata de uno de sus mejores t¨ªtulos, pero s¨ª demuestra c¨®mo de una trama m¨¢s o menos balad¨ª -intrigas internacionales protagonizadas por un agente de la KGB, nada menos que Charles Bronson- puede sacarse buen material cinematogr¨¢fico, ideas de puesta en escena e ideas visuales, todo a trav¨¦s de unos medios m¨¢s bien econ¨®micos y una narraci¨®n s¨®lida y eficaz, lo que no es poco ni tan frecuente. Pues bien, hoy veremos Tel¨¦fono, pues los espacios informativos de las elecciones impidieron su exhibici¨®n.El mundo de Proust

Con ser estimable, Tel¨¦fono no es la pel¨ªcula estrella del d¨ªa. Lo es El amor de Swann, el pol¨¦mico acercamiento de Volker Schl?ndorff al mundo rom¨¢ntico y decadente de Proust. Una apuesta dif¨ªcil, eso lo sab¨ªa cualquier hijo de vecino. Schl?ndorf fue astuto y penetr¨® en la bendita literatura con leves aires de Visconti -el cinesta que mejor hubiera recreado a Proust-, del Visconti de Muerte en Venecia, y con encomiable modestia, centrando su atenci¨®n en el ambiente, en los juegos de amor y celos que se traen los protagonistas y en la descripci¨®n escueta -la opci¨®n es l¨ªcita- de personajes.

El espacio La comedia nos trae hoy Car wash, un mundo aparte, exploraci¨®n a ritmo de rock de la fauna que puebla y desfila por una estaci¨®n de servicio, una pretendida y frustrada visi¨®n de Am¨¦rica.