De chiste a titular

Hace un a?o, incluso hace seis meses, nadie en su sano juicio habr¨ªa podido predecir lo que est¨¢ ocurriendo en Berl¨ªn, Budapest y otros lugares de Europa del Este. Qu¨¦ desconcertante para los creyentes en la guerra fr¨ªa, el Este y el Oeste, cuando lo impensable se convierte en t¨®pico y los chistes que se murmuraban ayer son los titulares de hoy. ( ... ) . La realidad supera al arte tan r¨¢pidamente que fuerza una vieja tradici¨®n del bloque del Este, la producci¨®n de chistes. ( ... ) Chiste de Berl¨ªn este verano: "?Sabes por qu¨¦ no necesitaremos carn¨¦s de identidad en 1991? Porque s¨®lo quedar¨¢n seis personas, y Honecker las conocer¨¢ personalmente". ( ... )Chiste h¨²ngaro de septiembre: "?Sabes qu¨¦ premios da el partido comunista si traes nuevos miembros al partido? Si traes un nuevo miembro no pagas impuestos. Por dos miembros puedes abandonar el partido, y por tres te dan un certificado de que nunca fuiste del partido" ( ... ) Otro, moscovita, de 1988: "?Cu¨¢l es la diferencia entre laprimavera de Praga de Dubcek y las reformas de Gorbachov? Veinte a?os". ( ... )

Nadie puede decir todav¨ªa cu¨¢nto puede alejarse de la guerra fr¨ªa Europa del Este. ( ... ) Lo que est¨¢ claro es que el ¨ªmpetu est¨¢ con los que se manifiestan y emigran, y que el bloque sovi¨¦tico ha cambiado de modo irreconocible desde ese d¨ªa de junio de 1963 en que J. F. Kennedy, desafiante, delante del muro, dijo: "Yo soy un berlin¨¦s".

, 8 de noviembre