Una historia grotesca
Hay pocas pel¨ªculas buenas en cada temporada, porque abundan m¨¢s las mediocres y sobre todo las verdaderamente fracasadas y equivocadas. Su coartada, para decirlo en pocas palabras, encajar¨ªa perfectamente en este ¨²ltimo apartado. Cuando se acumulan tantos y tan frecuentes errores cinematogr¨¢ficos, desde la pareja protagonista hasta la misma construcci¨®n narrativa, resulta dif¨ªcil encontrar alg¨²n acierto que justifique un proyecto complicado y laborioso. Elegir actores cuya principal virtud es un f¨ªsico de primera clase no es algo totalmente disparatado -la historia del cine est¨¢ repleta de figuras hermosas, ajenas al arte interpretativo, seleccionadas simplemente por su facilidad para enamorar a la c¨¢mara- siempre que esas personas tengan adem¨¢s una m¨ªnima capacidad para actuar, puesto que, de otro modo, los resultados ser¨¢n incompletos e inaceptables. La hermosura como ingrediente de las pel¨ªculas acaba siendo decepcionante cuando se presenta en solitario, sin m¨¢s apoyos. Tanto Tom Selleck -una estrella de la televisi¨®n americana que ha intentado afianzarse en el s¨¦ptimo arte en los ¨²ltimos a?os, con intervenciones muy irregulares- como Paulina Porizkova -una mujer bella que no deber¨ªa abandonar el mundo de la fotografia y el de la moda hasta que no aprenda los rudimentos del oficio de actriz- son profesionales de agradable apariencia, pero su rendimiento en esta pel¨ªcula es nulo, o casi nulo, cuando dejan de ser modelos est¨¢ticos y pretenden convencernos de que tambi¨¦n son actores. La historia de Su coartada es risible y sin rumbo fijo, una confusa mezcla de acci¨®n f¨ªsica y mala literatura policiaca que aspira a vivificar la sangrada herencia de Chandler y Hammett, aunque en la pr¨¢ctica s¨®lo llegue a ser una mala copia de Mickey Spillane.
Su coartada (Her alibi)
Productor: Keith Barish. Gui¨®n: Charlie Peters. M¨²sica: Georges Delerue. Im¨¢genes: Freddie Francis. Director: Bruce Beresford. Int¨¦rpretes: Tom Selleck, Paulina Porizkova, James Farentino. Estreno en ?Madr¨ªd: cine Paz.
L¨ªmitaciones
El director, Bruce Beresford, no ha sabido disimular las limitaciones estructurales de la pel¨ªcula, hasta tal puinto que s¨®lo en muy contadas ocasiones se puede saludar alg¨²n hallazgo aislado, en un conjunto dominado por ocurrencias rid¨ªculas y carentes de justificaci¨®n. Los errores m¨¢s graves tambi¨¦n provienen, a mi modo de ver, de un tratamiento humor¨ªstico que no se corresponde con los hechos principales de la narraci¨®n y que acaba teniendo -pienso que de modo involuntario- unos matices verdaderamente grotescos. En determinados momentos hay apuntes er¨®ticos, muy t¨ªmidos, que no se atreven a manifestarse m¨¢s abiertamente, entremezclados con toques policiacos y de intriga. Bruce Beresford es un gran director australiano afincado en Estados Unidos, pero ¨¦ste es, sin duda, el peor de los productos que ha firmado, muy lejos de la solidez de Breaker Morant o Tender mercies. Beresford ha pretendido seguir, al parecer, las huellas de Sospecha, con un hombre que, teme ser asesinado por la mujer que ama pero hacia el final tambi¨¦n abandona esa v¨ªa,para imitar in explicablemente al peor Kazan, el de Fugitivos del terror rojo. En ¨²ltimo caso, esta produccion no acaba de remontar vuelo, navegando entre el relato sentimental, la intriga y la persecuci¨®n pol¨ªtica, con un realizador despistado que no acierta a transmitir adecuadamente su versi¨®n personal de esta d¨¦bil historia.
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