Cristiani pide a los guerrilleros que se rindan, con la promesa de respetarles la vida
Los combatientes del Frente Farabundo Mart¨ª para la Liberaci¨®n Nacional (FMLN) resist¨ªan ayer duros ataques del Ej¨¦rcito salvadore?o contra las posiciones ocupadas por la guerrilla en la capital. El presidente Alfredo Cristiani explic¨® a la poblaci¨®n que la victoria de las fuerzas armadas "es cuesti¨®n de tiempo", mientras que la radio oficial llamaba a los rebeldes a la rendici¨®n, bajo promesa de respetarles la vida.
Por cuarto d¨ªa consecutivo, la guerra continua en San Salvador. Con peque?os intervalos de descanso para que los extenuados soldados descansaran a la sombra de un ¨¢rbol o se alimentaran precipitadamente, el combate no ces¨®. A primeras horas de la tarde del martes, el Ej¨¦rcito lanz¨® una contraofensiva por tierra y aire que persist¨ªa ayer.Los comunicados triunfalistas de ambas partes, pensados m¨¢s para animar a sus fuerzas que para informar sobre el desarrollo de los combates, apenas sirven para conocer el estado real de la situaci¨®n. Sobre el terreno, de acuerdo con la informaci¨®n de los vecinos y el testimonio inequ¨ªvoco de la batalla, se puede apreciar que, al menos hasta el mediod¨ªa del mi¨¦rcoles, la guerrilla conservaba importantes zonas de resistencia en varios barrios de San Salvador, donde se mantiene la vigencia del toque de queda de 24 horas.
La iniciativa parece estar del lado del Ej¨¦rcito, que est¨¢ empleando todas sus fuerzas y todos sus medios militares. Pero el FMLN sigue controlando varios edificios, calles y territorios a los que las fuerzas armadas no han podido penetrar.
El presidente Cristiani explic¨®, en un mensaje transmitido al pa¨ªs en la noche del martes, que "las fuerzas armadas tienen capacidad para erradicar a los terroristas, si no fuera porque no quiere perjudicar a la poblaci¨®n civil", y prometi¨® a los ciudadanos: "Est¨¦n seguros de que las fuerzas armadas van a salir adelante de esta situaci¨®n".
La radio oficial, la ¨²nica en antena, emite continuamente mensajes dirigidos a los miembros del FMLN para que se rindan, con la promesa de que sus vidas ser¨¢n respetadas y que ser¨¢n entregados a organismos internacionales. "Su derrota es total. Entreguen sus armas, como han hecho ya muchos de sus compa?eros", dice en¨¦rgicamente la voz del Ej¨¦rcito a trav¨¦s de las ondas.
Defender las posiciones
Los guerrilleros, en su puesto de combate, niegan que hayan perdido terreno y aseguran estar dispuestos a defender sus posiciones a toda costa, con la confianza, seg¨²n ellos, de que, a medida que pasen los d¨ªas, la moral del Ej¨¦rcito se ir¨¢ debilitando, la crisis acabar¨¢ por cercar al Gobierno y el FMLN obligar¨¢, como m¨ªnimo, al presidente Cristiani y a los militares a una negociaci¨®n en posici¨®n ventajosa para la guerrilla.Alfredo Cristiani advirti¨®, sin embargo, en su discurso televisado que no volver¨¢ a negociar con el FMLN si previamente no se establece un cese total de las hostilidades. La radio, manejada por el Ej¨¦rcito, afirma que "el que hable hoy de di¨¢logo con la guerrilla s¨®lo puede formar parte de los partidos fachada de los terroristas".
En medio, un pueblo desesperado grita: "?Que se acabe ¨¦sto!". En la colonia Zacamil, una de las m¨¢s castigadas por los ataques, un hombre con l¨¢grimas en los ojos comentaba ayer: "No hemos dormido en toda la noche, llevamos cuatro d¨ªas infernales".
En la tarde del martes, los aviones hicieron all¨ª varias pasadas, dejando caer cohetes que destrozaron algunas casas; los helic¨®pteros descargaron sus ametralladoras, y las tanquetas entraban y sal¨ªan entre el estampido de los disparos. Las fuerzas guerrilleras, con sorprendente capacidad de fuego, contestaron permanentemente con fusiles autom¨¢ticos y cohetes.
En ese barrio, el FMLN ha instalado su cuartel general en una f¨¢brica de cremalleras, y tiene fuerzas distribuidas al menos en cuatro puntos distintos. En medio de Zacamil, entre barricadas, escombros y un vomitivo olor a carne putref¨¢cta, uno tiene la sensaci¨®n cierta de que le llegan disparos por los cuatro costados.
Orden de abandono
Columnas interminables de personas con banderas blancas en busca de refugio recorren las calles de la ciudad desde que amanece. El Ej¨¦rcito ha dado orden de abandonar los barrios donde se combate para evitar v¨ªctimas civiles; miles de personas han obedecido la orden, pero otras muchas, que no tienen ad¨®nde ir, porque ni el Gobierno ni ninguna organizaci¨®n humanitaria se ha ocupado hasta el momento de ese problema, prefieren el peligro de quedarse en sus casas que la desesperaci¨®n de echarse a la calle con una manta bajo el brazo y la familia alrededor."Aqu¨ª va a haber una anarqu¨ªa, saqueos, hambre", dice un m¨¦dico residente en el barrio de La Metr¨®poli, sentado sobre el escal¨®n de su casa, viendo c¨®mo las balas cruzan por encima del tejado. Igual que el resto de sus vecinos, no tiene agua ni luz, y aprovecha la conversaci¨®n con un periodista extranjero para pedir al mundo que haga algo para acabar con esta angustia.
Este salvadore?o, como muchos otros, no cree que la guerrilla pueda ganar esta batalla, porque carece del suficiente apoyo popular, pero no duda de que cualquier cosa puede pasar si los combates contin¨²an, y culpa, en gran parte, al Gobierno de la situaci¨®n, "porque crey¨® que la guerrilla estaba acabada y mand¨® negociar a gente sin importancia y sin voluntad verdadera de dialogar".
En este barrio es apreciable que la guerrilla ha perdido alg¨²n terreno, pero sigue controlando posiciones estrat¨¦gicas -como el edificio de la Escuela Tecnol¨®gica-, desde las que hace muy dif¨ªcil el avance de las fuerzas armadas. En las calles desiertas, cuando callan los fusiles, el ladrido de los perros se oye al mediod¨ªa con el mismo eco dram¨¢tico que en las noches de luna llena.
[El embajador de EE UU en El Salvador anunci¨® anoche que los combates se han cobrado ya 614 muertos y 963 heridos, informa Efe].
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