Abolido el 'apartheid' en las playas de Sur¨¢frica
El presidente de Sur¨¢frica, Frederick de Klerk, declar¨® ayer oficialmente abolido el apartheid en todas las playas de Sur¨¢frica, que quedan abiertas a todas las razas. Fuentes pol¨ªticas negras comentaron inmediatamente que se trata de "s¨®lo un peque?o paso", pero admitieron que es una prueba de las buenas intenciones de De Klerk.
La decisi¨®n forma parte de un plan para acabar con las "actividades separadas de recreo" uno de los puntos clave del sistema de apartheid y que aspira a cumplir con las promesas de reformas pol¨ªticas. "Esperamos", dijo De Klerk, "crear oportunidades para todos en este pa¨ªs en forma justa y equitativa". El sistema de actividades de recreo separadas incluye desde piscinas hasta playas, desde bibliotecas a estadios deportivos. Seg¨²n dijo ayer De Klerk, "ha llegado el momento de acabar con las separaciones en todas las actividades". "El Gobierno ha decidido hacerlo lo antes posible", a?adi¨®.La decisi¨®n anunciada ayer es la m¨¢s importante adoptada por el Gobierno para eliminar el apartheid, una de las principales promesas de De Klerk en las pasadas elecciones de septiembre.
El Gobierno advirti¨® a las municipalidades, especialmente a las controladas por la extrema derecha nacionalista, que deber¨¢n acatar sin dilaciones esta orden.
La ley sobre Actividades Recreativas Separadas no ser¨¢ ehminada inmediatamente sino despu¨¦s de un debate en el Parlamento, que no se reunir¨¢ hasta comienzos del pr¨®ximo a?o.
La apertura de las playas se hab¨ªa convertido en el centro del debate racial hace algunos meses, cuando el arzobispo y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, se enfrent¨® a la pol¨ªc¨ªa despu¨¦s de haber decidido que Ias playas son para todos".
De Klerk, que ha sido acusado de hacer promesas sobre la abolici¨®n del apartheid s¨®lo para levantar el embargo econ¨®mico de Occidente, reiter¨® ayer que "no hay otra alternativa para Sur¨¢frica que el camino de la reconciliaci¨®n". "Para los blancos, mantener el actual sistema implica aceptar el riesgo, cada vez mayor, de una revoluci¨®n en el pa¨ªs".
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