El exilio espa?ol, pasa a ser memoria
Una exposici¨®n recoge desde el cruce a Francia por el Pirineo oriental hasta la legalizaci¨®n de los partidos
La exposici¨®n sobre el exilio espa?ol que ayer se inaugur¨® en el parque del Retiro de Madrid comienza con el cuadro La retirada, de Jos¨¦ Bardasano, y termina con un par de banderas rojas, una de las cuales pertenec¨ªa a los presos del PSOE en el campo nazi de concentraci¨®n de Dachau, uno de los de peor memoria.
La muestra se complementar¨¢ con un seminario sobre el exilio espa?ol a desarrollar la semana que viene en el Centro Cultural de la Villa, y su principal m¨¦rito, m¨¢s que el de la bondad de las fotograf¨ªas, es el de su orden, que termina dando una coherente visi¨®n de conjunto. Organizada por la fundaci¨®n Pablo Iglesias, la exposici¨®n no incluye el exilio liberal ni el mon¨¢rquico.El cuadro de Bardasano est¨¢ pintado al modo del realismo sovi¨¦tico: grupo de soldados heroicos pese a sus heridas y la indudable derrota del t¨ªtulo que los agrupa, y en medio de ellos un ni?o de mirada decidida, que lleva un fusil m¨¢s alto que ¨¦l a modo de testigo y un brazo en cabestrillo; quiz¨¢ la vieja idea del relevo.
La exposici¨®n, cronol¨®gica, respeta los momentos ¨¢lgidos y los descansos de la historia que relata. Lo m¨¢s dram¨¢tico, lo que coloca al espectador frente al v¨¦rtigo de un recuerdo que el tiempo comenzaba a desdibujar, son los primeros paneles, cuando en enero y febrero de 1939 cerca de 470.000 espa?oles encogidos por el fr¨ªo y el horror cruzaron por el Pirineo oriental para ser internados en campos de trabajo de f¨²nebre aspecto, mientras Franco y sus lugartenientes levantaban brazos enguantados. En las ciudades que tomaban -y que la melanc¨®lica jerga de la historia llama ca¨ªdas: la ca¨ªda de Barcelona, la ca¨ªda de Bilbao-, los soldados se ocupaban de inmediato de retirar las pruebas de otra legalidad: calle del 14 de abr¨ª1, por ejemplo. De todo ello hay fotos, as¨ª como de tres mujeres con la cabeza afeitada: venganza, represi¨®n.
Ah¨ª est¨¢n las pruebas de que unos 50.000 espa?oles pelearon contra los nazis, y que fueron en,buena parte ellos, en 1945, los que liberaron algunos departamentos franceses en el sur, fortalecidos por la creencia de que una vez roto el Eje la dictadura no resistir¨ªa en Espafia. Por un- momenta pareci¨® posible, y Francia lleg¨® a cerrar su frontera y en la ONU se llam¨® al boicot de la ¨¢ictadura y a la retirada de embajadores...
C¨®mo se frustr¨® la historia ya se sabe. Siguieron a continuaci¨®n d¨¦cadas de exilio, cuya inacabable extensi¨®n es f¨¢cil medir por las muchas etapas y universidades que recorrieron gentes como Mar¨ªa Zambrano, Francisco Ayala, Ram¨®n J. Sender, Jos¨¦ Bergam¨ªn, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Pablo Casals, Rafael Alberti y Mar¨ªa Teresa Le¨®n, y tant¨®slotros escritores, cient¨ªficos y artistas cuyas fotos, alineadas en grandes paneles, explican por s¨ª solas muchas cosas, tambi¨¦n de la posguerra, y son un elocuente resumen de lo que sucedi¨®: se calcula que el 80% de los profesores numerarios de universidad muriron en la guerra o se marcharon al exilio despu¨¦s de ella.
La Casa de Vacas
La muestra se desarrolla en la Casa de Vacas del parque de El Retiro, ese pabell¨®n luminoso y bajo en cuya terraza patinan los chicos sin descanso; tambi¨¦n ayer coir¨ªa alguno mientras hablaban Ludolfo Paramio y Enrique Moral, presidente y secretario de la fundaci¨®n Pablo Iglesias, y Ram¨®n Rubial, presidente del PSOE, que se li,mit¨® a dar las gracias. Junto a ellos se encontraba el venerable Jos¨¦ Prat, de 84 a?os, senador socialista y presidente del Ateneo, que cuando se exili¨® ya era magistrado del Tribunal Supremo y subsecretario de la Presidencia. Ser¨¢ uno de los que hablar¨¢ en el seminario de la semana pr¨®xima.A juzgar por los abrazos, los ojos h¨²medos, los ensimismados paseos y las autorizadas explicaciones que algunos daban frente a las fotos, ayer a mediod¨ªa se encontraban no pocos protagonistas de aquello, recordaban instantes de sus vidas que quiz¨¢ desearan recordar, quiz¨¢ olvidar, y comprobaban que de todas formas ya forman parte de la historia.
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