Mecano, un d¨ªa en Nueva York
El grupo actu¨® ante un p¨²blico hispanico en la discoteca Palladium
Mecano actu¨® el pasado s¨¢bado en la discoteca Palladium, de Nueva York, poniendo fin al a?o m¨¢s triunfal de su carrera. El tr¨ªo espa?ol, formado por los hermanos Ignacio y Jos¨¦ Mar¨ªa Cano y la cantante Ana Torroja, obtuvo de su p¨²blico neoyorquino la misma respuesta entusiasmada que le han brindado las audiencias espa?olas durante su gira estival, mientras su disco Descanso dominical alcanzaba el mill¨®n de ejemplares de ventas.
Palladium es la discoteca m¨¢s imponente de Manhattan. Dise?ada por el arquitecto japon¨¦s Arata Isozaki y decorada por pintores de alta cotizaci¨®n (Basquiat, Clemente, Haring y Warhol), se alza enorme en una manzana de la calle 126. Su complejo tramado de barras, l¨¢seres, pistas, escenarios, escalas y plataformas acogi¨® el s¨¢bado por la noche a unos 3.000 j¨®venes y adolescentes hispanohablantes que saltaron, levantaron los brazos y repitieron a coro las canciones del grupo de pop juvenil espa?ol m¨¢s celebrado.Elisa, de 17 a?os, ecuatoriana, dec¨ªa: "El ritmo es ch¨¦vere". Pedro, de 19, de Puebla (M¨¦xico), sin dejar de bailar sobre un amplificador, aseguraba que en M¨¦xico "nos encantan los grupos espa?oles: Mecano y Toreros Muertos". Luis, nicarag¨¹ense, de 17 a?os, profundizaba m¨¢s: "Ella escribe muy bien. La letra es magn¨ªfica. Tiene mensaje".
Entre los pocos anglohablantes presentes, dos camareras del Palladium no ahorraron elogios. Stephanie, de 24 a?os: "Me gusta m¨¢s que la m¨²sica heavy que ponen en la radio norteamericana. Esto es m¨¢s mel¨®dico, m¨¢s cantable. Est¨¢ muy bien". Kimberly, de 26 a?os: "La cantante es vers¨¢til, baila bien, tiene una voz bonita y mucha presencia esc¨¦nica. Adem¨¢s, el p¨²blico de hoy es mejor de lo habitual. Te piden perd¨®n cuando tropiezan contigo".
De negro
En efecto, la supuesta violencia de la minor¨ªa ¨¦tnica hispana no se ve¨ªa esa noche por ning¨²n sitio. Rostros cetrinos y cabelleras de color azabache, vestidos de negro hasta el cuello, se mezclaban con el aspecto casi infantil de algunos estudiantes espa?oles en un animado guateque interracial. Se conoc¨ªan los estribillos de memoria y se festejaban los primeros acordes de los temas m¨¢s conocidos. El muy s¨®lido sistema de seguridad de la sala no tuvo ning¨²n problema, y los managers estaban tan contentos como las camareras.Julen, un delineante bilba¨ªno de 28 a?os que trabaja en Manhattan, no era tan favorable a los Mecano: "Me gustan, pero no mucho". Lo cierto es que ellos son el grupo espa?ol que m¨¢s discos vende en Estados Unidos, y que nadie ha visto hasta hoy un ¨¦xito semejante de un grupo nacional en tan brillante marco.
Empezaron el concierto con Hoy no me puedo levantar, y ya desde entonces el gigantesco palacio posmoderno se les rend¨ªa. Ana se cambiaba de falda, Ignacio desplegaba su capa plateada tocando cuatro teclados al tiempo y Jos¨¦ Mar¨ªa se las daba de t¨ªmido pero gui?aba un ojo a las rubias y a las caribe?as.
Intenci¨®n
El concierto estuvo patrocinado por las emisoras hispanas Super RQ y FM 98, de la organizaci¨®n Spanish Broadcasting Radio Systems, que junto al Canal 47 de televisi¨®n son responsables de la popularidad de Mecano en Nueva York.Una pancarta desplegada sobre la pista rezaba "?Bienvenidos!", y los carteles indicadores de la sala estaban en espa?ol.
La segunda mitad del espect¨¢culo, con canciones del ¨²ltimo elep¨¦, es un ajustado mecanismo de buenas y eficientes melod¨ªas, con letras intencionadas en el fondo e ingenuas en la forma. La f¨®rmula m¨¢gica y elemental del pop, que funciona incluso con los m¨¢s j¨®venes de estos llamados hispanos de Manhattan. Mecano se salta la aduana del acento castellano y el l¨¦xico mesetario: aqu¨ª se capta su mensaje. Y se baila.
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