Masiva manifestaci¨®n en Barcelona a favor del cierre

Unas 35.000 personas -cien mil seg¨²n los organizadores y 12.000, seg¨²n la Guardia Urbana-, procedentes de diversos puntos de Catalu?a, se manifestaron ayer en Barcelona para exigir el cierre de la central nuclear Vandell¨°s 1 y el progresivo desmantelamiento de las plantas at¨®micas implantadas en el pa¨ªs. Los organizadores resaltaron que el ¨¦xito de la marcha, convocada por 53 entidades, sindicatos y diversos partidos pol¨ªticos (Iniciativa per Catalunya, Esquerra Republicana y Partit dels Comunistes de Catalunya), debe servir para que la Administraci¨®n desmantele estas industrias. Ni Converg¨¨ncia i Uni¨®, ni el PSC ni los populares apoyaban la convocatoria, lo que provoc¨® alusiones a su ausencia. entre los manifestantes.El cortejo estuvo encabezado por una pancarta en la que se le¨ªa: ",Cerremos las centrales nucleares, la primera Vandell¨°s 1", que fue llevada por habitantes del mun¨ªcipio de l'Ametlla de Mar, una de las poblaciones del entorno de la central. Los participantes se manifestaron en un tono festivo. La amenaza de lluvia sobre Barcelona se ignor¨®.

Varios miles de habitantes de los municipios del entorno de la central respondieron a la convocatoria. Joaquima Capafons, de 51 a?os, ama de casa, de Montroig del Camp, otro de los municipios afectados, fue una de las 4.000 personas que se trasladaron a Barcelona en los 30 autocares que fletaron gratuitamente los ayuntamientos de la zona. Joaquima, que llevaba una bolsa con comida que regal¨® su Ayuntamiento -bolsa que conten¨ªa dos bocadillos, una pera y una botella de agua-, dej¨® a su marido inv¨¢lido para acudir a la manifestaci¨®n.

El matrimonio alem¨¢n compuesto por Gunert y Gertrud Weiland no se plante¨® el riesgo nuclear cuando abri¨® un negocio de caravanas de camping en l'Ametlla porque su pa¨ªs "est¨¢ lleno de centrales nucleares. Pero esto se tiene que acabar". De la misma opini¨®n era Sergi Gra?ier, de 51 a?os, profesor en Narbona (Francia) que lleg¨® a Barcelona en un autocar junto a otras 40 personas porque "vivimos s¨®lo a 300 kil¨®metros y el peligro est¨¢ cerca".

La protesta concluy¨® en la plaza de Sant Jaume, frente al Palau de la Generalitat, donde una peque?a de 7 a?os de nombre Raju, que significa monta?a nevada en quech¨²a, daba saltos con su vestido de cart¨®n en el que hab¨ªa dos soles pintados: "Han tenido muchos escapes y nos pueden matar", dec¨ªa la ni?a. Los convocantes leyeron un manifiesto dirigido al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, -que tambi¨¦n se entreg¨® en la delegaci¨®n del Gobierno- exigiendo el cierre. Luego corearon junto a Miquel Vendrell una canci¨®n antinuclear. Todos se sab¨ªan la letra.