?Qu¨¦ pol¨ªtica industrial?

LA LUZ verde dada a la planta de la Sociedad Italiana del Vidrio (SIV) en la r¨ªa de El Ferrol, tomada en v¨ªsperas de las elecciones gallegas, pone de relieve nuevamente los criterios que han regido la pol¨ªtica industrial dise?ada por el Ejecutivo en los ¨²ltimos a?os. El proyecto, que permitir¨¢ la recuperaci¨®n de la actividad en una zona econ¨®micamente deprimida tras el cierre de Astano, garantiza, sin embargo, la instalaci¨®n de la SIV en unas condiciones muy ventajosas: de una inversi¨®n global de 17.500 millones de pesetas, el grupo italiano recibir¨¢ ayudas p¨²blicas espa?olas por valor de 11.000 millones, al margen de las ayudas complementarias que aporte la Xunta de Galicia.El virtual final de la reconversi¨®n, prioritaria en las actuaciones del Ministerio de Industria, ha agotado el modelo de pol¨ªtica industrial seguido por los distintos Gobiernos socialistas desde 1982. A lo largo de este per¨ªodo, la Administraci¨®n ha librado ayudas multimillonarias, ha pactado la reducci¨®n de capacidad productiva y fomentado una fuerte reestructuraci¨®n en la industria espa?ola de los sectores en declive (naval, siderurgia, etc¨¦tera). El principal grupo industrial espa?ol, el INI, ha culminado adem¨¢s su proceso de saneamiento, apoyado por una estrategia de venta de filiales. Y todo esto se ha realizado, ins¨®litamente, sin ning¨²n tipo de debate sobre el papel de la empresa p¨²blica en una sociedad como la espa?ola; lo que indica, una vez m¨¢s, el pragmatismo ideol¨®gico de los socialistas y la debilidad de una oposici¨®n pol¨ªtica que ha tragado en este terreno carros y carretas sin mover un m¨²sculo y sin enterarse de lo que ocurr¨ªa. El saneamiento de estas sociedades, trasvasadas despu¨¦s al sector privado, se ha llevado a cabo con la inyecci¨®n de grandes sumas de dinero del contribuyente.

Una vez agotado el modelo aplicado con las indusidas de chimenea durante casi una d¨¦cada, el nuevo Gobierno ha de redefinir sus modos de actuaci¨®n. Durante la legislatura que ahora se abre, el Ministerio de Industria necesita abordar, entre otros aspectos, la recomposici¨®n fundamental del sector energ¨¦tico -fuertemente endeudado e inviable a medio plazo en su actual estructura- y reflexionar adem¨¢s sobre el papel de una industria p¨²blica rentable y saneada con dinero del contribuyente. El primer intento de dibujar una pol¨ªtica industrial posreconversi¨®n, el llamado Libro Blanco elaborado por el equipo del anterior ministro, Luis Carlos Croissier, se convirti¨® casi en papel mojado tras el nombramiento de Claudio Aranzadi como responsable del departamento.

El nuevo Ejecutivo ha de reflexionar sobre los instrumentos de pol¨ªtica industrial con los que cuenta el ministerio en esta nueva etapa, teniendo en cuenta adem¨¢s que los m¨¢rgenes de actuaci¨®n han disminuido como consecuencia de la plena integraci¨®n de Espa?a en la Comunidad Europea. Dos hechos son claves para interpretar el futuro del departamento responsable de la pol¨ªtica industrial: en primer lugar, su dependencia de hecho del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda -responsable ¨²ltimo de librar los recursos que han dado margen de acci¨®n pol¨ªtica-, que supone la subordinaci¨®n de la estrategia industrial del Gobierno a los dictados de la pol¨ªtica macroecon¨®mica.

En segundo lugar, los ministerios de Industria y de Econom¨ªa deben avanzar conjuntamente en sus pol¨ªticas horizontales (promoc¨ª¨®n tecnol¨®gica, apertura a los mercados exteriores, mejora de las redes comerciales, etc¨¦tera), en las que, pese a lo ambicioso de los objetivos marcados, se cuenta con partidas presupuestarias simb¨®licas. En definitiva, se trata de dar el paso para poner en segundo t¨¦rmino la reestructuraci¨®n y llevar a primer plano la reindustrializaci¨®n, como ocurre en los pa¨ªses de nuestro entorno.