Tortas en la 'jaula'

Agust¨ªn Adarraga y Alberto Codina, los dos mejores jugadores espa?oles, son los protagonistas de la curiosa historia que conmociona el mundo del squash y que est¨¢ empezando a hacer leyenda. Cuentan quienes han tenido el privilegio de verlos enfrentados que su rivalidad est¨¢ llegando a cotas apasionantes. Todo empez¨® hace dos meses cuando, tras una serie de pol¨¦micos sucesos, ambos abandonaron la pista mientras disputaban la final del Open Caixa Barcelona. En el Club Bonasport se vivi¨® el domingo el ¨²ltimo cap¨ªtulo del duelo que acab¨® con la victoria de Adarraga por 3-1.

Adarraga, jugador n¨²mero 22 de la clasificaci¨®n mundial, que reaparec¨ªa despu¨¦s de seis meses de convalecencia tras haber sufrido un grave accidente de autom¨®vil, se quej¨® en aquella final -celebrada el d¨ªa de la festividad de la Merc¨¦ en el squash Barcelona- de que su contrincante le golpeaba con la raqueta."Ten¨ªa un miedo terrible a que Codina me pegara en la cabeza", recuerda; "yo todav¨ªa padec¨ªa las secuelas del accidente y los m¨¦dicos me hab¨ªan recomendado que evitara los golpes. Codina, que tiene un swing muy amplio y agresivo, me roz¨® varias veces".

Las versiones sobre lo sucedido son contradictorias. Fernando Roger, juez ¨¢rbitro y 20? jugador espa?ol, dijo que Adarraga no tuvo suficientes motivos para abandonar la pista y tal vez tom¨® esa determinaci¨®n "porque no estaba en su forma ideal y notaba en exceso la presi¨®n, aunque es cierto que Codina, que procede del tenis, hace un molinete muy grande antes de golpear la pelota".

La pol¨¦mica aument¨® cuando Adarraga, tras pedir la sustituci¨®n del ¨¢rbitro, dej¨® la pista. Codina lo interpret¨® como un abandono del partido por parte de su adversario, por lo que a su vez se retir¨® al vestuario. Despu¨¦s de varios minutos de discusiones, y cuando todo parec¨ªa solucionado, fue Codina quien se neg¨® a volver a la pista.

Roger explica que no es normal que existan tantos problemas como los que se suscitan en los partidos que disputan ?darraga y Codina, "a pesar de que este deporte se disputa en una jaula de reducidas dimensiones [una habitaci¨®n cerrada por sus cuatro lados, de 9,75 metros de largo por 6,40 metros de ancho] y a veces es inevitable que los jugadores se molesten, choquen entre s¨ª y eventualmente incluso se golpeen involuntariamente".

El reencuentro

Adarraga y Codina volvieron a encontrarse el domingo en una final, la del Masters Rank Xerox. Ten¨ªan, dicen, ganas de cruzar sus raquetas en esa curiosa habitaci¨®n acristalada. Y volvi¨® a desatarse la pol¨¦mica. Ya antes de empezar, fueron precisas varias reuniones para decidir qui¨¦n iba a ser el juez ¨¢rbitro encargado de dirigir la final. Santiago Nieto, ¨¢rbitro y seleccionador espa?ol que cuenta con ambos jugadores para formar el equipo nacional, fue finalmente el elegido.Los nervios y las discusiones se desataron desde el primer punto. Nieto tuvo que advertir a ambos jugadores numerosas veces. Los dos se hartaron de pedir let (repetici¨®n del punto a causa de la obstrucci¨®n del rival).

El partido fue vibrante y muy igualado, especialmente en el segundo y tercer sets, y dur¨® cerca de dos horas en las que Adarraga y Codina mantuvieron una tenaz lucha por dominar el centro de la pista. Los parciales finales fueron: 9-3, 8-10, 9-6 y 9-4.

Codina, muy conservador durante el desarrollo de los primeros puntos, demostr¨®, pese a la derrota, que cada vez est¨¢ m¨¢s cerca del nivel de Adarraga, como el n¨²mero uno espa?ol reconoci¨®. El juego fue brillante pese a los trucos y artima?as que ambos utilizaron y a pesar de las constantes interrupciones del juego.

La final se hab¨ªa presentado, en determinados sectores, como un duelo por la supremac¨ªa de squash espa?ol entre un madrile?o, semiextranjero, y un catal¨¢n Tras recibir el premio, Adarraga nacido en Australia y residente en Madrid, dijo al p¨²blico: "Mi madre es catalana, que mi padre e vasco, que me siento totalmente espa?ol y que si nac¨ª en Australia fue un simple accidente".

A pesar de todos los problemas durante la final, el momento culminante fue cuando los do jugadores se saludaron en u gesto que alguien calific¨® como "el abrazo de Vergara". Pero y esperan el pr¨®ximo duelo.