Kohl tranquiliza a los aliados sobre la unidad alemana

Bonn intent¨® ayer tranquilizar a sus aliados y quitar importancia a las cr¨ªticas surgidas tras la presentaci¨®n por el canciller Helmut Kohl, el martes ante el Bundestag (Parlamento), del plan de 10 puntos para la reunificaci¨®n alemana. Kohl habl¨® por tel¨¦fono con el presidente de EE UU, George Bush, para explicarle con detalle su plan. En la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) las reacciones, si no positivas, s¨ª han sido al menos moderadas. El jefe del Estado, Egon Krenz, se limit¨® a repetir su postura de que hab¨ªa que mantener la existencia de dos Estados soberanos, pero no descart¨® la posibilidad de una confederaci¨®n.

A las acusaciones sovi¨¦ticas de que la propuesta de Kohl pretend¨ªa alentar el nacionalismo alem¨¢n, expresadas ayer en Mosc¨² por el portavoz de Exteriores Yuri Gremitskikh, respondi¨® Horst Teltschik, uno de los principales asesores de Kohl y el hombre directamente responsable de la redacci¨®n del plan para la reunificaci¨®n. "Tan pronto como hablamos de unidad [alemana], nos critican", dijo; "no me sorprende, es lo normal".La oposici¨®n en la RDA fue mucho menos receptiva a la propuesta y acus¨® a Kohl de pretender absorber el pa¨ªs. Un portavoz del grupo opositor Nuevo Foro indic¨® que muchos alemanes orientales ten¨ªan miedo "de ser vendidos como una empresa en quiebra", si bien a?adi¨® que las propuestas de Kohl deb¨ªan ser estudiadas detenidamente. Esta postura coincide con la que mantuvo Teltschik, para quien "hace falta tiempo" para poder estudiar a fondo el plan.

De hecho, la reacci¨®n sovi¨¦tica, como ha venido sucediendo desde que el pasado d¨ªa 9 las autoridades de Berl¨ªn Este decidieran abrir sus fronteras, ha sido m¨¢s formal que efectiva. Ayer mismo, una delegaci¨®n de la URSS visitaba Bonn para conseguir la cooperaci¨®n de la RFA en la reconversi¨®n de industrias b¨¦licas en productoras de bienes de consumo.

Seg¨²n Georgui Petrov, del Ministerio de Relaciones Econ¨®micas Internacionales, su misi¨®n consist¨ªa en estudiar las posibilidades de establecer empresas mixtas y otras formas de cooperaci¨®n. "F¨¢bricas que ahora producen misiles podr¨ªan en el futuro fabricar m¨¢quinas de caf¨¦ u otros bienes de consumo", indic¨®.

En Berl¨ªn Este, Egon Krenz fue deliberadamente ambiguo y evit¨® descalificar totalmente el plan de Kohl. "Cuando uno define la palabra confederaci¨®n y lo hace bas¨¢ndose en dos Estados soberanos, entonces uno puede hablar de cualquier cosa", dijo Krenz, si bien puntualiz¨® que "la unidad alemana no est¨¢ en la agenda". "No estamos dispuestos a dejarnos dictar condiciones o precondiciones", asegur¨®. M¨¢s conciliador a¨²n fue el portavoz gubernamental, Wolfgang Meyer, el cual, tras repetir la necesidad del respeto a la soberan¨ªa y la igualdad, admiti¨® que el plan de Kohl ofrec¨ªa sugerencias muy interesantes para discutir sobre temas concretos, como medio ambiente, comunicaciones y transporte, entre otros.

"M¨¢quina capitalista"

Los grupos opositores de la RDA fueron mucho m¨¢s radicales en su rechazo a las pretensiones emanadas el martes de Bonn. Todos ellos expresaron su ya conocido temor a verse arrastrados por la "m¨¢quina capitalista" e involucrados en "una sociedad de consumo" en la que "hay que utilizar los codos" para sobrevivir.Este miedo a perder los beneficios de un Estado paternalista se ha convertido en una obsesi¨®n de los grupos de intelectuales que controlan la c¨²pula de los nacientes grupos opositores, s¨ª bien empiezan ya a aparecer los primeros indicios de que la misma poblaci¨®n que los aclama en las manifestaciones no podr¨ªa estar del todo de acuerdo en el tipo de sociedad que desean preservar, especialmente despu¨¦s de los contactos con parientes y amigos en la RFA que han tenido lugar desde que se abrieron las fronteras.

Ayer, el peri¨®dico del partido comunista de la RDA, Neues Deutschland, parec¨ªa hacer caso a los consejos de Kohl de acabar con la econom¨ªa planificada y obedecer a las leyes del mercado, algo que se encargaron de repetir en Bonn ante el Bundestag los ministros de Econom¨ªa y de Finanzas, Theo Waigel y Helmut Haussmann, respectivamente. Ambos lanzaron un furibundo ataque contra la pol¨ªtica de subsidios a los precios, que, aseguraba el editorialista, se lleva una quinta parte del presupuesto del Estado y distorsiona la econom¨ªa del pa¨ªs. "La din¨¢mica del desarrollo ha mostrado que la producci¨®n y el consumo son las bases de las leyes econ¨®micas", dec¨ªa el art¨ªculo; "la actual pol¨ªtica de subsidios y el efecto que tiene en los precios ya no corresponde a las condiciones actuales del socialismo en la RDA".

Con respecto a sus aliados, a quienes la iniciativa de Kohl parece haber tomado por sorpresa, Bonn se dedic¨® ayer a una intensiva labor de tranquilizaci¨®n. Aparte de anunciar la conferencia telef¨®nica del canciller con Bush, el ministro portavoz, Hans Klein, reiter¨® que "cualquier especulaci¨®n sobre una posible debilitaci¨®n de los lazos de la RFA con Occidente est¨¢ completamente al margen de la realidad.