Ed¨¦n Pastora regresa al Nicaragua tras ocho a?os de exilio
Ed¨¦n Pastora regres¨® ayer a Nicaragua despu¨¦s de ocho a?os de exilio, decidido a reincorporarse a la pol¨ªtica activa con las ¨²nicas armas de su leyenda y una desmedida pasi¨®n por su propia independencia.
ENVIADO ESPECIAL
Contra sandinistas y contra la oposici¨®n, contra Estados Unidos y contra Cuba, Pastora prometi¨® luchar solo, o casi solo, por la democracia, la libertad y la recuperaci¨®n de los mejores valores de la revoluci¨®n a la que ¨¦l contribuy¨® decisivamente.En el aeropuerto Augusto C¨¦sar Sandino de la ciudad de Managua apenas hab¨ªa dos centenares de personas cuando el avi¨®n de Aeronica procedente de Costa Rica tom¨® tierra a las 8.20 de una ma?ana de sol infernal.
El para siempre Comandante Cero entr¨® en la oficina de emigraci¨®n para firmar, como cualquier otro exiliado pol¨ªtico, el documento por el que niega toda implicaci¨®n en actividades armadas contrarrevolucionarias. A continuaci¨®n, entreg¨® al oficial correspondiente el pasaporte nicarag¨¹ense que hace pocos d¨ªas le fue concedido en San Jos¨¦ de Costa Rica, su lugar de residencia en los ¨²ltimos a?os, por un ministro del Gobierno sandinista.
La modesta comisi¨®n de bienvenida estuvo encabezada por el candidato a la presidencia por el Partido Social Cristiano (PSC) Erick Ram¨ªrez, quien desfil¨® junto a Pastora en el coche descubierto que recorri¨® durante casi dos horas los principales barrios de la capital.
Una charanga musical y un par de camiones con militantes del PSC animaron el recorrido y repitieron vivas al comandante que, con su toma del Palacio Nacional en 1978, asom¨® la revoluci¨®n sandinista a los ojos del mundo. Sorprendidos de lo que ve¨ªan -ni el diario sandinista, Barricada, ni el peri¨®dico de la oposici¨®n, La Prensa, informaron de la llegada de Pastora-, mucha de la gente con la que se cruz¨® la caravana se?alaba a este hijo pr¨®digo sin acabar de creerse que cero volv¨ªa a cabalgar por las calles de Managua.
Empieza as¨ª Ed¨¦n Pastora un dif¨ªcil retorno a la sociedad civil. Acostumbrado a hacerse oir a punta de fusil, son toda una inc¨®gnita sus posibilidades de ¨¦xito.
Oficialmente, va a apoyar la campa?a del socialcristiano Ram¨ªrez, que no tiene ninguna opci¨®n de victoria, pero todos saben que, a la larga, Pastora s¨®lo apoyar¨¢ a Pastora.
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