La OTAN condiciona la reunificaci¨®n alemana

La cumbre extraordinaria de la OTAN celebrada ayer en Bruselas expres¨® el "sost¨¦n un¨¢nime de los aliados" a la perestroika, los acuerdos sobre desarme, las ayudas al Este y la reunificaci¨®n de Alemania. El presidente norteamericano, George Bush, que inform¨® a los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN sobre su reciente reuni¨®n en aguas de Malta con Mijail Gorbachov, cit¨® cuatro condiciones para la superaci¨®n de la divisi¨®n alemana, entre las que destacan que sea un proceso pac¨ªfico realizado paso a paso y que se respeten las fronteras garantizadas en la Conferencia de Helsinki.

El presidente norteamericano asegur¨® que Estados Unidos tiene la intenci¨®n de Continuar siendo una potencia europea y piensa mantener "una significativa presencia militar en Europa" en tano en cuanto as¨ª lo deseen los aliados de Washington.En una conferencia de prensa celebrada al final de una sesi¨®n plenaria de la OTAN convocada para informar a los miembros de la alianza de la cumbre de Malta, Bush explic¨® los cuatro puntos que se consideran imprescindibles para llegar a una reunifici¨®n alemana. Estos son: que la reunificaci¨®n se consiga por medio de la autodeterminaci¨®n; que sea pac¨ªfica, gradual y paso a paso; que Alemania mantenga sus compromisos actuales con la Alianza Atl¨¢ntica y la Comunidad Europea, y que se respete el Acta Final de Helsinki, que declaraba la inviolabilidad de las fronteras fijadas al final de la Segunda Guerra Mundial.

La seguridad

Los planteamientos del presidente estadounidense, incluido un futuro de Europa, en el que "la OTAN continuar¨¢ garantizando la seguridad y la CE jugar¨¢ un papel mucho m¨¢s importante", fueron sustentados por todos los aliados, en especial el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, que apoy¨® casi punto por punto todas sus propuestas.

El canciller al¨ªe la RFA, Helmut Kohl, manifest¨® que "en la soluci¨®n de Alemania est¨¢ la superaci¨®n de la divisi¨®n de Europa", pero afirm¨® que 1a reunificaci¨®n se llevar¨¢ a cabo en un marco de estabilidad, anclada en el contexto de la CE y de la OTAN".

Acaso la ¨²nica nota discordante la puso la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, quien subray¨® con ¨¦nfasis la necesidad de mantener los niveles de seguridad en todo el proceso de apertura al Este, y, sobre todo, llam¨® la atenci¨®n sobre "los los riesgos que encierran" los cambios. Tambi¨¦n este requisito queda garantizado con el consenso de los aliados de mantener el papel de la OTAN como "coraz¨®n de la seguridad occidental", en palabras del secretario general, Manfred W?rner, para quien ahora existe "un v¨ªnculo entre la integraci¨®n de la Comunidad Europea y la solidaridad de la Alianza Atl¨¢ntica". Estados Unidos ha dado tambi¨¦n aarant¨ªas de "mantener fuerz as norteamericanas en Eu ropa hasta que los aliados quieran, pero el matiz introducido por Bush consiste en reforzar el car¨¢cter pol¨ªtico de la organizaci¨®n en su papel de "defensora de los principios de la democracia".

Se mantendr¨¢n ambas alianzas

El nuevo plan de futuro de la Alianza Atl¨¢ntica queda reforzado porque el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, "comprende" la dimens¨ª¨®n norteamericana, y tambi¨¦n canadiense, de la seguridad europea, y tanto la OTAN como Mosc¨² est¨¢n de acuerdo en mantener las dos alianzas, que han representado seguridad en el pasado, pero "ofrecen tambi¨¦n el mecanismo para una negociaci¨®n futura".

En una declaraci¨®n previa a su reuni¨®n con los periodistas, el presidente norteamericano manifest¨® que los pueblos de Europa oriental est¨¢n viviendo "una aut¨¦ntica revoluci¨®n pac¨ªfica y que estaban realizando decisiones fundamentales sobre su destino".

Sin embargo, Bush lanz¨® una nota de cautela sobre una explosi¨®n de optimismo. "Vivimos tiempos de grandes esperanzas. Pero no confundamos las expectativas prometedoras con las realidades existentes", a?adi¨® Bush. Por ¨²ltimo, Bush subray¨® que la Comunidad Europea tiene "un papel vital que jugar como im¨¢n que atraiga y promueva la reforma en Europa oriental".

Bush se dirigic¨ª a una reuni¨®n extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atl¨¢ntica para asegurarles que Malta no hab¨ªa sido otra Yalta, la cumbre en la que Roosevelt, Stalin y Churchill fijaron, en febrero de 1945, el nuevo orden europeo poco antes del final de la II Guerra Mundial. Fuentes oficiales norteamericanas y sovi¨¦ticas se han esforzado en asegurar que las conversaciones entre Bush y Gorbachov hab¨ªan constituido m¨¢s una declaraci¨®n de intenciones sobre las relaciones Este-Oeste que una negociaci¨®n entre las superpotencias para decid¨ªr el futuro de Europa a espal das de los europeos.

La preocupaci¨®n europea por los dram¨¢ticos acontecimientos que se suceden a diario en la Europa del Este fue reflejada por W?rner, quien, en unas palabras previas a la intervenci¨®n de Bush, se refiri¨® a 1a necesidad que tenemos de enfrentarnos a los cambios que se est¨¢n produ ciendo en el Este de Europa. La cuesti¨®n de la arquitectura del futuro de Europa se ha planteado m¨¢s r¨¢pidamente de lo que nadie pod¨ªa predecir", a?adi¨® W?rner

[El secretario de Estado norteamericano, James Baker, visitar¨¢ Berl¨ªn el pr¨®ximo d¨ªa 12, informa Reuter].