Los debutantes

El sucesor de Manuel Fraga como principal dirigente de la oposici¨®n conservadora y el nuevo l¨ªder de Izquierda Unida tuvieron una acogida desigual en su deb¨² en un debate de investidura. Mientras Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar suscit¨® alguna iron¨ªa del veterano pol¨ªtico socialista, muy experto en la dial¨¦ctica del cuerpo a cuerpo, Julio Anguita fue objeto de insistentes descalificaciones por parte de Felipe Gonz¨¢lez, cuyo grupo parlamentario murmur¨® y ri¨® casi continuamente al hilo del discurso del secretario general del PCE.

El candidato a presidente del Gobierno mantuvo un tono respetuoso hacia la intervenci¨®n de Aznar, pero no desaprovech¨® la ocasi¨®n para reconvenir al joven dirigente del PP: "Decir que en la integraci¨®n Europea los dem¨¢s partidos nos hemos acercado a las posiciones del suyo me parece un pel¨ªn exagerado", le dijo. Pero Aznar le replic¨® sin complejos. "Ya s¨¦ que ¨¦ste es su debate de investidura, no el m¨ªo", afirm¨® cuando fue criticado por el tono de su intervenci¨®n. "Al m¨ªo, al debate de mi investidura, ya asistir¨¢ usted", sentenci¨® con desparpajo.

Tras haber criticado un funcionamiento de los servicios p¨²blicos que se aproxima, en su opini¨®n, a la "plena incompetencia", polemiz¨® con Gonz¨¢lez, sin salir malparado del trance. En su discurso, espet¨® al presidente en funciones: "Usted ha pasado de ser el so?ador que dec¨ªa necesitar 25 a?os para dar forma a su proyecto a sor un hombre que est¨¢ pensando en la retirada". Gonz¨¢lez le replic¨® que en una ocasi¨®n similar Indalecio Prieto -despu¨¦s tuvo que rectificar y admitir que se trataba de Pablo Iglesias- hab¨ªa dicho: "Es verdad, pero despu¨¦s de o¨ªrle no me parece ya una buena idea" la de la retirada.

Anguita encaja

El l¨ªder de Izquierda Unida dio la impresi¨®n de que estaba preparado para recibir de Felipe Gonz¨¢lez una respuesta sin concesiones a la vista de lo que ha sido la campa?a electoral, plagada de descalificaciones mutuas. Queda tambi¨¦n en la memoria el trato que Gonz¨¢lez dispens¨® al ex dirigente de la coalici¨®n, Gerardo Iglesias, en la misma tribuna de oradores. Una caracter¨ªstica com¨²n se observa tanto en Iglesias como en Anguita: el aplomo con que reciben la le?a dial¨¦ctica.

Julio Anguita se estren¨® en el Congreso con un discurso sin paliativos en la cr¨ªtica a la gesti¨®n de los socialistas. El nuevo l¨ªder de IU hizo gala de gran serenidad, quiz¨¢ para destruir la tesis de que no hay pol¨ªtico al que no le tiemblen las piernas y la voz en su primer d¨ªa de ascensi¨®n a la tribuna de oradores. Seg¨²n los m¨¢s veteranos, desde esa posici¨®n los murmullos, e incluso los insultos, se escuchan con toda nitidez y hay algunos que reconocen haber perdido el hilo del discurso ante ese mar de fondo. Si Anguita sufri¨® ese mal de altura no se not¨®, ya que en ning¨²n momento perdi¨® ese tono pedag¨®gico, a veces un tanto elemental, que debe, seg¨²n confesi¨®n propia, a su condici¨®n de maestro.

Anguita y Aznar compartieron la solidaridad del novato, intercambi¨¢ndose sonrisas y saludos muy afectuosos.