Los pa¨ªses del Este piden ayuda econ¨®mica urgente para resolver sus problemas medioambientales
El acuerdo alcanzado ayer en Francfort con la adopci¨®n de la primera Carta Europea de la Salud P¨²blica y el Medio Ambiente no impidi¨® que los ministros de pa¨ªses del Este de Europa pidieran uno tras otro ayuda econ¨®mica a sus colegas occidentales para resolver los problemas producidos por unas industrias nacionales en su mayor parte obsoletas. El texto es tambi¨¦n el primer acuerdo internacional que establece un nexo claro entre el deterioro del ecosistema y los problemas sanitarios de la poblaci¨®n, y considera la conservaci¨®n de la naturaleza como un derecho humano fundamental.
La Carta fue suscrita sin reservas por 28 de los 32 miembros de la Oficina Regional para Europa de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), entre ellos Espa?a. Con la tranquilidad de consenso asegurada desde el principio, la emoci¨®n la pusieron, los representantes de pa¨ªses como Polonia, Checoslovaquia, la RDA y Hungr¨ªa, al se?alar la urgencia de una mayor cooperaci¨®n en temas ecol¨®gicos entre las dos Europas, hasta ahora divididas por la guerra fr¨ªa.El comisario europeo Carlo Ripa di Meana anunci¨® ayer que la Agencia Europea de Medio Ambiente, reci¨¦n aprobada, estar¨¢ abierta a otros pa¨ªses ajenos a la Comunidad Europea. La CE tambi¨¦n suscribi¨® en bloque los principios de la Carta. En este punto, la RFA ofreci¨® Berl¨ªn como sede de la agencia, dado el simbolismo de la ciudad en la nueva Europa que se avecina.
Discordancia brit¨¢nica
S¨®lo la intervenci¨®n del Reino Unido empa?¨® algo el ambiente de simpat¨ªa despertado por las peticiones de "solidaridad" de Piotr Mierzewski, secretario de Estado polaco de Sanidad y miembro del sindicato Solidaridad, y el aplomo con que su colega checo, el epidemi¨®logo Vladimir Kodat, asegur¨® que el nuevo Gobierno de Checoslovaquia cumplir¨ªa todas sus obligaciones para con la Carta.
Los brit¨¢nicos, entre tanto, expresaron su apoyo a cualquier esfuerzo internacional por preservar la naturaleza, "pero siempre sin olvidar que las decisiones pol¨ªticas tomadas en el terreno del medio ambiente son muy caras y deben ir acompa?adas de estudios cient¨ªficos que garanticen buenos resultados".
La Carta Europea reci¨¦n adoptada afirma por primera vez que la salud recibe los mayores golpes por parte de un ecosistema agobiado por la contaminaci¨®n de las aguas, del aire, de productos agr¨ªcolas y de los animales destinados al consumo. S¨®lo en la RFA, por ejemplo, la producci¨®n de ¨®xido n¨ªtrico se ha doblado en los ¨²ltimos 20 a?os, convirtiendo la bronquitis cr¨®nica en la cuarta enfermedad m¨¢s grave del pa¨ªs.
A sus hospitales acuden cada vez m¨¢s ni?os con problemas de alergia y eczemas en la piel producidos por el mal estado del agua o el aire que respiran. En buena parte de los pa¨ªses europeos muy industrializados los niveles de contaminaci¨®n de la leche materna superan 40 veces los hallados en la de vaca, seg¨²n el estudio realizado por el epidemi¨®logo alem¨¢n F. Schwartz.
La Carta concluye con una llamada a los Gobiernos de Europa para que los planes del medio ambiente sean puntos esenciales de las pol¨ªticas de la pr¨®xima d¨¦cada.
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