Valent¨ªne Pelka

Entre los muchos comentarios que el p¨²blico dedica a la pel¨ªcula de Gonzalo Su¨¢rez Remando al viento -15 meses en pantalla en Madrid-, dos surgen de inmediato entre el p¨²blico que sale del cine: el lirismo de texto e im¨¢genes, y la apostura de sus tres principales actores, Lizzy McInnerny (como Mary Shelley), Hugh Grant (lord Byron) y Valentine Pelka (el poeta Shelley).Pelka, brit¨¢nico de ascendencia polaca, soltero, nacido hace 33 a?os en la ciudad industrial de Dewsbury, est¨¢ en Espa?a rodando una serie norteamericana para televisi¨®n y viviendo Madrid. Sobrellevando mal su tr¨¢fico y adapt¨¢ndose muy bien a su ritmo nocturno.

La forma en que Pelka ha entrado en contacto con nuestro pa¨ªs ha sido bien distinta a la de la mayor¨ªa de sus compatriotas, "que ven al principio Torremolinos y Benidorm". Sus primeros paisajes ib¨¦ricos fueron los de La Mancha, cuando en la primavera de 1985 estuvo rodando con Alec Guinness en El Toboso la pel¨ªcula Monse?or Quijote, basada en la novela de Graham Greene. Su papel era el de un sacerdote salmantino, asesor del obispo.

Despu¨¦s, en 1987, Gonzalo Su¨¢rez le escogi¨® para el personaje de Percy Bysshe Shelley en la pel¨ªcula Remando al viento. Un papel que por nada del mundo quer¨ªa perderse: "Cuando me llamaron para las pruebas, yo estaba representando en televisi¨®n a un joven muy violento con el pelo muy corto. Pens¨¦ que si me ve¨ªan as¨ª, no me iban a aceptar como Shelley. ?Qu¨¦ pod¨ªa hacer? Me fui a una peluquer¨ªa de postizos y dije que necesitaba para el d¨ªa siguiente una peluca del siglo XIX, con los cabellos bien largos". Y lo consigui¨®. "El car¨¢cter de Shelley era tremendamente complicado, lleno de grandes contradicciones. Una persona muy activa. Interesado por la pol¨ªtica -fue un gran defensor del nacionalismo irland¨¦s- y la ciencia. Nada convencional, que quiso vivir con dos mujeres al mismo tiempo, porque las amaba, pero que tambi¨¦n las hizo sufrir. Junto con lord Byron dio forma al romanticismo ingl¨¦s, una aut¨¦ntica revoluci¨®n en la forma de sentir y escribir. Aunque vivi¨® s¨®lo 30 a?os, su biografia es un volumen de muchos cientos de p¨¢ginas".

?Se parece en algo Valentine Pelka al poeta rom¨¢ntico? "No, creo que no, ni siquiera flisicamente. Los rasgos de su cara eran mucho m¨¢s brit¨¢nicos. Bueno, los dos somos delgados". Aunque en la pel¨ªcula Pelka da una imagen de hombre duro y fuerte, ese efecto se debe m¨¢s a la magia de los buenos actores, que se engrandecen ante las c¨¢maras, que a su aspecto real: mucho menos anguloso. Gran conversador, ojos de color cielo tormenta.

Cura salmantino con un director ingl¨¦s y poeta brit¨¢nico con un director espa?ol. Despu¨¦s del trabajo con Gonzalo Su¨¢rez, y tras unos d¨ªas de mucho dormir -"hab¨ªamos trabajado muy fuerte, fue un per¨ªodo intenso, de mucha creatividad"- ha hecho teatro y varias series para televisi¨®n. Le gusta detenerse en el atormentado argumento de Invierno en la ma?ana, obra autobiogr¨¢fica de Janina Baumann sobre un amor de adolescentes en un campo de concentraci¨®n nazi.

Pelka, que ya se enamor¨® de Francia (donde curs¨® parte de sus estudios universitarios) e Italia (donde rod¨® en 1984 su primer gran papel cinematogr¨¢fico, junto con Richard Gere, en la superproducci¨®n norteamericana El rey David), se ha quedado con la copla espa?ola m¨¢s castiza, y aparte de encantarle ir de tapas en Londres, asegura que va a empezar a escribir un gui¨®n sobre un extranjero que descubre alucinado las mil caras de Madrid.