La 'bossa nova' alcanza la madurez
Hace 30 a?os, un disco de Jo¨¢o Gilberto produjo en R¨ªo de Janeiro una revoluci¨®n musical
En 1959, un elep¨¦ de Jo¨¢o Gilberto titulado Chega de saudade (Basta de a?oranza) era distribuido a las principales tiendas de discos de Brasil. Pocos pod¨ªan prever entonces que aquel extra?o disco se convertir¨ªa en un preciado tesoro para coleccionistas. Con ¨¦l comenz¨® a hablarse de la bossa nova. Una nueva m¨²sica nacida en R¨ªo de Janeiro que suscit¨® al principio bastantes recelos. V¨ªa Estados Unidos llegar¨ªa despu¨¦s a todos los rincones del planeta.
La bossa nova se fue gestando lentamente en la llamada zona sur de R¨ªo de Janciro, en los barrios de Copacabana, Ipanema y Leblon, donde se asentaba la clase media alta de la ciudad. Sus art¨ªfices eran j¨®venes universitarios y correspond¨ªa a un per¨ªodo de cambios. Corr¨ªan los a?os cincuenta y as¨ª lo contaba Antonio Carlos Jobim: "Viv¨ªamos un clima de apertura pol¨ªtica. Juscelino Kubitschek era el primer presidente elegido libremente. Se constru¨ªa una nueva capital, Brasilia, y Brasil se rnodernizaba con la esperanza de convertirse en un pa¨ªs de futuro".Desde un punto de vista estrictamente musical, la bossa nova tuvo diversos precursores a principios de los cincuenta: artistas corno Johnny Alf, Dick Farney o Lucio Alves, en los que la influencia del jazz m¨¢s suave y de crooners como Bing Crosby o Frank Sinatra se dejaba sentir. Un pr¨¦stamo que la bossa devolver¨ªa m¨¢s tarde al propio jazz. Tampoco hay que olvidar que con anterioridad a la eclosi¨®n del movimiento hubo varios esbozos como la grabaci¨®n en 1956 de Foi a noite, a cargo de la desaparecida Silvia Telles. Ese mismo a?o, Jobim m¨²sico una obra de teatro de Vinicius de Moraes, Orfeu da concei?ao, preludio inmediato de la pel¨ªcula de Marcel Camus Orfeo negro, premiada en 1959 con la Palma de Oro del Festival de Cannes y con el oscar al mejor filme extranjero. Antes, en un peque?o sello discogr¨¢fico, hab¨ªa visto la luz un ¨¢lbum de Elizeth Cardoso titulado Can?ao do amor demais, que conten¨ªa algunas composiciones de Jobim y Vinicius y contaba con el pecu liar acompa?amiento a la guitarra de un tal Jo¨¢o Gilberto.
En julio de 1958, el citado Gilberto consigui¨® finalmente grabar un 78 r.p.m. con Chega de saudade (Job¨ªm-Vinicius) en una cara y Bim bom (de su propia autor¨ªa) en la otra. Pero hasta el mes de diciembre la compan¨ªa no se atrevi¨® a distribuirlo a los principales puntos de venta de R¨ªo y de S¨¢o Paulo. Se oyeron voces preguntando c¨®mo era posible que grabase discos un individuo que ni siquiera sab¨ªa cantar. Incluso el jefe de ventas de la propia compa?¨ªa habr¨ªa exclamado: "?C¨®mo esperan que vendamos semejante cosa?". Sin embargo, la buena acogida propici¨® la publicaci¨®n, a principios de 1959, del correspondiente elep¨¦.
Los sesenta
En 1962, la grabaci¨®n de Desafinado por parte del saxofonista Stan Getz y el guitarrista Charlie Byrd tuvo un impaci o cornercial sorprendente. Le siguieron ¨¦xitos como Samba de uma nota s¨® y, c¨®mo no, la chica, la legendaria Garota de Ipanema, en la voz de Astrud Gilberto. El 21 de noviembre de ese mismo a?o tuvo lugar en el Carnegle Hall de Nueva York la presentaci¨®n en sociedad de la bossa. Una puesta de largo que, bajo el r¨®tulo de bossa nova-new brazilian jazz, congreg¨® a Jobim, Jo¨¢o Gilberto, Carlos Lyra, Sergio Mendes, ?scar Castro-Neves... Desde Estados Unidos la bossa irrumpio con fuerza en todo el planeta.Varias son las definiciones que se han dado del vocablo. Desde traducirlo como "nueva ola" hasta entenderlo como la vocaci¨®n o aptitud de alguien en relaci¨®n a una actividad determinada. La bossa nova era una especie de m¨²sica de c¨¢mara para peque?os ambientes, que pretend¨ªa integrar melod¨ªa, armon¨ªa y ritmo, de tal forma que no destacase ninguno de estos aspectos, y cuyos temas ofrec¨ªan un caracter¨ªstico balanceo r¨ªtmico ligeramente desfasado de la rrielod¨ªa as¨ª como sutiles progresiones de acordes que generaban una atm¨®sfera intimista.
Desde sus inicios, la bossa nova se vio envuelta en numerosas pol¨¦micas: no se aceptaban sus disonancias, a lo cual [os encausados responder¨ªan de forma magistral con Desafinado. El tiempo, como en tantas otras ocasiones, se ha encargado de zanjar el asunto. Porque todos los m¨²sicos brasile?os actuales son deudores de aquella pac¨ªfica revoluci¨®n". Pero no s¨®lo ellos. Las aportaciones de la bossa nova y sus canciones forman ya. parte de nuestra cultura.
Babelia
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