Una econom¨ªa verde

La situaci¨®n de la econom¨ªa gallega, a tres a?os vista de la implantaci¨®n del mercado ¨²nico europeo, no deja demasiadas puertas abiertas al optimismo. A pesar de haberse registrado un crecimiento econ¨®mico en los ¨²ltimos a?os similar al del conjunto de Espa?a y de haberse generado iniciativas empresariales modernas en sectores como la electr¨®nica y el textil, lo cierto es que el peso de la econom¨ªa gallega respecto a la espa?ola se mantiene en niveles similares a los de hace 10 a?os (un 5%, aproximadamente) y no se han superado los problemas estructurales de fondo.

Estas asignaturas pendientes de la econom¨ªa gallega son una agricultura arcaica y poco competitiva, que sigue teniendo un peso social fundamental; una reconversi¨®n industrial dram¨¢tica que no se ha visto compensada de forma significativa con la implantaci¨®n de nuevas actividades; el mantenimiento de un tejido industrial obsoleto, unido a la ausencia de una aut¨¦ntica tradici¨®n empresarial; y graves insuficiencias en materia de infraestructuras de comunicaciones, que la aislan del resto de Europa.Cerca de un 40% de la poblaci¨®n activa gallega depende a¨²n en mayor o menor medida del sector primario, mientras que el peso econ¨®mico real de la agricultura en el conjunto del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad aut¨®noma representa, seg¨²n c¨¢lculos estimativos, s¨®lo el 6,7%. Baste se?alar que la poblaci¨®n activa dedicada a la agricultura en Espa?a constituye el 14%. y en el conjunto de la Comunidad Europea, el 8,9%.

Excedente de trabajadores

Seg¨²n el economista Gonzalo Fern¨¢ndez, vinculado a una de las pocas iniciativas agroindustriales que existen en Galicia, las Cooperativas Orensanas (C0REN), "en el campo existe un excedente de mano de obra de casi 300.000 personas, el 80% del total". Sin embargo, y seg¨²n destaca Roberto Garc¨ªa, del sindicato Uniones Agrarias, "la industria gallega no s¨®lo no puede absorber esta mano de obra, sino que la crisis ha provocado m¨¢s bien el fen¨®meno contrario".Junto a este exceso de agricultores, con una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida, existe el grave problema del minifundismo y del peque?o tama?o de las explotaciones, que la pol¨ªtica de concentraci¨®n parcelaria promovida por la Xunta de Galicia (28.000 hect¨¢reas en los ¨²ltimos -a?os) tardar¨¢ a?os en resolver.

Los principales productos del sector (leche y carne) son excedentarios en la CE, por lo que se ven sometidos a restricciones: del 15% al 20% de las explotaciones l¨¢cteas (en torno a 100.000) tienen una viabilidad dif¨ªcil, seg¨²n Roberto Garc¨ªa, quien cree que con la implantaci¨®n del mercado ¨²nico "Galicia lo va a pasar mal".

La agricultura gallega, arcaica y en gran medida destinada al autoabastecimiento, tiene ante s¨ª un reto dificil, cuya ¨²nica salida parece estar en la creaci¨®n de un complejo agroindustrial moderno que permita beneficiarse del valor a?adido de sus productos, hoy comercializados sin apenas transformaci¨®n. Si esto no cambia, seg¨²n Gonzalo Fern¨¢ndez, "la situaci¨®n ser¨¢ insostenible y se volver¨¢ a los tiempos de la emigraci¨®n".

La industria, por su parte, no acaba tampoco de despegar, pese a que s¨ª se ha registrado un crecimiento notable en el sector de los servicios. Los problemas tienen su origen en los a?os 60: en opini¨®n de Luis Caram¨¦s, ex decano de la Facultad de Econom¨ªa de la Universidad de Santiago y actual presidente del Consejo Gallego de Relaciones Laborales: "En Galicia se ha desarrollado una industria de enclave, de car¨¢cter p¨²blico, a golpe de Planes de Desarrollo y sin ninguna articulaci¨®n con la realidad econ¨®mica gallega". No existe un aut¨¦ntico tejido industrial ni una clase empresarial potente.

La reconversi¨®n industrial en los sectores naval y sider¨²rgico (Ascon, Astano, Sidegasa ... ) tuvo graves consecuencias en la comarca de Ferrol, donde adem¨¢s de las dr¨¢sticas reducciones de plantilla se provoc¨® el hundimiento de un centenar de peque?as y medianas empresas que viv¨ªan a expensas del sector p¨²blico. Actualmente, hay 17.000 parados en esta zona. Sin embargo, "no se ha producido una reindustrializaci¨®n paralela ni se han completado los ciclos de producci¨®n", lo que llevar¨¢, seg¨²n el se cretario general de CC OO en Galicia, Jes¨²s D¨ªaz, a nuevas reconversiones tras la implanta ci¨®n del mercado ¨²nico. "Es de temer que habr¨¢ consecuencias negativas", se?ala.

Atraer inversiones

Los intentos por atraer nuevas inversiones han tenido s¨®lo ¨¦xitos parciales. La declaraci¨®n de Zona de Urgente Reindustrializaci¨®n (ZUR) de Ferrol y Vigo fue un fracaso. Ahora, la declaraci¨®n de la comarca de Ferrol como Zona Industrial en Declive (ZID) y del resto de Galicia como Zona de Promoci¨®n Econ¨®mica (ZPE) tampoco parece ser suficiente, a pesar de que se prev¨¦n subvenciones de hasta el 75% y el 50%, respectivamente, sobre la inversi¨®n total comprometida.Seg¨²n un reciente informe de la Conseller¨ªa de Econom¨ªa de la Xurita, en la ZID de Ferrol se han presentado un total de 86 proyectos por un valor de 95.000 millones de pesetas. De ellos, ¨²nicamente se han aprobado 51. En total, se crear¨¢n unos 3.000 nuevos empleoi.

A juicio de los sindicatos, este planteamiento es insuficiente, toda vez que Galicia carece de especial atractivo para las inversiones for¨¢neas, no tiene tradici¨®n empresarial y padece graves problemas de infraestructura.

Seg¨²n este planteamiento, la ¨²nica posibilidad es una actuaci¨®n decidida del sector p¨²blico, bien sea en solitario, bien promoviendo la creaci¨®n de empresas de capital mixto. Se tratar¨ªa de reinvertir por esta v¨ªa parte de los 4.900 millones de beneficio anual que generan las empresas del Estado radicadas en Galicia.

Seg¨²n Manuel Mera, secretario general de la Intersindical Nacional de Traballadores Galegos (INTG), "el Gobierno deber¨ªa entender que Espa?a es tambi¨¦n plural en su econom¨ªa" y, por tanto, deben aplicarse pol¨ªticas diferentes en funci¨®n de cada problem¨¢tica.

De nada servir¨¢, sin embargo, ninguna actuaci¨®n de este tipo, si no se modernizan radicalmente las infraestructuras de comunicaciones. Con una pobre red de carreteras, a pesar de las inversiones realizadas por la Xunta, y una red de ferrocarril anticuada (a¨²n hay tramos sin electrificar) Gal¨ªcia se encuentra aislada de la red de autopistas y autov¨ªas espa?olas y ha quedado tambi¨¦n al margen del plan de modernizaci¨®n del transporte ferroviario. Las comunicaciones con la mese ta, con la cornisa cant¨¢brica y con Portugal son paup¨¦rrimas, y los proyectos en marcha para resolver estas carencias tardar¨¢n varios a?os en materializarse.