Huida a otro planeta
Hasta que Stanley Kubrick no realiz¨® 2001, una odisea del espacio, en 1969, Planeta prohibido (1956) fue considerada como la mayor representante de la ficci¨®n cient¨ªfica cinematogr¨¢fica. Naci¨® en pleno auge de las pel¨ªculas del espacio, g¨¦nero fomentado (a juicio de algunos analistas del cine) por los efectos de la II Guerra Mundial y sobre todo por las consecuencias pesimistas que la humanidad extrajo de los horrores de Hiroshima, espect¨¢culo macabro de otra ciencia ficci¨®n m¨¢s alucinante y muy distinta.De este pesimismo ideol¨®gico y de la necesidad de escape a otros planetas se alimenta la tem¨¢tica de la pel¨ªcula. No es extra?o que el doctor Morbius no quiera regresar a La Tierra, El argumento se bas¨® en una narraci¨®n de Alan Adler e Irving Block, inspirada a su vez en La tempestad de Shakespeare. La trama es el planteamiento t¨ªpico de un western trasladado a los espacios siderales.
La acci¨®n se desarrolla en el a?o 2250 en un lejano planeta, Altair IV, donde el profesor Morbius y su hija Altira son los ¨²nicos sobrevivientes de tina expedici¨®n terrestre que lleg¨® a este planetado habitado antes por los krell, ahora desaparecidos, pero cuyos fantasmas planean sobre la intriga. La llegada de un cohete de rescate genera el conflicto, sobre todo porque el doctor Morbius se niega a regresar y ha heredado esa capacidad de materializar el pensa miento de los krell. Las insensatas bestias que crea su subconscientes son sus armas contra el mercenario viajante que quiere rescatarle y hacerle abandortar la mansi¨®n electr¨®nica creada por ¨¦l, en la que vive feliz con su sus dscubrimientos, acompa?a do de su hija y de un fiel guardian, el robot Robby.
Robby fue un hallazgo genial que se anticipaba a generaciones rob¨®ticas posteriores; acapar¨® el centro atenci¨®n de la pel¨ªcula. Tan orgullosos estaban los productores que lo utilizaron en el siguiente film The invisible boy y en serias televisivas durante mucho tiempo. Por su anatom¨ªa, su desparpajo imprevisible y su fidelidad a Altira, la bella hija del doctor, fue calificado como el robot m¨¢s er¨®tico y m¨¢s inteligente; no en vano pertenec¨ªa al a?o 2250.
Independ¨ªentemente de sus cualidades narrativas 3, las impresionantes escenas arquitect¨®nicas de la ciudad extraterrestes, el sonido y los efectos especiales fueron un lucimiento habitual en esos tiempos y m¨¦rito del equipo t¨¦cnico. Esta pel¨ªcula que se anticipa a la madurez del g¨¦nero de ficci¨®n cient¨ªfica no se estren¨® en Espa?a hasta 1967.
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