Cory Aquino, en busca de una imagen dura
El cardenal Sin apoya a la presidenta, pero no quiere "seguir el ejemplo de Rasput¨ªn"
Coraz¨®n Aquino ha pedido poderes excepcionales del Parlamento -ayer dio su aprobaci¨®n la C¨¢mara de Representantes-, ha prometido castigar a los rebeldes y prepara una remodelaci¨®n de su Gabinete. La presidenta de Filipinas, que acaba de superar el sexto golpe militar -el m¨¢s grave desde que asumi¨® el poder, hace casi cuatro a?os-, quiere despojarse de su imagen de mujer blanda y traducir en acci¨®n los pu?etazos dados en la mesa del Consejo de Ministros durante los d¨ªas, de la pasada crisis. Sin embargo, el cuadro de la situaci¨®n pol¨ªtica no puede ser m¨¢s preocupante.
ENVIADO ESPECIAL
Una vez que la C¨¢mara alta d¨¦ luz verde (lo que estaba previsto para esta madrugada) a la petici¨®n de la presidenta, el decreto sobre el estado de emergencia estar¨¢ listo la semana que viene. Aquino disfrutar¨¢ durante seis meses de poderes excepcionales que permitir¨¢n el allanamiento de domicilios para confiscar armas de fuego, la prohibici¨®n de huelgas, una mayor vigilancia de los medios de comunicaci¨®n, la regulaci¨®n de precios de los productos b¨¢sicos y el control temporal de empresas privadas de inter¨¦s p¨²blico. Cory Aquino ha subrayado que todo ello no tiene nada que ver con la ley marcial que durante los ¨²ltimos 14 a?os de la dictadura de Ferdinand Marcos imper¨® en el pa¨ªs.La amenaza de un nuevo levantamiento est¨¢ en boca de todos. Uno de los m¨²ltiples rumores que circula esta semana en Manila -una ciudad, por otra parte, que vive del rumor- apunta el pr¨®ximo d¨ªa 21 como fecha de otro posible levantamiento militar.
Un informe de urgencia elaborado por el Senado afirma que m¨¢s de 2.000 personas implicadas de alguna manera en el golpe del pasado d¨ªa 1, incluidos los principales cerebros, se encuentran. en libertad, y subrayan, sin citar nombres, que en la intentona colaboraron grupos pol¨ªticos y economicos.
El ministro de Defensa. Fidel Ramos, por su parte, afirm¨® el lunes que hab¨ªan sido detenidos 1.485 militares, incluidos 128 oficiales, de los cerca de 3.000 miembros de las fuerzas armadas participantes en el golpe.
Dos comisiones de investigaci¨®n, una de la presidencia del Gobierno, dirigida por el propio Ramos, y otra del Senado, han empezado a trabajar para esclarecer la trama del golpe. El ministro Ramos no se ha atrevido a formular nombres. Pero la presidenta Aquino acus¨® el pasado viernes, ante centenares de miles de personas que asistieron en Manila a una misa de acci¨®n de gracias, que en el golpe est¨¢n envueltos el vicepresidente de la Rep¨²blica, Salvador Laurel; el senador de la oposici¨®n Juan Ponce Enrile, y Eduardo Danding Cojuangco, primo de Cory e ¨ªntimo amigo de Marcos.
El Congreso ha iniciado una investigaci¨®n para determinar si hay base para procesar a Laurel y Ponce-Enrile por haber realizado declaraciones justificando el golpe. "Las pruebas hablan por s¨ª solas", declar¨® el pasado lunes el juez Federico Moreno en una comida con el cardenal arzobispo, de Manila, monse?or Jaime Lachica Sin, a la que asistieron los enviados de EL PA?S y de La Vanguardia.
El cardenal Sin coment¨® que hab¨ªa escuchado que se ha descubierto munici¨®n en uno de los pisos que Ponce Enrile tiene en Makati, el distrito financiero y comercial de Manila que ocuparon las fuerzas golpistas.
Jaime Sin, que fue pieza clave en la ca¨ªda de Marcos y en la victoria de Cory Aquino -la presidenta sigue recabando su consejo en los momentos de crisis, pese a que ¨¦l afirma que no tanto, porque no quiero seguir el ejemplo de Rasput¨ªn"-, declar¨® en una conversaci¨®n anterior en su despacho, sin citar expl¨ªcitamente a Laurel y Ponce Enrile, que en Filipinas hay pol¨ªticos que saben que les resultar¨¢ dif¨ªcil ganar unas elecciones presidenciales democr¨¢ticas. "Creo que sigue estando capacitada. El pueblo, y la Iglesia tambi¨¦n, quieren que llegue hasta el final de su mandato, que expira en 1992% afirma el cardenal Sin al referirse a Cory.
Ej¨¦rcito dividido y politizado
Algunos medios pol¨ªticos y comentaristas oficiales opinan que Coraz¨®n Aquino ha vuelto a reencontrarse con el pueblo, descargando toda su bater¨ªa dial¨¦ctica contra los presuntos implicados en el golpe. Seg¨²n el ministro Manglapus, Aquino emergede la crisis convertida en un l¨ªder m¨¢s fuerte. Otros comentaristas no son tan optimistas. Max Sollival, el influyente director del diario The Philippine Star, afirma que Aquino ha desaprovechado la ocasi¨®n para denunciar igualmente la rampante corrupci¨®n que existe dentro de la Administraci¨®n p¨²blica y de su c¨ªrculo de m¨¢s ¨ªntimos, entre los que se halla su hermano, el parlamenta?o Jos¨¦ Peping Cojuangco."La presidenta debe actuar inmediatamente. No puede tomarse ni un respiro; si no, habr¨¢ m¨¢s golpes", manifiesta un embajador occidental que pinta un cuadro dram¨¢tico de la situaci¨®n. El Ej¨¦rcito est¨¢ dividido y muy politizado. Aquino no ha sabido hasta ahora imponer su actividad civil y ha tenido que recurrir en anteriores golpes al general Ramos para recomponer la brecha entre leales y golpistas. Muchos de los oficiales que participaron en la ¨²ltima rebeli¨®n son j¨®venes militares ideologizados, con buena formaci¨®n intelectual, simpatizantes del RAM -el movimiento reformista del Ej¨¦rcito filipino fundado por el fugitivo coronel rebelde Gregorio Gringo Honasan, autor de otro golpe en agosto de 1987-, frustrados por las graves desigualdades sociales que existen en el pa¨ªs y por la incapacidad del Gobierno para aplastar la insurgencia comunista y acabar con la corrupci¨®n. Seg¨²n el cardenal Sin, en tiempos de Marcos viv¨ªamos con Al¨ª Bab¨¢ y los 40 ladrones; ahora s¨®lo hay 20 ladrones".
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