C¨®mo le va? As¨ª, as¨ª
"Como le va?". "Pues vaya, as¨ª, as¨ª". La sonrisa del oficial de la polic¨ªa pol¨ªtica (SNB), ex agregado de Prensa y cancerbero ideol¨®gico en la Embajada checoslovaca en Viena, era g¨¦lida cuando respondi¨® a la pregunta del periodista, no poco maliciosa. No ten¨ªa razones para estar feliz ayer en la fastuosa sala magna del Palacio Czernin, en la primera conferencia de prensa de Jiri Dienstbier, nuevo ministro de Exteriores.
Este ha sido durante veinte a?os objetivo prioritario de las injurias de la propaganda oficial. El "elemento antisocialista" y "agente de intereses occi dentales" es hoy el jefe de este funcionario de especial celo en la intoxicaci¨®n informativa. Quiz¨¢ no por rricuho tiempo, porque Dienstbier anunci¨® ayer grandes cambios en su ministerio. Treinta embajadores nombrados por criterios de obediencia al dogmatismo y amiguismo han sido llamados ya a Praga. Algunos como el de Londres y Madrid han negado visados a emigrantes checoslovacos y periodistas hasta casi el d¨ªa previo a su regreso a Praga, intentando al parecer parar el proceso democratizador en su pa¨ªs con patadas al viento. Volver¨¢n a sus misiones tan solo a recoger las maletas, ya que Dienstbier ya ha declarado que a partir de ahora, los embajadores ser¨¢n elegidos por su competencia. Checoslovaquia, que en su servicio exterior ha sufrido m¨¢s que ning¨²n pa¨ªs socialista la ineptitud de diplom¨¢ticos elegidos por sumisi¨®n y rigidez ideol¨®gica, mostrar¨¢ a partir de ahora ina nueva cara. Retornando la tradici¨®n de entreguerras, vuelve a rceobrar la categor¨ªa de los diplom¨¢ticos que entonces era proverbial.
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