No habr¨¢ democracia tutelada en Chile, dice Aylwin

El presidente electo de Chile, el abogado democristiano de 71 a?os Patricio Aylwin, que consigui¨® el 55,2% de los votos v¨¢lidos, preconiza una democracia "consociativa" para Chile, "una b¨²squeda de consenso, m¨¢s all¨¢ de las simples mayor¨ªas". Al mismo tiempo, Aylwin anunci¨® ayer en una conferencia de prensa en Santiago que no habr¨¢ una democracia "tutelada" y que el actual gobernante, el general Augusto Pinochet, deber¨¢ responder por sus actos, como cualquier otro, ante la justicia ordinaria. El candidato del r¨¦gimen, Hern¨¢n B¨¹chi, se qued¨® seis d¨¦cimas por debajo del 30% de los votos.

El escrutinio casi total, difundido al mediodia de ayer en Santiago, confirm¨® las cifras que se esbozaban desde los primeros c¨®mputos de la noche del jueves y las que hab¨ªa anticipado la seria en cuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contempor¨¢neo (CERC) d¨ªas antes de la elecci¨®n Aylwin super¨® con comodidad la mayor¨ªa absoluta, y no habr¨¢ segunda vueIta para elegir presidente.El candidato del r¨¦gimen, el ex ministro de Hacienda de Pinochet Hern¨¢n B¨¹chl, un ingeniero de 40 a?os, se qued¨® seis d¨¦cimas por debajo del 30%. El iconoclasta empresario Francisco Javier Err¨¢zuriz, un populista de derecha de 47 a?os conocido como Fra Fra, consigui¨® m¨¢s de un mill¨®n de votos, un respetable 15,4% para un candidato sin m¨¢s armas que, sus millones y, su labia, que no parece haber sido da?ada por la tartamudez padecida en su infancia.

Tradicionalmente, el electerado chileno se divid¨ªa en los famosos tres tercios, con Porcentajes muy similares para la izquierda, el centro y la derecha. En la ¨²ltima elecci¨®n democr¨¢tica, la que gan¨® el fallecido Salvador Allende en 1970, el candidato de la Unidad Popular tuvo unas d¨¦cimas por encima del 30%, menos de 40.000 votos m¨¢s que el candidato derechista Jorge Alessandri, que rebas¨® el 29'%. El candidato de centro, el democristiano Radomiro Tomic, consigui¨® un 23 %

Los 16, a?os de dictadura de Pinochel no han pasado en balde sebre el panorama electoral chileno. Pinochet consigui¨® un 43% ert el plebiscito del 5 de octubre de 1988, y 14 meses despu¨¦s ese resultado se repiti¨® casi exacta mente en la elecci¨®n presidencial del jueves,.

Candidatos de derecha

Los dos candidatos de derecha han conseguido un 45%, y, la alianza de centro-Izquierda un 55%. De la solidez de esa Con certaci¨®n de Partidos por la De mocracia y de los ¨¦xitos del Gobierno que desde mediados de marzo dirigir¨¢ el presidente Aylwin depender¨¢ que el equilibrio se restablezca y la derecha pierda una parte de las posiciones conquistadas al amparo del r¨¦gimen dictatorial.

Aylwin se encuentra atenazado entre la necesidad de mantener cohesionada la Concertaci¨®n y la de lograr un apoyo parlamentario de la derecha menos dura y, si es posible, dividirla entre los pinochetistas descarados de la Uni¨®n Dem¨®crata Independiente (UDI) y los conservadores tradicionales de la Renovaci¨®n Nacional (RN) de Onofre Jarpa. Librarse de esa tenaza va a poner a prueba la mu?eca pol¨ªtica de Aylwin.

El presidente electo de Chile no puede decepcionar a sus aliados de la izquierda. Su Gobierno tendr¨¢ que satisfacer reivindicaciones sociales postergadas durante a?os y las exigencias de justicia, que quieren llevar a los militares ante los tribunales por sus cr¨ªmenes contra los derechos humanos. Adem¨¢s, Aylwin necesitar¨¢ (del apoyo parlamentario de la derecha para desmantelar varias de 'las leyes de amarre y el complejo engranaje dado por el r¨¦gimen para paralizar al nuevo Gobierno.

El camino del nuevo Ejecutivo chileno se encuentra erizado de trampas. Patricio Aylwin ha anunciado que har¨¢ un Gobierno moderado y que piensa escuchar a todas las partes en conflicto. No basta con las buenas intenciones. El Gobierno deber¨¢, por lo menos, evitar que la aceptable situaci¨®n econ¨®mica en que se encuentra Chile se mantenga y no se desmanden las variables maeroecon¨®micas. Esto depender¨¢ de que Aylwin y su Gobierno tengan suerte con esa democracia consociativa que el presidente electo anunci¨® ayer en Santiago.

Consenso o pacto social

La palabreja se puede traducir como un consenso o pacto social. Esto exige una colaboraci¨®n de los actores sociopol¨ªticos. La izquierda chilena parece escaldada tras la experiencia de la Unidad Popular y los 16 a?os de dictadura. No se advierte, al menos por ahora, dentro de los grupos que apoyaron a Aylwin y formaron la Concertaci¨®n, una intenci¨®n de intenta., de nuevo transformar las estructuras del pa¨ªs con menos de un tercio del electorado.

Esto acab¨® de forma sangrienta y trajo a Chile 16 a?os de dictadura. Queda tambi¨¦n por demostrar la capacidad de la derecha chilena y de la oligarqu¨ªa econ¨®mica para sacrificar una parte de sus beneficios y prebendas en aras de una mayor justicia social.

El empresariado chileno se ha acostumbrado en los ¨²ltimos a?os a obtener grandes beneficios y negocios con impuestos bajos y los trabajadores amordazados. Ahora tendr¨¢ la ocasi¨®n de demostrar si la modernidad y la revoluci¨®n silenciosa no son m¨¢s que eufemismos para enmascarar la explotaci¨®n al amparo de la bota de los militares.