El domin¨® b¨²lgaro

Desde el cese de Todor Yivkov, hace un mes, el n¨²mero uno b¨²lgaro Petar MIadenov ha mostrado en qu¨¦ sentido quiere que avance la historia en su pa¨ªs.Los t¨¦rminos en los que se expres¨® en Mosc¨², en su deb¨² a primeros de diciembre, alineaba con una sorprendente rapidez a Sof¨ªa con Varsovia, Budapest, Praga -con anterioridad a Berl¨ªn Este- en las cuestiones de multipartidismo. En resumen, lo que dijo es que el pueblo es el que decide.

La cuesti¨®n reside en que actualmente no decide el pueblo sino el Comit¨¦ Central del Partido Comunista B¨²lgaro, cuyo pleno concluy¨® el pasado d¨ªa 13, y que anunci¨® el fin de su papel dirigente y la celebraci¨®n de unas elecciones libres en el segundo trimestre de 1990. ( ... )

Habr¨ªa que ser muy ingenuo para no sospechar de un cierto oportunismo en Mladenov. En cualquier caso nos hallamos ante un hombre que sabe en qu¨¦ direcci¨®n sopla el viento. ( ... ) ?Puede decirse que la conmoci¨®n que sacude a Europa del Este ha sido orquestada desde el Kremlin? Ser¨ªa, sin duda, conceder a Gorbachov m¨¢s poder del que tiene sobre los sat¨¦lites heredados de Stalin y mantenidos bajo tutela por la doctrina Breznev. ( ... ) Las transformaciones que se est¨¢n produciendo en el Este llevan a un replanteamiento urgente (le las relaciones Este-Oeste. ( ... ) ?Qu¨¦ se puede decir entonces del tirano solitario de Bucarest, que contin¨²a ignorando que el mundo cambia?

15 de diciembre