Gerardo Diego regresa al Caf¨¦ Gijon
La 'generaci¨®n del 50' rindi¨® homenaje al poeta creacionista en la presentaci¨®n de su poes¨ªa completa
Los dos primeros tomos de las obras completas de Gerardo Diego, editadas por Aguilar, que recogen su producci¨®n po¨¦tica, fueron presentados ayer en la cripta del Caf¨¦ Gij¨®n por Elena Diego, Jos¨¦ Hierro, Jos¨¦ Garc¨ªa Nieto y Francisco Javier D¨ªez de Revenga, responsable de la edici¨®n. El Gij¨®n, caf¨¦ en el que durante a?os tuvo el poeta su tertulia, recobr¨® por unas horas a sus clientes habituales de los a?os cincuenta. Claudio Rodr¨ªguez, Francisco Brines, Carlos Bouso?o, Buero Vallejo, entre otros, crearon en su recuerdo una atm¨®sfera emotiva.
Francisco Javier D¨ªez de Revenga destac¨® en sus palabras el hecho de que fuese el propio poeta quien, en los ¨²ltimos a?os de su vida, dispuso el orden y contenido de su obra completa.Consider¨® esto como "la ¨²ltima gran obra del poeta" y un honor personal "haber podido contribuir a dar a conocer tan extraordinario trabajo", de uno de "nuestros m¨¢s importantes poetas contempor¨¢neos", perteneciente "a la m¨¢s brillante promoci¨®n de poetas de este siglo".
Elena Diego, hija del poeta, explic¨® que las obras que se presentaban eran el fruto de un largo y minucioso quehacer al que dedic¨® durante a?os todo su esfuerzo, sus ¨²ltimas fuerzas". La lectura de la obra po¨¦tica, en esta forma continua y uniforme, podr¨¢, en su opini¨®n, "poner de manifiesto la profunda unidad de una obra en la que cabe, sin embargo, m¨¢s abundante diversidad tem¨¢tica".
De la intervenci¨®n de Elena Diego tuvo un especial inter¨¦s la referencia a la obra en prosa de su padre, que tambi¨¦n formar¨¢ parte de esta edici¨®n de la obra completa, a pesar de que Gerardo Diego "no tuvo tiempo de ordenarla, como hizo con la poes¨ªa". Obra muy desperdigada en revistas, pr¨®logos, cat¨¢logos y, explic¨®, "una parte muy importante de ella, in¨¦dita". La tarea de clasificaci¨®n y ordenaci¨®n de este material disperso "nos ocupa a mi madre, mi hermana y a m¨ª desde octubre de 1988".
Unas memorias
"No escrita ordenada y sistem¨¢ticamente, sino al hilo de evocaciones y comentarios, estas anotaciones en prosa son unas aut¨¦nticas memorias". Elena Diego, como adelanto del car¨¢cter de estos escritos, ley¨® unas cuartillas en las que Gerardo Diego narraba la primera vez que Stravinski vino a Espa?a en 1916 y ¨¦l pudo asistir al concierto desde "el para¨ªso del Real. Aquel para¨ªso que era aut¨¦ntico gallinero, donde toda incomodidad ten¨ªa su asiento" Concluy¨® Elena Diego con un retrato literario que el autor de la F¨¢bula de Equis y Zeda dedic¨® a ?scar Espl¨¢: "No menos alto que Mir¨® y casi tan rubio, delgado... con un no s¨¦ qu¨¦ de tierra noble y trabajada en el semblante...".Jos¨¦ Garc¨ªa Nieto, en un discurso que se dirig¨ªa al propio Gerardo Diego, comenz¨® diciendo que siempre que Gerardo Diego es recordado por sus poetas amigos y los amigos que ¨¦l hizo poetas" tendr¨¢ que ocurrir la emoci¨®n. La existencia de la edici¨®n de las obras completas se antojaba imposible porque "o t¨² no quer¨ªas, o no te dejabas, o no te atrev¨ªas o parec¨ªa que faltaba mucho para tener el cuerpo de tu obra completa". "Dec¨ªas, tengo muchos libros sin publicar, ya los ir¨¦ publicando. Y los publicabas, a veces, en los sitios m¨¢s misteriosos, m¨¢s insignificantes, m¨¢s desconocidos. Hoy, por fin, gracias a tantas cosas peque?as, oscuras, misteriosas tambi¨¦n, tenemos el principio de tu obra completa. Da gusto verla, ahora que no est¨¢s aqu¨ª, porque no s¨¦ qu¨¦ cara habr¨ªas puesto ante estos vol¨²menes, no s¨¦ qu¨¦ otra cuartilla de color verde te sacar¨ªas del bolsillo para hacerla completa de verdad". Garc¨ªa Nieto termin¨® diciendo: "Este caf¨¦, en otro tiempo y con otros poetas, seguir¨¢ sabiendo de ti. T¨² ser¨¢s el silencio que pase entre estas mesas".
Jos¨¦ Hierro, con brevedad, espontaneidad y certeza, manifest¨®: "Creo que la edici¨®n de estas obras completas tiene que ser para nosotros una especie de castigo. Creo que es una forma de remordimiento todo esto, porque estos d¨ªas, repasando sus poes¨ªas, he visto a Gerardo Diego vivo. Uno de los vicios de los poetas es el viejoverdismo. El viejoverdismo consiste en repetir, reiterar, para los dem¨¢s, que contin¨²as siendo joven. Gerardo Diego nunca incurri¨® en semejante vicio, fue siempre un poeta contracorriente, hizo vanguardia cuando no se llevaba, poes¨ªa neocl¨¢sica cuando en la posguerra la gente hac¨ªa otra cosa, y se mantuvo siempre fiel al creacionismo".
"Fue siempre una verdad renovada que no supimos ver", a?adi¨®. "Nunca cumpli¨® 60 a?os, nunca -entre los del 27- fue maestro. Cuando comienza a escribir s¨®lo hab¨ªa dos poetas que pod¨ªan disputar con ¨¦l, Jorge Guill¨¦n y Federico Garc¨ªa Lorca. Quiz¨¢, dentro del neopopularismo, tambi¨¦n Rafael Alberti".
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