Tropas norteamericanas barren a tiros las calles de Panam¨¢ para completar su ocupaci¨®n
Tropas de elite de las fuerzas de invasi¨®n de EE UU barr¨ªan ayer a tiros las calles de la capital de Panam¨¢ y de otras ciudades del pa¨ªs del Canal para completar su ocupaci¨®n y derribar el r¨¦gimen del general Manuel Antonio Noriega. El fot¨®grafo enviado especial de EL PA?S Juantxu Rodr¨ªguez fue una de las v¨ªctimas de la actuaci¨®n indiscriminada de los invasores, que, con sus caras pintadas, parec¨ªan considerar a cualquier transe¨²nte miembro de los Batallones Dignidad de Noriega, aunque portase bandera blanca, carn¨¦ de periodista o c¨¢maras.
[El Gobierno espa?ol ha dado instrucciones a su embajador en Washington, Juli¨¢n Santamar¨ªa, para que solicite aclaraciones sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Juantxu].El caos se apoder¨® ayer de la ciudad de Panam¨¢ mientras las tropas norteamericanas empezaban a controlar posiciones civiles. Otros dos fot¨®grafos, uno brit¨¢nico y otro franc¨¦s, resultaron heridos por disparos de los soldados.
Custodiado por carros de combate del Ej¨¦rcito norteamericano, Guillermo Endara, que fue candidato presidencial de la oposici¨®n en las anuladas elecciones del 14 de mayo pasado, se instal¨® como jefe del Estado en un acto realizado al mediod¨ªa en la Asamblea legislativa.
Endara, de 53 a?os, declar¨® el toque de queda inmediato y nombr¨® embajadores ante las Naciones Unidas, la Organizaci¨®n de Estados Americanos y EE UU. Design¨® como vicepresidentes a Ricardo Arias Calder¨®n y Guillermo Ford, y les dio funciones de ministro del Interior y Planificaci¨®n Econ¨®mica, respectivamente. Endara pidi¨® a Washington que reabriera el canal de Panam¨¢ y lo consigui¨®.

El general Noriega pide a sus leales que contin¨²en la lucha
Viene de la primera p¨¢ginaEl autoproclamado presidente Endara inform¨® que habl¨® por tel¨¦fono con el presidente norteamericano, George Bush, y le pidi¨® que suministre alimentos y medicinas "por raz¨®n de esta emergencia". Dicha ayuda, indic¨® Endara, "debe de estar llegando". El nuevo mandatario, abogado y empresario, indic¨® que "la dictadura militar ya cay¨®" y que el suyo se denomina "Gobierno democr¨¢tico de reconstrucci¨®n y reconciliaci¨®n nacional".
Cifras extraoficiales indican que, desde el inicio de la invasi¨®n, m¨¢s de 280 paname?os, en su mayor¨ªa civiles, han muerto y varios centenares han sufrido heridas. Fuentes norteamericanas informaron que, durante una acci¨®n en una instalaci¨®n militar de Col¨®n, 80 kil¨®metros al norte de esta capital, murieron 49 personas. Adem¨¢s, fuentes extraoficiales indicaron que otras 22 personas murieron durante la acci¨®n que las tropas realizaron contra la Direcci¨®n Nacional de Investigaciones, unidad que est¨¢ adscrita a las Fuerzas de Defensa.
Se desconoce el paradero del general Manuel Antonio Noriega, quien en la noche del mi¨¦rcoles hizo un llamamiento a sus seguidores para que contin¨²en la resistencia armada. "Vencer o morir", termin¨® diciendo en su mensaje el general Noriega, de 51 a?os, durante la ¨²ltima transmisi¨®n de la Radio Nacional de Panam¨¢, cuyos estudios fueron ametrallados 10 minutos despu¨¦s desde helic¨®pteros de las tropas norteamericanas.
El pillaje y el saqueo fueron generalizados. Miles de personas destru¨ªan las tiendas, los almaceness, y los supermercados, no s¨®lo para aprovisionarse de alimentos, sino para llevarse todo tipo de productos, en muchas ocasiones, trasladados en camiones. Paralelamente, en algunos supermercados que no hab¨ªan sido saqueados pod¨ªan verse filas de cientos de personas que intentaban abastecerse de los pocos alimentos que quedaban.
Saqueos
M¨¢s de la mitad de los comercios han sido saqueados totalmente. Con el pueblo necesitado se mezclan maleantes que incluso se llevan los libros de cr¨¦dito para poder cobrar las deudas. Ayer por la noche fueron las fotos que tom¨® nuestro fot¨®grafo, Juantxu Rodr¨ªguez en el barrio de Calidonia. El espect¨¢culo era devastador. El propietario de una tienda de muebles, un espa?ol llamado don Luis, intent¨® agredirnos con un palo, cuando nos acercamos a preguntarle, de pura histeria. Le hab¨ªan robado por valor de un mill¨®n de d¨®lares.
Los bomberos, ¨²nica autoridad presente, trataban de controlar los numerosos incendios producidos por el pillaje. Las ambulancias apenas pueden cumplir con su cometido. Los muertos se quedan en los coches sin que nadie los recoja. El hospital de Santo Tom¨¢s, el principal centro m¨¦dico que est¨¢ atendiendo a las v¨ªctimas de la invasi¨®n se est¨¢ quedando sin existencias. Hay all¨ª alrededor de un millar de heridos. No hay un m¨ªnimo material para coser las heridas ni vendas, ni antis¨¦pticos, ni alcohol, ni anest¨¦sicos. Ayer, en la puerta del hospital, un tiroteo cruzado de los muchos que ahora se producen, nos oblig¨® a tirarnos al suelo, mezclados con los heridos que sangraban, esperando que alguien les atendiera.
Empieza a haber problemas de abastecimiento. Quien tiene un a pistola se convierte en due?o de la gasolina. La poblaci¨®n civil est¨¢ indefensa. Los soldados paname?os y miembros de las milicias que se han rendido a las fuerzas invasoras circulan en camiones se?alando a sus ex compa?eros para que les detengan. Hay varios periodistas desaparecidos. Entre los informadores extranjeros, adem¨¢s de la muerte de Juantxu hay que lamentar las heridas de diversa consideraci¨®n causadas a otros dos fot¨®grafos, el franc¨¦s Patrick Chauvel, que fue alcanzado por una bala norteamericana en el est¨®mago y su estado es "muy grave", y el brit¨¢nico Malcom Linton, a quien los soldados norteamericanos dispararon en un brazo.
Por la ¨²nica radio que funciona, la de los norteamericanos y el nuevo Gobierno, se ofrece una recompensa de un mill¨®n de d¨®lares a cualquiera que de informaci¨®n que sirva para detener al general Noriega, que por ahora est¨¢ en paradero desconocido. "Imag¨ªnese, el sue?o de su vida, la felicidad en el bolsillo en un momento" dice la radio. A todo paname?o armado que deponga las armas le gratifican inmediatamente con 150 d¨®lares.
Una transmisi¨®n de la Red Patri¨®tica indic¨® que se encuentran como rehenes de fuerzas leales al general Noriega un productor norteamericano de televisi¨®n y el gerente de? hotel Marriot, el m¨¢s importante del pa¨ªs, y se?al¨® que 11 ingenieros de la agencia cient¨ªfica norteamericana Smithsonian se encuentran desaparecidos. Estas cifras se suman a las de 61 rehenes norteamericanos que, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a Noriega, se encuentran en manos de las fuerzas leales a ¨¦ste.
Durante la ma?ana de ayer, se produjeron dispares en diferentes zonas de la capital y fuerzas leales a Noriega proteg¨ªan armadas con metralletas y fusiles a los saqueadores, que parec¨ªan ej¨¦rcitos de hormigas. Las tropas norteamericanas empezaron a realizar allanamientos en viviendas ubicadas en las riberas del canal. Decenas de ciudadanos fueron detenidos e interrogados durante varias horas.
Adem¨¢s de las ¨¢reas del canal, se hab¨ªa anunciado que las tropas norteamericanas registrar¨ªan "casa por casa y calle por calle" la ciudad de Panam¨¢ en busca de las fuerzas leales a Noriega, que se han convertido en una guerrilla urbana.
Prisioneros
Distintas fuentes se?alaron que prisioneros paname?os que pertenecieron a las Fuerzas de Defensa, hoy destruidas, estaban identificando con la denominaci¨®n cuequis -homosexual, en Panam¨¢- a quienes siguieran defendiendo al anterior r¨¦gimen.
Fuentes familiares de antiguos detenidos pol¨ªticos informaron que ¨¦stos fueron puestos en libertad y que- los funcionarios que los vigilaban dejaron las instalaciones penitenciarias. Se indic¨® que los militares detenidos, que hab¨ªan intentado destituir por la fuerza a Noriega en marzo de 1988 y en octubre de este a?o, hab¨ªan sido llevados a un fuerte militar norteamericano.
Durante todo el d¨ªa, aviones del tipo A-37 sobrevolaban toda la ciudad, de un mill¨®n de habitantes. En zonas conflictivas como el populoso barrio de San Miguelito de 300.000 0habitantes, helic¨®pteros armados bombardeaban distintos focos de milicianos leales a Noriega, y corri¨® el rumor de que ¨¦ste se encontrar¨ªa en la base militar de Tinajitas, tambi¨¦n bombardeada.
Fieros combates
Tanquetas y veh¨ªculos blindados del tipo humer sitiaron las Embajadas de Cuba y Nicaragua. Observadores se?alaron que en esas Embajadas podr¨ªan pedir asilo pol¨ªtico distintos personajes del Gobierno controlado por los militares, y que naci¨® de un golpe el 11 de octubre de 1968. Otras versiones indican que los militares norteamericanos rodear¨ªan todas las legaciones; diplom¨¢ticas para protegerlas.
Hasta el momento se conoc¨ªa la muerte de 19 militares norteamericanos, y dos helic¨®pteros de las tropas invasoras hab¨ªan sido destruidos. En la madrugada del mi¨¦rcoles y durante una hora, hlic¨®pteros del Comando Sur del Ej¨¦rcito norteamericano mantuvieron fieros combates con fuerzas de la resistencia en el ¨¢rea de San Miguelito.
Panam¨¢ es un pa¨ªs con dos Gobiernos y sin ley. La ciudad est¨¢ llena de militares norteamericanos, pero carece de orden. Los soldados invasores tienen instrucciones de peinar la capital para poder dominarla con total impunidad. Disparan contra todo lo que se mueve.
Se puede ver a los helic¨®pteros a menos de cien metros, con misiles a ambos lados y ametralladora en el morro. Son los famosos Cobra. Hace un par de horas, cuando nuestro ch¨®fer intent¨® salir con los brazos en alto y una bandera blanca, los norteamericanos le hicieron retroceder a balazos.
Las ¨²ltimas noticias indican que los norteamericanos controlan todos los cuarteles, pero no a todos los que en gran parte se dispersaron para actuar como guerrilla. En la noche pasada hubo violentos combates cuerpo a cuerpo entre grupos de treinta o cuarenta resistentes y los soldados norteamericanos, en el barrio popular de San Miguelito, en los altos del Golf y, cerca del aeropuerto Omar Torrijos.
Los helic¨®pteros siguen sebrevolando el centro de la capital. A ¨²ltima hora de la tarde, se escuchaban los estampidos de morteros. Como sigan as¨ª, puede que no quede nadie para reconciliarse, para hacer realidad ese "Gobierno de reconciliaci¨®n nacional" que pretende Endara.
Esta misma ma?ana, un helic¨®ptero norteamericano aterriz¨® en dos ocasiones en la terraza del hotel Marriot para llevarse a los heridos causados por la refriega entre ellos mismos, refriega tambi¨¦n que caus¨® la muerte del fot¨®grafo de EL PA?S.
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