El Defensor del Pueblo reclama leyes para controlar las residencias de ancianos del sector privado
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El Defensor del Pueblo reclama que se controlen legislativamente, las residencias privadas de ancianos que existen en Espa?a -que ofertan casi un 80% de las plazas existentes en una Recomendaci¨®n sobre las residencias privadas y p¨²blicas de la tercera edad remitida al Ministerio de Asuntos Sociales y a los presidentes de las comunidades aut¨®nomas. S¨®lo Arag¨®n y Catalu?a disponen de una normativa completa de regulaci¨®n de estos centros. El Defensor recomienda que la Administraci¨®n acent¨²e los esfuerzos para cubrir la carencia de plazas en residencias p¨²blicas, que acumulan m¨¢s de 24.000 peticiones de ingreso.
En 1988, exist¨ªan, seg¨²n el Defensor del Pueblo, 106.485 plazas en 1.293 residencias para ancianos, tanto en el sector p¨²blico como en el privado. Sobre las estimaciones realizadas sobre 1.293 centros y 99.630 plazas, el 20 % corresponder¨ªa al sector p¨²blico (al Instituto Nacional de Servicios Sociales -Inserso-, 4,2%; a comunidadaes aut¨®nomas, 4,5 %; a provincias, 3,1 % y a municipios, 8,4%) y el 79,8%, al sector privado (de las cuales ser¨ªan religiosas el 22,9%).Esta instituci¨®n visit¨® y revis¨® exhaustivamente durante este a?o siete residencias de Inserso, seis de distintas administraciones auton¨®micas, dos de diputaciones provinciales y tres de ayuntamientos. Se seleccion¨® un centro de cada comunidad aut¨®noma y dos de Madrid, que supon¨ªan 4.832 plazas p¨²blicas. Siete de las instituciones se dedican a personas que pueden valerse por s¨ª mismas y cuatro son asistidas. El resto puede acoger ancianos v¨¢lidos o no.
Es el sector privado el protagonista de la llamada de atenci¨®n del Defensor del Pueblo, ?lvaro Gil-Robles, quien, en el curso de la presentaci¨®n del informe, manifestaba que en esos centros se pod¨ªan estar violando los derechos fundamentales de las personas. Esta instituci¨®n no puede realizar visitas a las residencias privadas, aunque ha revisado su regulaci¨®n.
15 comunidades sin regulaci¨®n
Solamente Arag¨®n y Catalu?a disponen de una regulaci¨®n que abarca la totalidad los aspectos jur¨ªdicos de las residencias privadas (autorizaci¨®n de apertura, condiciones m¨ªnimas materiales y funcionales, r¨¦gimen de precios, derechos de los usuarios e inspecci¨®n y sanciones, entre otras cosas). Once comunidades carecen de normativa sobre las condiciones m¨ªnimas que deben reunir las residencias privadas y solamente siete han aprobado normas de inspecci¨®n. Seis han tipificado las infracciones y han previsto sanciones. El requisito -de autorizaci¨®n s¨®lo se exige en Cantabria, Valencia, Madrid, Catalu?a, Andaluc¨ªa y Arag¨®n. Las tres ¨²ltimas comunidades han regulado precios y disponen de una normativa sobre derechos de los usuarios y obligaciones de prestaci¨®n de servicios. Madrid -tambi¨¦n ha regulado los derechos de los residentes.
Sobre estas conclusiones, el Defensor pide que las comunidades que carecen de legislaci¨®n elaboren y aprueben "con urgencia normas aplicables a las residencias privadas" que abarquen la autorizaci¨®n de apertura, infracciones, r¨¦gimen de precios, etc¨¦tera. Es necesario, para esta instituci¨®n, que las Administraciones inspeccionen los centros, "al objeto de garantizar que la atenci¨®n a los residentes se desarrolle en un marco acorde con la dignidad humana (...) as¨ª como para asegurar el respeto de los derechos de los usuarios".
Las conclusiones del estudio de los centros p¨²blicos se?alan, entre otras cosas, que "en la pr¨¢ctica totalidad de las residencias no se ha elaborado e implantado un plan de emergencia". Algunos centros "carecen de salidas de emergencia o no disponen de sistema alguno de alarma", asegura el Defensor, que reconoce los esfuerzos del Inserso. La instituci¨®n plantea dudas sobre la eficacia de los medios de evacuaci¨®n implantados o en curso de implantaci¨®n (escaleras y mangas de evacuaci¨®n) debido a las condiciones f¨ªsicas de los ancianos y pide que se construyan rampas.
El Defensor ha detectado, entre otras anomal¨ªas, la inadecuaci¨®n, para personas de movilidad reducida, de los servicios en algunas residencias. En Santa Mar¨ªa de las Nieves (Vitoria), las habitaciones "no re¨²nen las condiciones imprescindibles de intimidad, ventilaci¨®n e iluminaci¨®n". En 11 residencias el servicio m¨¦dico interviene en la elaboraci¨®n de los men¨²s, pero no siempre bajo criterios diet¨¦ticos.
Los geriatras, en el hospital
"Los especialistas en geriatr¨ªa deben estar en un ¨¢mbito hospitalario, no en residencias", asegura Alberto Salgado, presidente de honor de la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y jefe de servicio de Geriatr¨ªa del hospital central de la Cruz Roja de Madrid, quien manifiesta su desacuerdo con el Defensor del Pueblo. Esta instituci¨®n se?ala en su informe el escaso n¨²mero de centros en los que existen m¨¦dicos geriatras y recomienda garantizar la atenci¨®n precisa a trav¨¦s de especialistas en geriatr¨ªa y rehabilitaci¨®n y adoptar medidas para la asistencia, en el propio centro o con conexi¨®n mediante equipamiento externo."En todo caso, en estos centros debe haber m¨¦dicos diplomados en geriatr¨ªa, de los cuales hay ya m¨¢s de un centenar. Son facultativos que han sido formados bajo la supervisi¨®n de la sociedad y han tenido que pasar un tiempo en un servicio hospitalario de geriatr¨ªa", asegura el especialista, que afirma que en otros pa¨ªses no hay personal tan especializado en las residencias asistidas, que "son un servicio social". "Lo que hay que procurar es que exista un acceso f¨¢cil a los servicios de geriatr¨ªa de los hospitales", manifiesta Salgado.
"Lo m¨¢s urgente es incrementar el n¨²mero de las resistencias asistidas, extender la ayuda social y sanitaria a domicilio para las familias que tiene a su cargo un anciano", afirma. El Defensor hace hincapi¨¦ en la implantaci¨®n de unidades asistidas en las residencias para ancianos v¨¢lidos, por la modificaci¨®n de las circunstancias de los ancianos, que pasan a no poder valerse por s¨ª mismos. Lo mismo ocurre con el personal.
C¨¦sar Gal¨¢n, jefe del gabinete de la Ministra de Asuntos Sociales, departamento del que depende el Inserso, recuerda que en 1989 se han creado 702 plazas mediante dos residencias para ancianos v¨¢lidos y dos asistidas. "Desde hace dos a?os se han potenciado las residencias mixtas (de v¨¢lidos y asistidas) y las asistidas", asegura.
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