Todo mal
Todo lo encontramos mal. Unas veces con motivo, otras porque ?acaso no hay que buscar defectos a lo que no hacemos nosotros?La exclamaci¨®n patria es demoledora: "?Mal! ?Qu¨¦ mal lo han hecho!".
Viene el alba?il para poner un tabique, y el tipo barre con la mirada las paredes de la vivienda y, rasc¨¢ndose el bigote, sentencia: "?Se la ha lucido el constructor de esta casa! ?Ya la veo caer!". Cuando acude el electricista sucede otro tanto. Inspecciona la instalaci¨®n, agita una mano como si arrancara los fusibles y suelta la frase de alta tensi¨®n desde el fondo de sus am¨ªgdalas: "?Vaya mierda de trabajo! ?No me extrafla que tenga problemasl ?A¨²n son pocos!".
El registrador de la propiedad no suele ser m¨¢s indulgente con los notarios. Por detr¨¢s murmura: "?Nunca aprender¨¢n a presentar las escrituras sin ning¨²n fallo!".
El m¨¦dico mira con ternura a su paciente y, quit¨¢ndose las gafas de la nariz, afirma: "?No me pregunte! ?Partiremos de cero olvidando lo que le han hecho hasta ahora!".
Tambi¨¦n desgranamos id¨¦ntica letan¨ªa los periodistas: "??se no sabe ni sabr¨¢ escribir nunca! ?Por qu¨¦ no miran las cuartillas estas presentadoras de televisi¨®n en vez de mirarse las tetas?".
El pol¨ªtico se lleva la palma. Como no sea remont¨¢ndose un siglo, ning¨²n otro vale un pimiento. Tanto si se trata de un colega de partido como de otro de la oposici¨®n, nadie le llega a la suela del zapato: "??se? ??se es un embustero que jam¨¢s cumple lo que promete! ?Aqu¨¦l? ?Sabe hablar pero no dice nada. ??ste? ?No dice nada porque no sabe hablar!".
Profesores, banqueros, nobles y artistas arremeten los unos contra los otros con aprecio benevolente: "?Con lo bien que lo hac¨ªa su padre! ?El talento no se hereda! ?L¨¢stima de c¨¢tedra! ?Por qu¨¦ no dejar¨¢ su puesto en la escena a quien lo sabe hacer mejor?".
Y luego llega quien lo sabe hacer mejor y tambi¨¦n es un desastre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.