Con nocturnidad y alevos¨ªa

Llevan m¨¢s de dos meses levant¨¢ndose a las tres de la madrugada. Algunos de los 4.000 transportistas de escombros de Madrid han decidido refugiarse en la oscuridad de la noche para verter su carga de forma furtiva. Los camioneros afirman que hay pocos vertederos en Madrid y los que hay no est¨¢n en condiciones, bien porque los accesos est¨¢n impracticables, caso de Valdeming¨®mez, o porque los vecinos de la zona se oponen al paso de los veh¨ªculos, caso del de Hortaleza o el de la carretera de San Mart¨ªn de la Vega. "No podemos perder m¨¢s dinero", afirman. "Muchos estamos todav¨ªa pagando el cami¨®n y tenemos que hacer frente a las letras".El vertedero de Hortaleza, situado en el camino del Guijarro a cuyos m¨¢rgenes viven 150 familias en casa bajas, es el preferido por la mayor¨ªa de los transportistas. "Es el que tiene mejores accesos y el ¨²nico que est¨¢ en la zona norte de Madrid", explican. Pero los vecinos se han puesto en pie de guerra para luchar contra la invasi¨®n de 700 camiones diarios. Desde hace dos meses impiden peri¨®dicamente el paso de los veh¨ªculos.

La construcci¨®n y las obras generan cada a?o en Madrid 13 millones de toneladas de escombros. Muchos se vierten sin control en carreteras, parques, solares o m¨¢rgenes fluviales. Ni el monte de El Pardo se ha salvado.

Los transportistas afirman que las dificultades para verter legalmente les han hecho perder la verg¨¹enza. "Ahora tiramos la carga a la m¨ªnima oportunidad y desde que nos impiden acceder al vertedero de Hortaleza s¨®lo hacemos la mitad de los viajes que necesitamos para salir adelante", explican.