William Gibson: "La Tierra es un planeta alien¨ªgena, un escenario de ficci¨®n cient¨ªfica"
El autor de 'Neuromante' considera que el g¨¦nero debe explorar la realidad contempor¨¢nea
El escritor norteamericano de ficci¨®n cient¨ªfica William Gibson (Whiteville, Virginia, 1948) se encuentra en Barcelona, donde la pr¨®xima semana pronunciar¨¢ una conferencia en el marco de la muestra de arte electr¨®nico Art Futura 1990. Gibson, autor de una de las novelas m¨¢s importantes de ficci¨®n cient¨ªfica de la reciente d¨¦cada, Neuromante (Neuromancer, 1984), galardonada con los tres premios m¨¢s prestigiosos del g¨¦nero (Hugo, Nebula y Philip K. Dick), est¨¢ considerado el padre del cyberpunk, la ¨²ltima corriente de esta clase de literatura. "Vivimos en escenarios de ricci¨®n cient¨ªrica; la Tierra es un planeta alien¨ªgena, extra?o" dijo ayer William Gibson en una entrevista con este diario. "Vale la pena explorarlo, y eso es lo que yo hago con mis novelas". El autor ha realizado por encargo un gui¨®n para la tercera parte de Alien.
"Me resulta dif¨ªcil considerarme un escritor de ciencia-ficci¨®n", dice William Gibson; "no me siento un futurista, trato de explicar la realidad contempor¨¢nea, una realidad bastante extra?a e impredecible: el SIDA, el efecto invernadero, la ca¨ªda del Imperio sovi¨¦tico... Por otro lado, en Estados Unidos, el t¨¦rmino ciencia-ficci¨®n est¨¢ bastante desprestigiado, se refiere a una industria que garantiza un determinado nivel de ventas. En mi pa¨ªs es dificil escapar de la clasificaci¨®n, en Europa creo que es distinto: en la traducci¨®n de Neuromante al franc¨¦s se catalogaba la novela como surrealismo urbano".Gibson es un hombre realmente alto, con un aire de moderno cowboy intelectual que le asemeja a Peter Fonda. Imposible no pensar en Case, el protagonista de Neuromante, un vaquero de c¨®nsola, un saqueador de secretos cibern¨¦ticos a trav¨¦s del ordenador. "S¨ª", r¨ªe el escritor, "hay un algo m¨ªo en el personaje, un algo de mi adolescencia, pero yo lo entiendo m¨¢s como un arquetipo de determinada imagen del h¨¦roe de nuestro tiempo".
La aparici¨®n de Neuromante, primera novela de Gibson, que logr¨® la triple corona del g¨¦nero, hecho sin precedentes, fue saludada como el inicio de algo nuevo, el Cyberpunk. "Yo no creo que sea un movimiento en el sentido que lo han sido otros, me parece pretencioso considerarlo as¨ª; es m¨¢s bien una tendencia de escribir ficci¨®n, producto quiz¨¢ de un accidente hist¨®rico: el hecho de que una serie de autores, en su mayor¨ªa norteamericanos como Bruce Sterling, John Shirley, Rudy Rucker, Lewis Shiner o yo mismo, nos pusi¨¦ramos a escribir cosas parecidas". "Creo que lo b¨¢sico en el Cyberpunk es la influencia de las culturas populares contempor¨¢neas, un conocimiento amplio de esas culturas; eso contrasta con la ciencia-ficci¨®n norteamericana cl¨¢sica: es una visi¨®n m¨¢s global, lejos del esp¨ªritu patri¨®tico de los cl¨¢sicos".
Tecnofetichistas
El lenguaje de las novelas de Gibson est¨¢ lleno de slang, de neologismos, de palabras imaginarias (ciberespacio, mut¨¢geno, detonador hormonal, hielo inform¨¢tico, tecnofetichistas nihilistas, pixel, megabyte, dermatrodo, simestim ... ). "Muchas de esas palabras que dan un aspecto futurista a la narraci¨®n proceden del lenguaje de subculturas urbanas", explica; "me limito a emplearlas fuera de su contexto; por ejemplo, flatline, el apelativo del maestro fallecido de Case cuya memoria es preservada por ordenador en Neuromante, es una palabra del slang de los conductores de ambulancia para referirse a un muerto". Adem¨¢s de palabras, tambi¨¦n aparecen en sus obras personajes propios o derivados de las subculturas urbanas: rastafaris llenos de ganja que pilotan astronaves, amas de casa que siguen una soap opera desde hace 20 a?os...
Neuromante, que transcurre en un. mundo de ne¨®n, basura y microproces adores, altamente tecnificado, con cirug¨ªa opcional popularizada, nuevas drogas sint¨¦ticas y una estirpe de hombres, los vaqueros electr¨®nicos, capaces de introducirse en el ciberespacio, el espacio sint¨¦tico de los ordenadores (met¨¢fora de la inmersi¨®n del p¨²blico en los mass media), posee una extra?a fuerza po¨¦tica: "( ... ) El fulgor del cielo de televisor imped¨ªa ver el cielo de Tokio y aun el desmesurado logotipo hologr¨¢fico de la Fuji Electric Company, y la bah¨ªa de Tokio era un espacio negro donde las gaviotas daban vueltas en c¨ªrculo sobre card¨²menes de poliestireno blanco a la deriva". La cosa suena a Blade Runner y a J. G. Ballard, con sus inquietantes descripciones de paisajes donde se armonizan la naturaleza y los residuos industriales. "Admiro a Ballard; mi m¨¦todo estriba en algo as¨ª como una deconstrucci¨®n po¨¦tica de la tecnolog¨ªa, de hecho no soy un hombre de ciencia, aunque s¨ª algunos de mis amigos, que me dan ideas". Gibson reconoce que es cierta la leyenda de que escribi¨® Neuromante, la gran novela sobre el futuro cibern¨¦tico, con una m¨¢quina de escribir manual Underwood.
Y hablando de Ballard, Gibson emite su juicio sobre la New Wave, movimiento renovador de la ciencia-ficci¨®n: "Mi actitud hacia ellos es de admiraci¨®n; la New Wave fue en su momento una herej¨ªa para los cl¨¢sicos, el impulso originario estaba bien, pero creo que fall¨® algo, no llegaron tan lejos como pod¨ªa parecer y algunos autores se volvieron muy comerciales". "El Cyberpunk es un impulso diferente, no es un heredero de la New Wave, guardan una relaci¨®n semejante a la del rock de los a?os ochenta con el punk". Se ha se?alado la relaci¨®n de las obras de Gibson con Lou Reed: "Es un gran poeta y una persona m¨¢s sofisticada de lo que la gente cree; me parece que tenemos en com¨²n una cierta percepci¨®n de la realidad: quiero para mis novelas un filo, un borde doloroso, hiriente, como en sus canciones". La droga, en forma cl¨¢sica o como oct¨®gonos rosados de dextroanfetamina brasile?a, aparece frecuentemente en Neuromante: "Es imposible pensar en un futuro sin drogas; la droga es tecnologia, mientras ¨¦sta avance habr¨¢ drogas, nuevas drogas".
Para el g¨¦nero de la fantas¨ªa, al que se est¨¢n reciclando muchos autores cl¨¢sicos de la ciencia-ficci¨®n, tiene palabras bastante duras: "No me gusta, lo encuentro muy reaccionario y kitsch; la mayor¨ªa de las obras son imitaciones de Tolkien, que escrib¨ªa alegor¨ªas cristianas". Se muestra suspicaz ante el fen¨®meno de los juegos de rol.
Neuromante (Minotauro, en castellano, y Edicions Pleniluni, en catal¨¢n) es la ¨²nica novela de Gibson traducida en Espa?a. Con Count Zero -que incluye una escena de teletransportaci¨®n en el parque G¨¹ell de Barcelona, fruto de una anterior visita- y Mona Lisa Overdrive constituye una especie de trilog¨ªa. El autor escribe actualmente una novela en colaboraci¨®n con Bruce Sterling, The difference Engine, una ucron¨ªa sobre Charles Babbage, inventor el siglo pasado de una computadora a vapor.
Un gui¨®n para 'Alien III'
William Gibson recibi¨® el encargo de escribir un gui¨®n para la tercera entrega de Alien. Est¨¢ escrito y entregado ("y pagado", a?ade el autor), pero Gibson no es optimista: "Cuando escribes algo para Hollywood es como si lo tiraras a un pozo", dice, "no s¨¦ en qu¨¦ momento est¨¢ la historia". El argumento de Gibson para Alien III arranca con el encuentro en el espacio del androide de Alien II que ha sido infectado por la reina-alien, con miembros de una coalici¨®n socialista de la tierra -vietnamitas, chinos, etc¨¦tera- que atracan naves para robar tecnolog¨ªa. El androide es, por supuesto, alta tecnolog¨ªa, y se lo llevan.La relaci¨®n del escritor con el cine es algo tormentosa: James Cameron quiso filmar una obra suya y Gibson hizo un gui¨®n, pero la idea no prosper¨®. El autor recuerda que cuando estaba a medio escribir Neuromante se fue al cine: sali¨® horrorizado, hab¨ªa visto Blade Runner. "Me entr¨® un sudor fr¨ªo porque vi que hab¨ªa grandes concomitancias; las interpreto como que Neuromante y Blade Runner comparten el esp¨ªritu de los tiempos". Posteriormente, Ridley Scott ley¨® las obras de Gibson y es f¨¢cil reconocer influencias en Black Rain.
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