EE UU rechaz¨® una oferta de Noriega para asesinar a los l¨ªderes sandinistas

Una de las reuniones m¨¢s secretas que jam¨¢s haya celebrado el derrocado dictador paname?o Manuel Antonio Noriega tuvo lugar en 1986 en Londres entre el general y Oliver North. Entonces, el enviado norteamericano, hoy condenado a prisi¨®n, se dedicaba afanosamente a obtener dinero y armas para la contra nicarag¨¹ense, y hab¨ªa recurrido al dirigente paname?o para que le ayudara. Noriega ofreci¨® algo m¨¢s: asesinar a toda la c¨²pula sandinista.

North pas¨® la oferta a su jefe, John Poindexter, en la Casa Blanca, de acuerdo con los documentos que obran en poder del juez de Miami que lleva el proceso contra Noriega por narcotr¨¢fico. Poindexter rechaz¨® la oferta, pero, en cambio, s¨ª acept¨® la segunda propuesta de Noriega para llevar a cabo misiones secretas de bombardeo contra Nicaragua.Antes de que Noriega tuviera tiempo de cumplir lo prometido, estall¨® el esc¨¢ndalo Irangate, que puso fin a las actividades ilegales de North, pero la reuni¨®n de Londres es uno de los muchos encuentros potencialmente perjudiciales para el Gobierno norteamericano que Noriega piensa sacar a relucir en su eventual juicio. Si Noriega tiene documentos que apoyen su pretensi¨®n de que sus actividades como narcotraficante no solo eran conocidas, sino que recib¨ªan el apoyo de Estados Unidos, mientras actuaba como agente de la CIA, podr¨ªa utilizar en su juicio toda una serie de alegaciones sobre actividades clandestinas de funcionarios norteamericanos.

La CIA habr¨ªa preferido, con toda seguridad, que esos documentos no fueran conocidos al menos durante una generaci¨®n.

Un documento de la CIA preparado en 1988 afirmaba que las dem¨¢s agencias federales de EE UU estaban perfectamente informadas de la implicaci¨®n de Noriega en el narcotr¨¢fico. Un funcionario recuerda que Noriega pidi¨® en una ocasi¨®n al Pent¨¢gono un proyector muy moderno que utiliz¨® para ver pel¨ªculas pornogr¨¢ficas.

Otros muchos aspectos del proceso contra Noriega constituyen tambi¨¦n una verdadera pesadilla para la Fiscal¨ªa norteamericana. Los fiscales dicen que tienen muchas m¨¢s posibilidades de obtener la condena de Noriega gracias a las pruebas conseguidas por las tropas norteamericanas en el propio cuartel general del dictador. Seg¨²n fuentes estadounidenses, los soldados hallaron grandes cantidades de coca¨ªna, millones de d¨®lares en efectivo, y documentos sumamente comprometedores.

Los fiscales tendr¨¢n que demostrar que existe una cadena causal que d¨¦ sentido a las pruebas. Y, en el peor de los casos, un buen defensor podr¨ªa crear graves problemas a los fiscales, sobre qui¨¦n entreg¨® qu¨¦ a qui¨¦n, d¨®nde y cu¨¢ndo. Todas esas lindezas legales, como alijos de droga, documentos comprometedores y fortunas en efectivo, no suelen encontrarse en los campos de batalla.

[El ahora presidente y entonces director de la CIA, George Bush, decidi¨® en 1976 que se siguieran pagando 110.000 d¨®lares anuales a Noriega por sus servicios, seg¨²n el semanario Newsweek, informa Efe].

? The Independent-EL PA?S