Bonn, a punto de 'estallar' por la invasi¨®n de refugiados
JOS? M. MART? FONT La avalancha de refugiados alemanes orientales que est¨¢ llegando a la Rep¨²blica Federal de Alemania desde que comenz¨® el a?o amenaza con provocar una crisis de grandes dimensiones en la ya de por s¨ª delicada situaci¨®n creada por la revoluci¨®n pac¨ªfica que acab¨® el a?o pasado con el r¨¦gimen neoestalinista de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. Seg¨²n cifras oficiales, en los primeros 10 d¨ªas del a?o otras 20.000 personas llegaron dispuestas a quedarse.
En opini¨®n de los expertos -incluso si no se produce una situaci¨®n de p¨¢nico colectivo-, al menos medio mill¨®n de alemanes orientales pasar¨¢n durante 1990 a la RFA.En Bonn, pese a que el Gobierno ha intentado minimizar las cifras y evitar que se hable demasiado del asunto, la posibilidad de una r¨¢pida desestabilizaci¨®n de la RDA empieza a producir escalofr¨ªos. En un a?o electoral, y con la capacidad de absorci¨®n ya saturada por los m¨¢s de 700.000 refugiados que llegaron el a?o pasado -342.854, provenientes de la RDA, y el resto, de colonias alemanas en los pa¨ªses de Europa del Este-, los profundos desequilibrios que una inmigraci¨®n masiva provocar¨ªa amenazan la propia estabilidad de todo el sistema.
No en balde el propio canciller Helmut Kohl se vio obligado a citar el pasado martes la cifra de 14.226 alemanes orientales que en los primeros ocho d¨ªas de 1990 decidieron pasarse a la RFA. "Los alemanes de la RDA quieren ver cambios r¨¢pidos y fundamentales", dijo Kohl; "hay que crear una perspectiva convincente para el futuro pol¨ªtico y econ¨®mico. No nos interesa que sigan pas¨¢ndose tantos ciudadanos de la RDA, nuestro objetivo es que tengan perspectivas de futuro en su propio pa¨ªs". Ayer se supo que el pasado martes cerca de 3.000 alemanes orientales m¨¢s llegaron a la RFA.
Para compensar, el canciller dibuj¨® un paradisiaco retrato de la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, donde, pese al flujo de refugiados, el paro descendi¨® hasta situarse en un 7%. No dijo, sin embargo, que la reducci¨®n hubiera sido a¨²n mayor si no llega a ser por las cifras del ¨²ltimo trimestre, precisamente el de la llegada masiva de refugiados.
En este contexto, el enfrentamiento entre el Gobierno de la RDA, presidido por Hans Modrow, y los grupos opositores, que discuten con el partido comunista el proceso de reformas y la ley electoral que haga posibles unas elecciones libres el pr¨®ximo 6 de mayo, no sirve m¨¢s que para deteriorar la imagen que del futuro de su pa¨ªs puedan tener los habitantes de la RDA y empujarles a emigrar a Occidente, donde, en la mayor¨ªa de los casos, se encuentran numerosos familiares suyos, que les incitan a su vez a tomar esta decisi¨®n.
Modrow se encuentra entre dos fuegos. Presionado, de un lado, por su propio partido, el renovado SED-PSD, que pretende aprovecharse en todo lo que puede de su ocupaci¨®n del poder para jugar con ventaja en las elecciones, y de otro, por la oposici¨®n, que amenaza con abandonar la mesa de negociaciones y sacar a la poblaci¨®n a que proteste en la calle y encienda a¨²n m¨¢s el fuego de la reunificaci¨®n alemana, que, visto el rumbo que est¨¢n tomando las cosas, m¨¢s que reunificaci¨®n ser¨ªa ya una pura y simple anexi¨®n.
Ayer, Modrow ofreci¨® a los grupos opositores participar en el Gobierno, casi al mismo tiempo que los partidos del antiguo bloque, contaminados por 40 a?os de colaboraci¨®n con el viejo r¨¦gimen y que ahora ocupan un considerable n¨²mero de carteras, amenazaban, por su parte, con abandonar tambi¨¦n la coalici¨®n, en un intento p¨®stumo de desmarcarse de quienes fueron sus amos durante tantos a?os.
El tema econ¨®mico, sin embargo, fue el centro de la sesi¨®n de la C¨¢mara del Pueblo en Berl¨ªn Oriental. La ministra de Econom¨ªa, Christa Luft, anunci¨® el cambio constitucional que permitir¨¢ la instalaci¨®n de industrias mixtas en la RDA, donde la Constituci¨®n estable c¨ªa la total propiedad de los me dios de producci¨®n por parte del Estado. Sin embargo, la lentitud con que se llevan a cabo estas reformas y la sensaci¨®n de que en el SED-PSD no todo el mundo est¨¢ de acuerdo en entregar el monopolio de la econom¨ªa asustan a¨²n mucho m¨¢s en Bonn, donde la absoluta necesidad de una reactivaci¨®n econ¨®mica en el plazo m¨¢s corto posible se ve como la ¨²nica posibilidad de frenar el flujo de emigrantes, que ser¨ªa catastr¨®fico para la RFA.
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