"Soy un guerrillero por la libertad"

Tiene 60 a?os y 40 de lucha, desde que en 1950 liderara la Uni¨®n de Estudiantes Palestinos de Gaza. Es ingeniero por la universidad de El Cairo, pero apenas pudo ejercer su profesi¨®n 10 a?os. Es miembro de la prominente familia Huseini, pero la dej¨® para convertirse en el hombre m¨¢s perseguido por el servicio secreto israel¨ª, Mosad.No abandona nunca su rev¨®lver, pero le encanta jugar con los ni?os. No le asusta la violencia, pero ha optado por la v¨ªa pac¨ªfica y ha logrado que 114 pa¨ªses hayan reconocido ya el Estado palestino. Es un l¨ªder carism¨¢tico, pero est¨¢ dispuesto a tirar la toalla si no se logra avanzar en su intento por conseguir la paz en Oriente Pr¨®ximo.

"Es evidente que me respeto a m¨ª mismo, y s¨¦ para qu¨¦ me ha elegido mi gente, por eso se est¨¢ acercando el momento en que volver¨¦ a llamar a nuestro Parlamento palestino para que desenmascare al Gobierno norteamericano, que es el que apoya la l¨ªnea extremista del Likud y rechaza cualquier iniciativa de paz. Si no, definitivamente dimitir¨¦. Yo soy un guerrillero por la libertad, y puedo continuar mi trabajo en la OLP, pero tengo que ser honesto con mi gente y dejarles discutir en paz el dilema".

"Est¨¢ claro que la paciencia tiene un l¨ªmite", contin¨²a. "Especialmente nosotros, los que estamos en el liderazgo de la OLP, nos enfrentamos a una presi¨®n creciente de nuestros dirigentes, de nuestras masas, tanto dentro como fuera de los territorios ocupados, para utilizar armas para defender a nuestros hijos, a nuestros heridos de los cr¨ªmenes diarios de las fuerzas armadas israel¨ªes y de los grupos de fan¨¢ticos. Hasta ahora, nuestras ¨®rdenes han sido no utilizar esas armas en la intifada".

"En este momento", asegura el dirigente palestino, "hago un llamamiento a la comunidad internacional, y especialmente a los europeos, para que cumplan con su responsabilidad moral, pol¨ªtica e hist¨®rica, y se pongan r¨¢pidamente en movimiento antes de que ocurra una tragedia que, desgraciadamente, nos afectar¨ªa a todos. El tif¨®n no da?ar¨¢ una parte y dejar¨¢ a las otras".

Arafat busca las palabras antes de decirlas. Su rostro se relaja con el fin de cada pregunta y sonr¨ªe. A veces sus consejeros le corrigen una frase o la pronunciaci¨®n, pero ¨¦l prefiere ser el maestro de su media lengua inglesa. Han sido 40 minutos de conversaci¨®n. M¨¢s de una vez ha estado dispuesto a darla por terminada, pero ha ido aceptando los retos dial¨¦cticos hasta llegar a la pregunta de por qu¨¦ los pa¨ªses ¨¢rabes s¨®lo han dado un tercio de la ayuda que se comprometieron a dar a la intifada en la cumbre de Argel de 1988, seg¨²n revel¨® el domingo pasado el presidente del Fondo Nacional Palestino, Joweid al Gosein.