Bush pide pena de muerte para los 'narcos', aunque no hayan cometido delitos de sangre
El presidente de EE UU, George Bush, quiere que la pena de muerte pueda ser aplicada a los narcotraficantes sin necesidad de que ¨¦stos hayan cometido delitos de sangre. Esta petici¨®n presidencial es una de las nuevas medidas que Bush desea incorporar al plan nacional de lucha contra la droga. Sus peticiones las ha elevado al Congreso.
El presidente desea incrementar el presupuesto destinado a su programa militar de lucha contra el narcotr¨¢fico en un 50%, seg¨²n trascendi¨® ayer en Washington. Funcionarios de la Administraci¨®n Bush han explicado que la petici¨®n del presidente representa la segunda parte del plan nacional contra la droga presentado el pasado mes de septiembre. El presidente quiere incrementar el presupuesto total del plan en 1.200 millones de d¨®lares, mientras que los dem¨®cratas quieren que ese aumento sea de 5.000 millones de d¨®lares.Esta segunda fase del plan antidroga de EEUU contiene algunas variaciones sobre el proyecto inicial y nuevas cifras presupuestarias. El presupesto aprobado y que ahora el presidente desea modificar, por considerar que se ha quedado corto, es de 8.800 millones de d¨®lares.
Bush present¨® su nuevo programa durante un almuerzo en la Casa Blanca con directores y editores de peri¨®dicos, en el que se refiri¨® "al grave problema con el que nos enfrentamos". Entre las nuevas propuestas del presidente destacan su solicitud de que los narcotraficantes sean condenados a muerte, aunque no hayan cometido delitos de sangre.
El anuncio de Bush se produce tres semanas antes de su viaje a Colombia para participar en una cumbre antinarc¨®ticos con los presidentes de los pa¨ªses de la zona. La ley federal de EE UU solamente contempla la pena de muerte para casos de traici¨®n, espionaje, secuestro de aviones y tr¨¢fico de drogas con comisi¨®n de delito de sangre. Seg¨²n el FBI, la ¨²ltima persona condenada a muerte por una ley federal fue en 1963.
El Pent¨¢gono, favorecido
El Pent¨¢gono tambi¨¦n resulta favorecido en esta segunda fase del plan antidroga. Bush desea incrementar su presupuesto en un 50% -unos 800 millones de d¨®lares-, lo que permitir¨¢ a los militares combatir la droga con muchos m¨¢s medios materiales. El pasado mes de septiembre Bush otorg¨® al Pent¨¢gono plenos poderes para combatir el narcotr¨¢fico, al considerar que el problema de la droga se hab¨ªa convertido ya en un tema de "seguridad nacional".En este sentido el Pent¨¢gono, hasta entonces reacio a luchar contra la droga por considerar que ese era un trabajo pol¨ªcial, reaccion¨® de inmediato con la creaci¨®n de dos comandos espec¨ªficos -la Taks Force IV y la Task Force I- con bases en Miami (Florida) y Alameda (California).
Estas unidades est¨¢n encargadas de la coordinaci¨®n de vigilancia en el Caribe y en el Pac¨ªfico. Esta previsto tambi¨¦n crear una multi-agencia de espionaje para coordinar toda la informaci¨®n nacional e internacional sobre narcotr¨¢fico. Nueva York, Miami, Los ?ngeles, Houston y la zona fronteriza del suroeste, California, Arizona y Nuevo M¨¦xico se ven beneficiadas con presupuestos especiales para incrementar la vigilancia y la creaci¨®n de nuevas unidades antidroga. Bush tambi¨¦n propone que se intensifiquen los programas de rehabilitaci¨®n en los centros penitenciarios y que se creen programas pilotos en las principales ¨¢reas metropolitanas para rehabilitar drogadictos.
El servicio de aduanas, el Customs Service, podr¨¢ abrirsus propias l¨ªneas de investigaci¨®n y practicar las detenciones que sean necesarias en temas de droga, tal y como hac¨ªa antes de la creaci¨®n, en 1973, de la agencia antinarc¨®t¨ªcos, la DEA.
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