Los 'pied noirs' del frio
El conflicto del C¨¢ucaso ha supuesto la escapada en masa de decenas de miles de refugiados (por ahora), que son fuente de malestar entre quienes ya viven hacinados en las ciudades y se pelean por comprar las pocas mercanc¨ªas existentes.Los refugiados, que algunos, salvando las distancias, comparan con los pied-noirs franceses, son un terreno abonado para la agitaci¨®n social y sobre ellos podr¨ªa tener influencia el proselitismo de los grupos rus¨®filos de ideas faseistizantes y racistas.
Esta corresponsal fue testigo la semana pasada de c¨®mo un grupo de este talante, meg¨¢fono y pancartas en mano, penetr¨® en la Casa de los Literatos de Mosc¨², donde se iba a celebrar una reuni¨®n del grupo de escritores Abril, y comenz¨® a insultar a los presentes, acus¨¢ndoles de "conspirar con jud¨ªos y masones".
El esc¨¢ndalo lleg¨® a las manos y no falt¨® quien comparara la escalofriante intervenci¨®n con las primeras salidas de los nazis en Alemania.
La Rusia insatisfecha
Al margen de las tendencias extremas, en Rusia (la amplia rep¨²blica rusa) existen leg¨ªtimos motivos de insatisfacci¨®n. En nombre de su identificaci¨®n con el Estado, ha sido privada de sus se?as de identidad, de tal forma que su recuperaci¨®n es aqu¨ª m¨¢s dif¨ªcil que en cualquier otra rep¨²blica sovi¨¦tica.
Romualdas Ozalas, uno delos dirigentes del Partido Comunista Lituano, manifestaba que el pueblo ruso ha dormido durante decenas de a?os y es dificil decir hasta qu¨¦ punto la voz de las sociedades patri¨®ticas que ahora surgen le despertar¨¢n.
Mientras tanto, la estructura econ¨®mica del Estado parece feudalizarse ante la falta de un dinero real. El B¨¢ltico protegi¨® sus tiendas de los ansiosos visitantes de otras regiones.
Leningrado hizo lo propio y la vetusta Novgorod respondi¨® amenazando con cortar los suministros de carne y leche a los leningradenses.
Mosc¨² se protege de los camiones llegados de provincias y los de provincias amenazan con impedir que los moscovitas acudan a sus dachas fuera de la ciudad.
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