El PP y el PSOE lo sab¨ªan casi todo desde hace nueve meses

El Partido Popular dispone de un informe sobre las actividades econ¨®micas de: Juan Guerra desde hace nueve meses. El documento fue gestionado por dirigentes de dicha organizaci¨®n en Andaluc¨ªa directamente con la ex mujer de Juan Guerra, ?ngeles L¨®pez. La oposici¨®n no hizo uso del mismo por el escaso impacto que causaron en la opini¨®n p¨²blica las primeras informaciones de prensa, y para no ser acusados de "arrojar basura" sobre la clase pol¨ªtica, seg¨²n fuentes de la actual direcci¨®n del PP.La ex mujer de Juan Guerra dio varios pasos. Primero mantuvo dos conversaciones telef¨®nicas con Juan Luis Muriel, presidente provincial del PP de Sevilla, quien le organiz¨® una cita con el secretario general del PP en Andaluc¨ªa, Juan de Dios Mart¨ªnez. ?ste ¨²ltimo se entrevist¨® con la ex mujer de Juan Guerra en una cafeter¨ªa de Sevilla. Ella le ense?¨® documentos comprometedores para su marido, pero no le permiti¨® quedarse con ellos: insisti¨® en entreg¨¢rselos personalmente al presidente del partido, Manuel Fraga. Y as¨ª lo hizo.

Alertados de la existencia del informe, dirigentes del PSOE de Andaluc¨ªa se reunieron urgentemente para decidir una estrategia y llarnar la atenci¨®n del vicepresidente del Gobierno sobre el riesgo que corr¨ªa. Fruto de aquellas gestiones fue la prohibici¨®n a Juan.Guerra de que acompa?ara m¨¢s a su hermano. En pocas semanas, aqu¨¦l desapareci¨® de los escenarios donde se le pod¨ªa conectar con el PSOE: la Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa, el aeropuerto de Sevilla -donde recog¨ªa a su hermano cada viernes y le dejaba de nuevo cada lunes-, las campa?as electorales en las que se ocupaba de organizar servicios de informaci¨®n y guardaespaldas- y, en general, de todos los actos en los que ocupaba lugares destacados.Con el verano de 1989 muri¨® la breve operaci¨®n iniciada por el Partido Popular. Todo permaneci¨® de nuevo en silencio hasta que la indiscreci¨®n de Serafin N¨²?ez, alcalde de Barbate -a finales del a?o pasado- puso sobre el tapete la participaci¨®n de Juan Guerra en otro negocio, aparentemente de grandes proporciones y fundado en esperanzas muy poco viables. Ah¨ª. s¨ª prendi¨® el inter¨¦s de la opini¨®n p¨²blica, probablemente porque las dificultades del PSOE para renovar su mayor¨ªa absoluta en las elecciones legislativas, y el car¨¢cter envenenado de la pelea interna entre guerristas y borbollistas, crearon un adecuado caldo de cultivo.

Decisiones de partido

El ¨²nico reconocimiento p¨²blico de que el PSOE conoc¨ªa las actividades privadas de Juan Guerra procede del secretario de Organizaci¨®n de la ejecutiva federal, Jos¨¦ Mar¨ªa Benegas.

"El PSOE", explica Benegas, "sab¨ªa desde hace alg¨²n tiempo que Juan Guerra desarrollaba actividades privadas y que dedicaba m¨¢s tiempo a ¨¦stas, en detrimento de las que le encargaba el PSOE. El partido le desvincul¨® de su cometido y le comunic¨® que no volviera a aparecer en el despacho de la delegaci¨®n del Gobierno. Luego se le dijo que dejara de acompa?ar al vicepresidente".

Benegas describe as¨ª las funciones de Juan Guerra: "Era el encargado de algunas cuestiones de seguridad en Andaluc¨ªa y el asistente de su hermano. Eso no quiere decir que no se ocupara de otros asuntos, como recoger correspondencia, atender llamadas telef¨®nicas y concertar citas".

El ambierte enfermizo que se vive en el socialismo andaluz, a prop¨®sito de esta historia, tiene otro de sus m¨¢s claros ejemplos en Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla, actual presidente de la Junta de Andaluc¨ªa y, secretario general del PSOE hasta 1987 -fecha en que fue defenestrado por los mismos que aspiran a derribarle ahora de la Junta-. Preguntado por la preponderancia de Juan Guerra en el seno del Partido Socialista, pese a la carencia de todo cargo org¨¢nico en el mismo, Rodr¨ªguez de la Borbolla se limita a contestar: "Es una buena pregunta".

Pregunta. ?Pero usted no fue secretario general del PSOE de Andaluc¨ªa hasta 1987?

Borbolla. Juan Guerra no ten¨ªa cargo alguno en la ejecutiva regional. Y no estaba en el Gobierno regional. Yo ofrezco mi colaboraci¨®n para que esto termine lo mejor posible.

La sociedad sevillana ten¨ªa conocimiento amplio del despacho de Juan Guerra. Lo mismo que los dirigentes pol¨ªticos. Miguel Calvo, portavoz del Partido Andalucista en el Parlamento andaluz, tampoco da muestras de sorpresa. "En Sevilla, todo el mundo sab¨ªa que Juan Guerra ten¨ªa despacho en la delegaci¨®n del Gobierno".