Pavarotti recoge 12 discos de platino por las ventas de su grabaci¨®n de arias de operas

El tenor italiano Luciano Pavarotti viaj¨® ayer a Madrid en vuelo privado desde Mil¨¢n para recoger los 12 discos dobles de platino (que equivalen a 300.000 ejemplares vendidos) que ha obtenido por su grabaci¨®n de canciones y arias de ¨®peras Tutto Pavarotti. En la conferencia de prensa derroch¨® simpat¨ªa: sac¨® la lengua o hizo gestos de ogro para satisfacci¨®n de los fot¨®grafos, cit¨® sus platos favoritos de la cocina espa?ola y ofreci¨® la imagen de franqueza de cualquier campesino de la Emilia-Roma?a, ¨¢rea de donde procede. Anunci¨® que cantar¨¢ en Madrid y Bilbao en septiembre de 1990 y que en breve grabar¨¢ Otelo bajo la direcci¨®n de Georg Solti.

En una de las cuestiones se plante¨® si le interesa la gastronom¨ªa. Repuso que se trata de una pregunta in¨²til, "a la vista est¨¢", y a continuaci¨®n se lanz¨® a citar en espa?ol especialidades como la merluza, el bacalao al pil-pil y el solomillo. Pantagru¨¦lico, dijo: "Esos platos son las primeras palabras de espa?ol que he aprendido, aparte de ?d¨®nde est¨¢ el ba?o?".Vestido de forma inexpresiva con cazadora sobre camisa con corbata, el tenor italiano s¨®lo se detuvo a explicar con detenimiento por qu¨¦ en la zona geogr¨¢fica del norte de Italia en la que naci¨® han surgido muchos cantantes: "Es muy simple; vivimos cerca de la ciudad de Verdi [Pama] y estamos ligados a la tradici¨®n. Los chicos de mi edad, hasta los 15 a?os, trat¨¢bamos de cantar como un juego La donna e mobile. Aquella es tierra de gente alegre, a la que le gusta comer bien, y yo soy un representante de esto, como se puede apreciar. Les gusta ver salir el sol, y cantar. Los campesinos cantaban durante la faena, ahora no por que van en tractor y ya no se siente el canto del hombre. Todo esto creo que se puede comprender bien aqu¨ª en Espa?a, pa¨ªs mediterr¨¢neo donde tambi¨¦n la gente lleva el sol por dentro".

La visi¨®n buc¨®lica y de llaneza la apoy¨® Pavarotti con una referencia a sus inicios como vendedor de seguros: "No eran libros lo que ofrec¨ªa, sino algo tan abstracto como los seguros. Iba ofreci¨¦ndolos a la hora de comer y con ello aprend¨ª a conocer el alma humana, las posibles reacciones, tan diferentes. He sido un ni?o de la guerra, y desde entonces he tenido una gran voluntad de vivir, que he mantenido hasta ahora, y que espero no me abandone hasta que muera".

Ganas de vivir

En ese car¨¢cter voluntarioso ante la vida es donde radica la felicidad que le acompa?a, seg¨²n dijo. Una f¨®rmula para que el triunfo no le supere: "No s¨¦ qui¨¦n soy ni de d¨®nde soy, pero tengo ganas de vivir".

Con su vitalidad, al tenor italiano le queda tiempo para dedicar, adem¨¢s de a su actividad art¨ªstica, a otras interesantes, por ejemplo pedag¨®gicas. "Hago un concurso en Filadelfia", dijo ayer, "y en cada edici¨®n se presentan 2.000 cantantes. Los escucho, y su nivel es muy alto. Luego, sobre, el escenario, se ver¨¢ si crecen o se eclipsan, pero la educaci¨®n vocal es muy superior a la que hab¨ªa en mi ¨¦poca. Cuando empec¨¦ con mi buena voz todos me miraban como si estuviera loco. Ahora, si tienes una voz peque?a, en el conservatorio puede crecer".

Una pregunta hizo referencia a Kraus, Domingo y Carreras, para saber el sentimiento de Pavarotti despu¨¦s de vender tantos discos en el pa¨ªs de esos competidores. Hizo un gesto responsable, y luego a?adi¨® a los tres nombres el de Jaume Aragall: "No olviden a Aragall, tiene la voz m¨¢s bella del mundo".