El lirismo afectivo de Leitner

Como en su primera actuaci¨®n con la Orquesta Nacional de Espa?a, Ferdinad Leitner (Berl¨ªn, 1912) ofreci¨® en los conciertos de esta semana en el Auditorio Nacional As¨ª hablaba Zarathustra, de Richard Strauss, despu¨¦s de colaborar con Andr¨¦ Watts (Nuremberg, 1946) en el Concierto para piano y orquesta n¨²mero 2 en sol bemol mayor de Brahms, obra con la actu¨® en Madrid en 1970.Fue Andr¨¦ Watts, como siempre, un rutilante virtuosista y un prodigio de ritmo interior- de, unido a su seria musicalidad, fraseo coherente y magn¨ªfica articulaci¨®n y acentuaci¨®n, que logr¨® una interpretaci¨®n literalmente irresistible de la p¨¢gina brahmsiana aun cuando la melancol¨ªa -sustancia misma de toda la obra del compositor hamburgu¨¦s- quedase sustituida por un realismo lisztiano m¨¢s avasallador que emotivo.

El director Ferdinad Leitner posee el sello de nobleza y serenidad propio de la vieja escuela a la que pertenecieron sus ¨ªdolos y maestros Carl M¨¹ck, Bruno Walter y Fritz Busch y, desde el piano, Arthur Schnabel. Herencia que se advierte en el gesto mesurado, la creaci¨®n de un sonido profundo y la expresi¨®n cargada de afectividad y, cuando la obra de Strauss lo pide, fuerte pasi¨®n.

Como escribe Vito Levi, el compositor rindi¨® homenaje a Nietzsche desde su l¨ªrica y no desde su filosof¨ªa, que es menester imposible a los pentagramas. As¨ª hablaba Zarathustra es un monumental hecho dram¨¢tico en cuya imaginaria escena aparece el propio Strauss para gritarnos, "Soy Nietzsche", como antes nos hab¨ªa propuesto ser don Quijote o don Juan. A fin de cuentas siempre es ¨¦l y s¨®lo ¨¦l, habl¨¢ndonos desde una m¨²sica cuyos polos son el sentimiento y la representaci¨®n.

La versi¨®n que ofreci¨® Ferdinad Leitner fue magn¨ªfica por el buen orden arquitectural, la riqueza de detalle y la moderaci¨®n de ¨¦nfasis. Un triunfo en toda regla.