Dos contra Bossano

Si la colaboraci¨®n hispanobrit¨¢nica sobre el blanqueo del dinero no acaba de arrancar, la cooperaci¨®n bilateral para forzar a Gibraltar a aplicar el acuerdo de 1987 sobre su aeropuerto va, en cambio, viento en popa. A cambio de aceptar la inclusi¨®n de la colonia en la primera fase de la liberalizaci¨®n a¨¦rea, Madrid consigui¨® entonces que Londres pactase compartir el peque?o aer¨®dromo mediante, entre otras cosas, la construcci¨®n de una terminal en el lado espa?ol de la verja a la que puedan acceder directamente los pasajeros que all¨ª desembarquen.

Joe Bossano, ministro principal de Gibraltar, se ha negado a poner en pr¨¢ctica este compromiso por considerar que era una cesi¨®n de soberan¨ªa y, en consecuencia, el Pe?¨®n ha quedado excluido no s¨®lo de la primera fase de la liberalizaci¨®n, sino de la segunda, aprobada ulteriormente, porque Espa?a y el Reino Unido as¨ª lo pidieron al Consejo de Ministros de la Comunidad Europea (CE).

Disconforme con la suspensi¨®n de la participaci¨®n de Gibraltar en la desregulaci¨®n a¨¦rea hasta que cumpla el acuerdo hspano-brit¨¢nico, Bossano ha recurrido la decisi¨®n del Consejo de Ministros de los doce ante el Tribunal de Justicia de la CE, y Espa?a y el Reino Unido han hecho frente com¨²n para pedir a la m¨¢s alta instancia judicial comunitaria que no admita a tr¨¢mite el recurso porque Gibraltar carece de competencias en materia de pol¨ªtica exterior.

El 5 de marzo el Tribunal de Luxemburgo deber¨¢ tomar una decisi¨®n, y si ¨¦sta fuese, en contra de lo previsto, favorable a las tesis de Bossano, Espa?a y el Reino Unido actuar¨¢n de nuevo codo a codo para defender ante la corte su derecho a no incluir a Gibraltar en la liberalizaci¨®n del transporte a¨¦reo. "Rehusando cumplir el acuerdo, los gibraltare?os se perjudican a s¨ª mismos", afirma un diplom¨¢tico brit¨¢nico, "porque se privan de la posibilidad de acoger vuelos procedentes de toda Europa".