Muere Sandro Pertini el pol¨ªtico m¨¢s amado por los italianos
Sandro Pertini, el anciano ex presidente de la Rep¨²blica, el pol¨ªtico m¨¢s amado por los italianos, falleci¨® el s¨¢bado a las ocho de la tarde, a la edad de 93 a?os, durante el sue?o, en su min¨²sculo apartamento de 50 metros cuadrados frente a la famosa Fontana de Trevi, en Roma. La noticia de su muerte fue comunicada en la ma?ana de ayer por su esposa, la psic¨®loga Caria Voltolina, de 62 a?os, primero al jefe del Estado, Francesco Cossiga, y despu¨¦s al papa Juan Pablo II, con quien el ateo Pertini hab¨ªa mantenido siempre una cordial amistad.
El dulce cascarrabias Pertini, como lo apellidaba la gente, hab¨ªa sido nombrado presidente de la Rep¨²blica en 1978, con 832 votos del Parlamento sobre 995, el sufragio m¨¢s alto conocido en unas elecciones presidenciales italianas. El luchador socialista, partisano, feroz antagonista del fascismo y del nazismo, que perdi¨® un hermano en un campo de concentraci¨®n nazi y que pas¨® 13 a?os entre el destierro y la c¨¢rcel, hab¨ªa llegado a la presidencia en un momento de grave crisis institucional. Su antecesor, el democristiano Giovanni Leone, se hab¨ªa visto constre?ido a dimitir antes de acabar su mandato, zarandeado por los esc¨¢ndalos.El papel de Pertini, reconocido por amigos y adversarios, fue el de haber devuelto la credibilidad a las instituciones democr¨¢ticas y haber reconciliado a la gente con la pol¨ªtica a trav¨¦s de su persona y de su carisma, basado en un limpio rigor moral y democr¨¢tico. Italia obtuvo a trav¨¦s de Pertini la mejor imagen internacional en su historia republicana. Por eso para los italianos fue come, un padre que les devolvi¨® esperanza en el futuro en un momento en el que el pa¨ªs estaba desprestigiado.
Cantando las cuarenta
Idealista, firme, impulsivo, supo cantar las cuarenta siempre hasta el lucero del alba, incluso a sus mismos compa?eros de partido. Cuando ¨¦stos se irritaron, por ejemplo, porque hab¨ªa tra¨ªdo a Roma en su avi¨®n presidencial los restos mortales de su amigo el comunista Enrico Berlinguer, Pertini coment¨®, seco: "Que se mueran ellos e ir¨¦ tambi¨¦n a recogerles con mi avi¨®n".Para evitar odiosas instrumentalizaciones, Pertini dej¨® todo bien amarrado en su testamento: nada de funerales oficiales, nada de desfile de personajes pol¨ªticos por su casa. Y as¨ª, s¨®lo pudieron subir ayer a su casa el presidente de la Rep¨²blica, Cossiga, "en nombre de todos los italianos", y dos amigos suyos de toda la vida. Ni siquiera el secretario de su partido, Bettino Craxi, ni el alcalde de Roma, Franco Carraro, pudieron hacerlo.
El secretario del partido comunista, Achille Ochetto, en su telegrama de p¨¦same a la viuda, escribi¨®: "Todos los comunistas italianos nos inclinamos ante la memoria de un gran hombre y nos hacemos testigos de su lecci¨®n moral de rigor, de pasi¨®n civil y de coherencia con los valores de la libertad y del socialismo
Su cuerpo ser¨¢ incinerado hoy en el cementerio de Roma, y sus cenizas ser¨¢n transportadas a su pueblo natal de Stella, en G¨¦nova, donde tendr¨¢ lugar un funeral ¨ªntimo. El mi¨¦rcoles, el Parlamento har¨¢ su conmemoraci¨®n f¨²nebre, y el d¨ªa de sus funerales ser¨¢ una jornada de luto nacional. Ayer, en todos los campos de f¨²tbol se guard¨® un minuto de silencio en recuerdo del amado y popular ex presidente, de quien ayer la gente, que se api?aba con dolor en torno a su casa, afirmaba sin rebozo que era "el ¨²nico pol¨ªtico digno de ser llorado en este pa¨ªs".
A la viuda de Pertini, que jam¨¢s dio una entrevista y que no consinti¨® vivir en el Quirinal, le est¨¢n llegando telegramas de p¨¦same de medio mundo: desde el Papa al rey Juan Carlos. Los Reyes de Espa?a lamentaron "profundamente la p¨¦rdida de un gran italiano y de un gran amigo personal y de Espa?a". Ha sido su viuda quien ha contado al m¨¦dico personal que Pertini, la noche del s¨¢bado, tras haber hecho una cena frugal y haberse acostado, se apag¨® sin darse cuenta y sin sufrir, durante el primer sue?o. Despu¨¦s de una ca¨ªda a primeros de mes, hab¨ªa comentado a su esposa: "Me siento sereno y tranquilo porque hasta el final de mi vida he intentado cumplir siempre con mi deber".
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