La rebeli¨®n de los abuelos
Encierro en un peque?o pueblo de Castell¨®n para impedir el derribo del hogar del jubilado
El tr¨¢fico de influencias llega a todas partes. Incluso a Cervera del Maestrat, un peque?o pueblo del norte de la provincia de Castell¨®n, de 856 habitantes, donde se ha declarado una verdadera guerra civil. Los abuelos de la asociaci¨®n El Castell permanecen encerrados desde el pasado domingo en su hogar del jubilado y aseguran estar dispuestos a todo para evitar que el Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular (PP), lleve a cabo el proyecto de derribar el edificio para ampliar la plaza del pueblo. Es la rebeli¨®n de los abuelos, que est¨¢n dispuestos a seguir encerrados en su local aunque las m¨¢quinas empiecen a derribarlo. El derribo, dicen, beneficia a un concejal popular.
El pasado domingo, varios centenares de jubilados se manifestaron para protestar contra el proyecto municipal. Numerosos abuelos de los pueblos de los alrededores se solidarizaron con sus colegas de Cervera del Maestrat y se sumaron a la manifestaci¨®n. Apenas pod¨ªan con la pancarta y, a duras penas, se llegaron hasta la carretera que lleva a Benilcarl¨®, con la intenci¨®n de cortar el escaso tr¨¢fico que discurre por all¨ª. Despu¨¦s se encerraron. El hogar del jubilado de la asociaci¨®n El Castell carece de electricidad desde hace meses. Los abuelos dicen que el Ayuntamiento cort¨® el suministro. Menos mal que el invierno ha sido benigno, por lo menos en las ¨²ltimas semanas, porque, de lo contrario, los jubilados hubieran sufrido verdadera miseria.La historia viene de lejos. Dicen que la ampliaci¨®n de la plaza es un viejo proyecto de este pueblo al que los tiempos modernos han restado habitantes de forma alarmante. En los a?os treinta viv¨ªan all¨ª unas 3.000 personas, dedicadas en su mayor¨ªa a la agricultura. Ahora, los j¨®venes se han ido y los pocos que all¨ª permanecen se desplazan a la costa a trabajar. El campo ha quedado para la historia.
El hogar del jubilado de la asociaci¨®n El Castell ocupa un peque?o local en un viejo edificio situado en el mismo coraz¨®n de Cervera del Maestrat. El Ayuntamiento no pudo comprar el inmueble hasta que en el a?o 1983 falleci¨® su propietaria. Gobernaba entonces un alcalde de UCD. Pero en junio de ese a?o ganaron los socialistas, y el viejo caser¨®n fue habilitado para albergar el hogar del jubilado, despu¨¦s de proceder a un retranqueo con el. que la plaza fue ampliada unos metros. Los suficientes para pemitir la entrada a los camiones de la harina, para que los tractores pudieran maniobrar y, por supuesto, tambi¨¦n para que los autobuses de turistas pudieran entrar hasta el mism¨ªsimo coraz¨®n del pueblo.
En 1987 cambi¨® la tortilla, como dice uno de los jubilados, y la alcald¨ªa pas¨® a manos del PP. A espaldas del viejo caser¨®n que alberga el local de los jubilados, pared con pared, se encuentra la casa de la familia de Jos¨¦ Lorenzo Fonte, concejal del PP. El nuevo gobierno municipal no tard¨® en dejar ver sus intenciones y cre¨® otro hogar del jubilado. "Fue por cuestiones pol¨ªticas", asegura Bautista Sorli, socio de la asociaci¨®n El Castell, que sit¨²a en ese momento el comienzo de la guerra civil que, seg¨²n dice, se ha desatado en el pueblo en torno al hogar del jubilado. "Han aprobado una permuta", dice, "y si derriban nuestro local el concejal tendr¨¢ la mejor casa del pueblo, porque podr¨¢ abrir puerta, ventanas y balcones con vista directa a la plaza".
En la primavera pasada, un cami¨®n se empotr¨® en el local. Por suerte, los abuelos que se encontraban en su interior no sufrieron da?os. La compa?¨ªa de seguros se hizo cargo de todo y, seg¨²n los jubilados, pag¨® los desperfectos al Ayuntamiento. "Pero pasaron los meses y los desperfectos no se arreglaban", dice el concejal socialista Vicent Sorli.
"Els bous'
Como las fiestas del pueblo, que se celebran en agosto -antes eran en septiembre, pero, los tiempos modernos recomendaron su reconversi¨®n al mes de agosto, cuando los oriundos vuelven al pueblo para pasar las vacaciones- estaban encima, hab¨ªa que arreglarlo. Hab¨ªa que evitar que els bous (los toros), una de las principales atracciones, se colaran en el hogar del jubilado. Fue una iniciativa ciudadana en la que todos colaboraron.
Pero en agosto la mayor¨ªa del PP aprob¨® el proyecto para ampliar la plaza, con el consiguiente derribo del edificio del hogar del jubilado. El plan de urbanismo de Cervera del Maestrat, que no preve¨ªa tal proyecto, fue modificado al efecto. El alcalde, Jos¨¦ Ballester -"qu¨¦ se puede esperar que haga con los jubilados una persona que env¨ªa a su propia madre a un asilo", dicen los jubilados-, conmin¨® a la asociaci¨®n a abandonar el local, bajo amenaza de acudir a la "Autoridad Judicial", por si la negativa, esperada, "pudiera ser constitutiva del delito de desobediencia a la autoridad (...) castigado con la pena de arresto mayor y multa de 30.000 a 150.000 pesetas".
Ballester niega cualquier intenci¨®n pol¨ªtica en el asunto y asegura que lo que pretende es conseguir otro local para los jubilados, ya que, seg¨²n dice, el de la asociaci¨®n El Castell "es muy poeque?o". Por su parte, el concejal Fonte niega que tenga inter¨¦s en el asunto y apunta la posibilidad de vender su vivienda para contruir un local para todos los jubilados. Hoy habr¨¢ una reuni¨®n con la Diputaci¨®n de la que puede salir una soluci¨®n. Mientras tanto, los jubilados esperan en su local.
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