Ficci¨®n

Como el mundo no se entera de que te pasa a ti, procuras enterarte de lo que le pasa al mundo. As¨ª cada ma?ana te despierta la radio entre sue?os retomas el argumento de la vida en el punto donde se detuvo ayer. Luego, en el coche, escuchas el primer informativo, que complementar¨¢s con la lectura de prensa. La cruenta realidad internacional, las miserias de la vida nacional, los acontecimientos culturaes, la cartelera cinematogr¨¢fica, todo, en fin, lo dominas como dominas una novela que has le¨ªdo cien veces y por cuyo interior te puedes aventurar a ciegas como por el pasillo tu casa. Adem¨¢s, todav¨ªa te quedan dos telediarios y acabas de comprar la revista semanal, que te ofrece poco m¨¢s de lo mismo pero con fotos en color. Excepto en las tramas secundarias, con frecuencia imprevisibles, la realidad se comporta como una novela por entregas, siempre se suspende en el punto m¨¢s alto, cuando en la cama te narcotizas con las ¨²ltimas noticias.Manejas, pues, la realidad co si de la ficci¨®n se tratara. La reun caci¨®n de las dos Alemanias, hambre en Etiop¨ªa, la muerte Sur¨¢frica, etc¨¦tera, forman los hi de un argumento que te apasio pero que a lo mejor no te concier porque su evoluci¨®n no depende ti. Tu realidad real, la que de verd puede hacerte feliz o desdichado, mucho m¨¢s cercana, m¨¢s dom¨¦ ca, y se puede medir en estabilid econ¨®mica y cantidades dt amor

Ahora est¨¢s empezando el d¨ª un 25% de tu alma est¨¢ ocupada por la publicidad y por las notici Esta noche, cuando te acuestes, t tu vida personal se habr¨¢ borrado, luida en la ficci¨®n de acontecirnien externos cuyo conocimiento no te br¨¢ hecho mejor. Aunque tal v mientras se te cierran los ojos es chando el ¨²ltimo informativo, pued pensar unos segundos en ti mism en quienes te rodean, y adviert como en una revelaci¨®n, que el pre de saber todo lo que le pasa al mun es el de no saber lo que te pasa a ti.