Terror de serie B

El cine de terror norteamericano padeci¨®, o tal vez disfrut¨®, de un fen¨®meno peculiar. Durante a?os se clasificaron como serie B un tipo de pel¨ªculas minoritarias de bajo presupuesto, donde la sangre era m¨¢s que nunca salsa de tomate. King Diamond ha aplicado al heavy metal estas ideas, y ha montado un espect¨¢culo cre¨ªble en su lado musical pero rid¨ªculo en cuanto a montaje esc¨¦nico.Aproximadamente 2.500 personas se dieron cita en un Pabell¨®n del Real Madrid cada vez m¨¢s envejecido y sucio. El p¨²blico se encontr¨® con una banda catalana, Legi¨®n, y con la noticia de que el otro grupo telonero, Candlemass, se hab¨ªa ca¨ªdo del cartel semanas antes. El escenario ten¨ªa como fondo la fachada de algo parecido a un castillo, con dos escaleras laterales; King Diamond y sus m¨²sicos se movieron por este decorado y se apoyaron en unas luces nada brillantes y un sonido a prudente volumen.

Musicalmente tratan de cuidar matices, y dan cierta importancia a los detalles: los dos guitarristas utilizan en varios momentos sus instrumentos el¨¦ctricos habituales, altern¨¢ndolos con otros ac¨²sticos, que descansan sobre el escenario en unos pies especiales. La voz de Diamond, escasa en todo momento, queda finalmente tapada por un grupo que, sin demasiados alardes t¨¦cnicos, juega c¨®modamente con las l¨ªneas maestras del g¨¦nero musical m¨¢s duro. Buenas aunque irregulares guitarras, un bajo contundente y una bater¨ªa incansable, en un concierto que, te¨®ricamente, deb¨ªa destacar por el espect¨¢culo esc¨¦nico paralelo. Lamentablemente no fue as¨ª, y los burdos trucos empleados s¨®lo fueron dignos de una vieja pel¨ªcula de terror de serie B.