Un destino n¨®mada a la fuerza

Manuel Chaves tiene un mes para decidir si acepta ser el candidato socialista a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa. No quiere contestar cu¨¢ntas veces se lo han pedido, y tan s¨®lo se limita a reconocer que se resiste a continuar un destino n¨®mada.La familia ha tenido que seguirle durante los ¨²ltimos 15 a?os en sus traslados desde Sevilla a C¨¢diz, luego a Bilbao, donde fue profesor del Derecho del Trabajo, a Madrid y otra vez a Sevilla. Su mujer y sus hijos no parecen muy proclives a enfrentarse de nuevo con las consiguientes dificultades de adaptaci¨®n, cambio de colegios y de casa.

Es un hombre disciplinado al que parece que se le han pedido demasiados sacrificios en su vida pol¨ªtica. Primero tuvo la responsabilidad de ser al mismo tiempo miembro de las ejecutivas de la Uni¨®n General de Trabajadores y del Partido Socialista Obrero Espa?ol cuando las relaciones entre las dos organizaciones empezaron a deteriorarse; despu¨¦s el ministro de Trabajo que vivi¨® y sufri¨® una huelga general, y ahora, cuando se ha pacificado el frente sindical, su partido quiere mandarlo al avispero de Andaluc¨ªa.

Desde hace varios meses es sin duda el candidato mejor colocado de su partido y el que despierta menos recelos entre los distintos sectores del PSOE, pero ¨¦l prefiere seguir en Madrid, aunque sea como simple diputado de base.