El Gobierno de Bonn anuncia una campa?a a favor de la unidad monetaria alemana
El Gobierno de Bonn intenta por todos los medios convencer a los expertos econ¨®micos, al mundo de las finanzas y a los empresarios, de que la carrera hacia la unidad monetaria de las dos Alemanias no afectar¨¢ ostensiblemente a la econom¨ªa de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA).[En un informe elaborado recientemente, el Instituto de Investigaciones econ¨®micas (1170) de Munich considera que la unidad producir¨¢ un efecto inflacionista y de subida de los tipos de inter¨¦s. Sin embargo, el instituto considera que en la unidad prevalecen los efectos positivos, pese a los problemas que surjan a corto plazo, informa Efe.]
["Pese a que contamos con los estudios, bien elaborados, de los analistas, lo que necesitamos ahora es entrar en acci¨®n", se?alaba por su parte uno de los asesores del canciller Helmut Kohl en unas declaraciones recogidas por Reuter.]
El Gobierno federal ha enviado una carta a sus principales asesores econ¨®micos y a los cinco principales institutos de econom¨ªa del pa¨ªs, los llamados cinco sabios, en la que procura hacerles part¨ªcipes de su entusiasmo por el proyecto de unidad monetaria. Para el Gobierno del canciller Kohl, la historia ha arrollado los minuciosos y pausados planes elaborados por los economistas alemanes occidentales para conseguir la unidad econ¨®mica de los dos Estados alemanes.
Pol¨ªtica de imagen
La nota, firmada por el secretario de Estado para Econom¨ªa, Otto Schlecht, es parte de una campa?a iniciada por el Gabinete conservador para convencer a los creadores de opini¨®n en el campo de la econom¨ªa sobre la uni¨®n monetaria. La impresi¨®n, cada vez m¨¢s consistente, de que los devaluados marcos de los alemanes orientales van a ser sustituidos, uno por uno, por su pariente rico, el Deutsche mark, ha despertado miedos sobre la posibilidad de un fuerte aumento de la inflaci¨®n y de una subida de los intereses. Estos temores han comenzado ya a tener efectos en los mercados financieros.
Bonn, sin embargo, no parece contar con otra alternativa. Mientras m¨¢s de 2.000 alemanes orientales sigan llegando cada d¨ªa a la RFA, al tiempo que quienes se quedan desabastecen las tiendas de la RDA antes de que lo hagan sus hermanos occidentales aprovech¨¢ndose del cambio y de los precios subvencionados, la necesidad de una ciruj¨ªa dr¨¢stica es cada vez m¨¢s evidente para los observadores.
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